Eurocorrupción

Un millón de euros en sobornos del “Qatargate”

La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, abre una investigación y advierte que no habrá “impunidad” con la corrupción

Las instituciones europeas se han enfrentado estos últimos tres días a su mayor terremoto político desde que la Comisión Europea presidida por Jacques Santer en 1999 tuvo que dimitir en bloque por un caso de corrupción y sobornos. Nadie sabe todavía las repercusiones que tendrá este escándalo ni si en los próximos días conoceremos nuevas detenciones, pero el mea culpa sobre la falta de transparencia de las reuniones que mantienen tanto los eurodiputados como los comisarios con toda clase de grupos de presión ha sido la nota dominante tras un fin de semana de los que no se olvidan fácilmente.

Según van pasando las horas, se van conociendo nuevos detalles de esta operación policial que llevaba gestándose en secreto desde el mes de julio. Según una reconstrucción de los hechos realizada por el rotativo belga “Le Soir”, la confidencialidad ha sido clave hasta el punto de que las primeras pesquisas no se registraron en el banco de datos de la Policía para evitar cualquier chivatazo. El momento crucial se produjo cuándo el pasado viernes la Policía accedió al teléfono e interrogó a Francesco Giorgi, novio de la vicepresidenta Eva Kaili y exasistente del exeurodiputado italiano Pier Antonio Panzeri. Tras terminar la relación laboral con él, seguía vinculado al Parlamento Europeo como asesor del grupo socialista.

La Policía belga sorprendió a Giorgi cuándo salía del garaje del domicilio conyugal, en pleno barrio que alberga las instituciones comunitarias, pero no pudo acceder a la casa de Kaili ya que, al ser eurodiputada, goza de inmunidad inherente al cargo. La detención de Giorgi es la que desencadena una macroredada de 16 registros que se salda con el descubrimiento de 600.000 euros en metálico en el domicilio del exeurodiputado italiano y su posterior detención. Su organización para luchar contra los derechos humanos, en pleno centro de la capital comunitaria, también es registrada.

Según “Le Soir”, entre estos registros en domicilios se encuentran asistentes parlamentarios -todos ellos ligados al partido socialista- pero también funcionarios, lobistas y asociaciones. Es entonces cuando se produce la detención de líder sindical Luca Visentini que fue liberado este domingo.

Pero todavía no había llegado la pieza de caza mayor. El mismo viernes un hombre sale del hotel Sofitel de Bruselas, muy cerca de las instituciones comunitarias. Aunque puede parecer un inocente jubilado, es el padre de Kaili, con un maletín de dinero en metálico de billetes de 50. Esto permite a la Policía proceder al registro del domicilio de su hija, ya que considera que la eurodiputada ha sido pillada in fraganti y, por lo tanto, ya no puede esgrimir inmunidad parlamentaria. Se moviliza un dispositivo especial de Policía en el que participa el propio juez instructor Michel Claise. En su residencia, encuentran bolsos (algunos de ellos de lujo) llenos de dinero en efectivo en billetes de 20 y 50 euros. Según los presentes, este modus operandi es muy similar al que utiliza el narcotráfico. De acuerdo con “Le Soir”, la cantidad requisada son 150.000 euros que se suman a los 600.000 de su padre. La Fiscalía belga se limita a hablar de cientos de miles euros en la maleta de un hotel, sin dar más detalles.

Además, en casa de Kaili también se encuentran objetos de valor como medallas procedentes de Qatar. “El viernes llorábamos de alegría”, reconoce una fuente anónima a “Le Soir”.

La Policía belga registra la sede del Parlamento Europeo

En los días posteriores ha habido más registros de domicilios particulares de eurodiputados ligados al partido socialista, así como en diversos despachos de la Eurocámara ya que varios asistentes estaban ligados a la fundación contra la corrupción fundada por Panzeri. Este mismo lunes, la Fiscalía de Bruselas ha entrado en la sede en Bruselas del Parlamento Europeo para requisar 10 ordenadores con el objetivo de evitar el borrado de información. En este registro ha participado también el juez instructor, experto en delitos financieros.

La tensión en la Eurocámara es máxima. Las sospechas se ciernen sobre la subcomisión de Derechos Humanos, los miembros de la Delegación para las relaciones de la Península Arábiga y un grupo de amigos de Qatar. De momento, los involucrados son socialistas de países del sur, Italia y Grecia. Ahora también se miran con lupa las declaraciones públicas menos beligerantes hacia Qatar y los encuentros y viajes con nacionales de este país, aunque Doha niega estar involucrado en este asunto. Este lunes también se ha conocido quelos bienes en Grecia de Kaili han sido congelados. El viernes también se detuvo a la mujer e hija del exeurodiputado en Italia.

La presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, ha realizado unas declaraciones antes de la apertura de la sesión plenaria en Estrasburgo, la última del año. Quizás las más difíciles de su carrera.

“El Parlamento Europeo, queridos colegas, está siendo atacado. La democracia europea está siendo atacada. Y nuestra estructura de sociedades abiertas, libres y democráticas está siendo atacada. Los enemigos de la democracia, para quienes la existencia misma de este Parlamento es una amenaza, no se detendrán ante nada. Estos actores malignos, vinculados a terceros países autocráticos, han utilizado presuntamente a ONG, sindicatos, individuos, asistentes y eurodiputados en un esfuerzo por someter nuestros procesos. Sus malintencionados planes fracasaron. Nuestros servicios, de los que me siento increíblemente orgullosa, llevan tiempo colaborando con las autoridades policiales y judiciales nacionales competentes para desarticular esta presunta red delictiva”, ha declarado la política maltesa, quien tuvo que interrumpir este sábado su estancia en su país de origen para asistir el registro del domicilio de un eurodiputado belga, tal y como obliga la normativa del país.

Además, se espera que este martes Kaili sea cesada como vicepresidenta (hasta ahora tan solo lo había sido de sus funciones) y la apertura de una investigación interna en la Eurocámara. El grupo de socialistas europeos ya ha anunciado que se personará como acusación particular ante la Justicia belga.

Ante el escándalo, la propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha asegurado este lunes que “la confianza necesita altos estándares de independencia e integridad” y ha declarado que la Comisión Europea está revisando el registro de transparencia de la institución para reflejar las reuniones que tienen los comisarios europeos.