Dos meses de guerra

Rusia se empantana en una guerra larga con Ucrania tras sus fracasos militares

El aguante de las tropas de Kiev y el envío de armas de Occidente han frenado cualquier avance ruso

Hace dos meses Rusia atacó Ucrania. Su Ejército tenía como objetivo acabar rápidamente con la resistencia local, capturar ciudades clave e instalar un gobierno títere en Kiev. La invasión fue precedida por un largo discurso deVladimir Putin en el que puso en duda la existencia misma de un pueblo y estado ucranianos. Muchos anticiparon que Kiev caería dentro de varios días.

59 días después, Rusia no ha logrado ninguna victoria militar significativa, aparte de capturar Jersón, a pesar de su superioridad técnica. Sus fuerzas tuvieron que abandonar el norte del país bajo la amenaza de ser derrotadas. El Kremlin ha tenido problemas para movilizar suficientes tropas para romper la defensa ucraniana en el este. Acosado por problemas logísticos y de coordinación, el “segundo ejército más fuerte del mundo” se convirtió en el hazmerreír después de que cientos de tanques se quedaron sin combustible o fallaran y fueran remolcados por agricultores ucranianos en sus tractores.

Los bombardeos contra hospitales, estaciones de tren y edificios residenciales, así como losasesinatos en masa y saqueos en Bucha y Borodiankamostraron al mundo el verdadero rostro del régimen ruso. A pesar de sus temores y de la influencia del dinero y las exportaciones de energía de Rusia, muchos países se han movilizado para introducir sanciones contra la economía rusa, apoyar a los millones de refugiados ucranianos y proporcionar armas al ejército.

Sin embargo, es la feroz resistencia del ejército y el pueblo ucranianos lo que cambió las probabilidades de esta batalla aparentemente desigual. Su Ejército demostró que ocho años de contención de las fuerzas rusas y prorrusas en Donbás le han proporcionado una gran experiencia. Una nueva generación de oficiales, alejados de los viejos cuerpos soviéticos, ha tomado el mando.

El ejército ucraniano ha atacado las columnas rusas con fuego de artillería preciso, ayudado por drones, suministrados por Turquía y a través de iniciativas voluntarias. Misiles antitanque y antiaéreos, proporcionados principalmente por sus socios occidentales, han ayudado a destruir cientos de tanques. La defensa aérea y la aviación han impedido que Rusia domine el cielo. Los ucranianos ganaron batallas cruciales cerca de Kiev y Mykolaiv, bloquearon los avances hacia Odesa y alejaron a la armada rusa al destruir su buque insignia del Mar Negro.

Mientras que más de 10 millones de ucranianos tuvieron que huir de las bombas rusas, en lugar de debilitar su espíritu, el terror ruso alimentó su determinación de lucha. Como siempre sucede en tiempos de peligro, los ucranianos, por lo general un tanto inconexos, se han unido para suplantar la máquina estatal lenta y burocrática. Personas y empresas, universidades y hospitales han puesto en marcha numerosas iniciativas para proporcionar a los soldados recién reclutados el equipo necesario. También encontraron un líder digno en el presidente Volodimyr Zelenski, quien se negó a huir del país a pesar de las amenazas contra su propia seguridad.

El “David” ucraniano resultó ser mucho más fuerte de lo esperado, repeliendo en gran medida los avances rusos y sorprendiendo tanto a los observadores externos como, en cierta medida, a los propios ucranianos. Sin embargo, puede que le quede un largo y doloroso camino por delante antes de que pueda derrotar al “Goliat” ruso con el resultado de esta guerra aún muy poco claro.

Rusia ha iniciado la segunda fase de su invasión con el objetivo de conquistar todo Donbás, así como el sur de Ucrania, para hacerse con una gran parte del territorio ucraniano y estrangular su economía cerrando su acceso al mar. El ejército ruso continúa confiando en el número superior de artillería, aviación, barcos y misiles. A pesar de las sanciones, sigue recibiendo casi mil millones de euros cada día de los países occidentales por su petróleo y gas. Es un país grande con 140 millones de habitantes. Aún más importante, su líder está claramente empeñado en lo que parece ser un intento de restaurar el imperio ruso y vengar la derrota de la Guerra Fría.

Mitad oportunidad y mitad amenaza para los ucranianos, Putin empuja a sus tropas, muchas mermadas y agotadas, a atacar en el este. Confiando en la imagen de hombre fuerte que ha construido a lo largo de los años, Putin necesita mostrar al menos alguna victoria a sus partidarios. Las fuerzas rusas están tratando de rodear a las fuerzas ucranianas en Donbás, empujando hacia el sur desde Izium y hacia el norte desde Mariupol. El fuego de la artillería rusa está haciendo que los ucranianos se retiren lentamente en algunas áreas. Rusia también demostró que Odesa permaneció en su punto de mira al realizar un ataque con misiles en la ciudad y matar a seis personas mientras la gente celebraba el Sábado Santo ortodoxo.

Putin siente la necesidad de actuar rápido, ya que los socios occidentales de Ucrania finalmente comienzan a darle las armas que necesita para derrotar al enemigo. Llegan más artillería moderna y drones. Ucrania tiene más aviones de combate ahora que hace varias semanas.

Si bien Rusia puede continuar atacando las ciudades ucranianas durante mucho tiempo, mucho dependerá del apoyo que el mundo brinde a la economía ucraniana y a su ejército, ya que sus propios recursos han recibido un golpe enorme. Quedan cuestiones complicadas sobre el futuro de Donbás y Crimea, las posibles reparaciones por la destrucción y la futura coexistencia con el país vecino que tanto odia a Ucrania. Por ahora el enfoque principal radica en repeler el ataque ruso, liberar los territorios ocupados y minimizar la pérdida de vidas.