Ampliación

Los ministros de Exteriores de la OTAN abordan la entrada de Suecia y Finlandia

Reunión en Berlín en medio de las tensiones entre Rusia y la Alianza Atlántica. Todos los ojos están puestos en Turquía y su postura respecto a los países nórdicos

El secretario de Estado, Antony Blinken y la ministra de Exteriores alemana Annalena Baerbock en la reunión informal de la OTAN en Berlín
El secretario de Estado, Antony Blinken y la ministra de Exteriores alemana Annalena Baerbock en la reunión informal de la OTAN en BerlínHannibal Hanschke / POOLAgencia EFE

Los ministros de Exteriores y los de Agricultura del grupo de países del G7 se han reunido este fin de semana en Schleswig-Holstein y en Berlín para tratar sobre los graves problemas que afectan al mundo y en especial al sector de la alimentación desde la invasión de Ucrania. En su comunicado, el gremio al que en la actualidad pertenecen Alemania, Francia, Italia, Japón, Canadá, Reino Unido y Estados Unidos, ha advertido a Rusia de que desbloquee urgentemente el suministro de cereal que mantiene retenido en los puertos de Ucrania a riesgo de provocar una catástrofe alimentaria mundial y que no aceptará un cambio de fronteras violento en Europa.

“No solo la crisis climática amenaza nuestra seguridad alimentaria, sino que la guerra ha aumentado la presión a los sistemas de alimentación globales”, expresaba el ministro de Agricultura alemán, Cem Özdemir. “La guerra de Putin agrava el hambre en el mundo”.

Es por ello que el G7 quiere ayudar a Ucrania a exportar la cosecha. El precio de los alimentos no ha dejado de aumentar y la cantidad de toneladas en el mercado global se ha reducido. Ucrania, el granero de Europa, no consigue sacar el cereal de sus silos, muchos campos están minados y no pueden ser trabajados, algunas vías de transporte han sido destruidas. Por otro lado, Rusia, India e Indonesia han prohibido las exportaciones de cereal y de aceite de palma. A todo ello se une el aumento del precio de los carburantes y la especulación bursátil. El G7 se compromete en su comunicado a tratar de estabilizar los precios en los mercados internacionales, evitando que algunos países mantengan reservas almacenadas mientras en otros lugares reina el hambre. “Estamos en contra de las prohibiciones a la exportación y pedimos que se mantengan abiertos los mercados”.

“Guerra del cereal”

La ministra de Exteriores germana, Annalena Baerbock, del partido verde Die Grüne acusó a Rusia de llevar a cabo una “guerra del cereal”. El bloqueo sería una estrategia de Rusia para extender la guerra a otras regiones, en especial el norte de África y para debilitar el apoyo internacional a Ucrania. El G7 ha dejado claro que el derecho de defensa de Ucrania contra la agresión rusa seguirá siendo prioridad, así como el envío de armas con dicho fin. Baerbock recalcó el “hambre brutal” al que los responsables rusos podrían llevar: 43 millones de personas podrían morir de inanición en los próximos meses. La ayuda militar y de defensa a Ucrania “continuará por nuestra parte todo el tiempo que sea necesario”.

La portavoz para Asuntos Exteriores rusa Maria Zajarova negó las acusaciones de la ministra alemana en su canal de Telegram y aseguró que Rusia no es responsable del alza de los precios de los alimentos, sino las sanciones. “Si ello no se entiende, es un signo de idiotez o de querer manipular a la opinión pública”. El Ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, aseguró este sábado en una reunión del Consejo para el Exterior y la Seguridad ruso que “todo Occidente nos ha declarado una guerra híbrida”, según la agencia de noticias Interfax. Lavrov habría dicho que es difícil saber cuánto durará dicho enfrentamiento y que las consecuencias serían palpables para todos. Asimismo retó a Occidente, asegurando que sus intentos para aislar el país serán en vano. Rusia habría intentado evitar una confrontación directa ya que el país estaría acostumbrado a las sanciones.

Ampliación de la OTAN

La OTAN se reúne este fin de semana en la capital alemana. Sobre la mesa, la entrada en la organización de Suecia y Finlandia. La ministra de Exteriores de Suecia, Ann Linde, participó ayer en la cena ministerial organizada por la OTAN. Tanto Suecia como Finlandia han expresado su deseo de formar parte de la Alianza atlántica. Finlandia lo anunció el jueves y su Gobierno justificó la decisión con la invasión de Ucrania, que ha llevado a que más del 70% de la población quiera adherirse a la organización militar. El partido de la primera ministra finlandesa, Sanna Marin, dio su apoyo a la iniciativa, que deberá ser refrendada por el Parlamento. Se espera que Suecia lo anuncie el lunes.

El presidente de TurquíaRecep Tayyip Erdoğan se mostraba el viernes reacio a la entrada de ambos países y podría bloquear la admisión, si bien su portavoz, Ibrahim Kalin, matizaba que “no cerramos la puerta” y que estaban dispuestos a negociar. El ministro de Exteriores finlandés, Pekka Haavesto, habría asegurado según varios medios en Berlín que tratará de hablar con su homólogo turco en la cena de la OTAN. “Estoy seguro de que encontraremos una solución”, le citan. Turquía critica en especial a Suecia por dar asilo a disidentes kurdos.

El presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió en una llamada telefónica según un comunicado del Kremlin a su homólogo finlandés, Sauli Niinistö, de que sería “un error” que Finlandia abandonase la posición neutral que tenía hasta el momento y entrase a formar parte de la OTAN. El país no estaría amenazado según el mandatario ruso y un cambio en dicho status tendría “consecuencias negativas” para la relación entre ambos países fronterizos. Ya este sábado, Rusia cortó unilateralmente el suministro eléctrico a Finlandia, que recibía hasta ahora un 12% de dicho país.

La OTAN también discutirá sobre las peticiones de los países más orientales, que han solicitado un refuerzo de las tropas estacionadas. La ministra de Defensa germana, Christine Lambrecht, se mostraba escéptica al respecto el sábado en una entrevista con el diario “Frankfurter Allgemeine Zeitung”. Aseguró que “entiende muy bien” que pidan más soldados, “pero hay muchas preguntas que aclarar, como si existe la infraestructura necesaria para que puedan mantener dichas tropas allí de forma constante. Lambrecht recalcó que los esfuerzos han de ir en la dirección de conseguir un alto al fuego duradero y un acuerdo de paz en el que Ucrania mantenga garantizada su seguridad. El país aspira a entrar en la OTAN, pero la organización no admite miembros nuevos que se encuentren en medio de conflictos militares.