El riesgo de impago
Estados Unidos roza el techo de la deuda y se aproxima a una “catástrofe económica mundial”
Biden negocia con los republicanos para evitar un impago el próximo mes de junio
Estados Unidos se encamina hacia una escenario de incumplimiento de pagos sin precedentes al rozar el techo de su deuda, que podría perjudicar al conjunto de la economía global. El crecimiento económico del país se prevé negativo “en todos los escenarios” posibles por el límite de la deuda, cuyo plazo máximo vence el próximo 1 de junio, tal y como lleva meses advirtiendo el Departamento del Tesoro estadounidense.
Si el Congreso no llega a un acuerdo, las consecuencias no sólo para Estados Unidos sino para el resto de la economía mundial podrían ser “catastróficas”, advierten la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y el Consejo de Asesores Económicos (CEA) en la elaboración de su último análisis.
A efectos prácticos y en menos de un mes, si se produce un “incumplimiento prolongado del techo de la deuda” con la consecuente suspensión de pagos del Gobierno, la caótica situación llevaría a suspender el salario de cerca de 8,3 millones de funcionarios estadounidenses, incluyendo el servicio militar y la seguridad social. También las pensiones de los jubilados y el reembolso de los impuestos se verían comprometidos, además de reducirse el mercado de valores a la mitad.
“Es el trabajo del Congreso hacerlo. Si no lo hacen, tendremos una catástrofe económica y financiera que será de nuestra propia creación”, recalcó Yellen, ante una posible falta de acuerdo bipartidista en la sede del poder legislativo para aumentar de la deuda, advirtiendo que ese posible escenario “podría tener consecuencias nefastas”.
Todas las posibilidades sobre la mesa traerían consigo riesgos con consecuencias difíciles de paliar. “Un incumplimiento breve provocaría la pérdida de 500.000 puestos de trabajo, lo que provocaría un aumento del desempleo del 0,3%”, explica la CEA. “Y llevar las negociaciones al borde arriesgaría la pérdida de 200.000 empleos y aumentaría el desempleo en un 0,1%”.
Negociación en la Casa Blanca
El Congreso tiene la competencia y responsabilidad de vincular la aprobación de un techo de deuda más alto a las estipulaciones sobre el presupuesto y las medidas de gasto. Por ello, el presidente Joe Biden invitaba a Kevin McCarthy y otros líderes republicanos en la Casa Blanca este martes con la finalidad de pedirles directamente aumentar el actual límite, que actualmente es de $31,4 billones de dólares.
La Cámara de Representantes, de mayoría republicana y presidida por McCarthy, sacó adelante el mes pasado un proyecto de ley para aprobar el límite de la deuda que incluyen amplios recortes de gastos durante la próxima década. Pero Biden quiere que el Congreso acepte elevar el techo sin condiciones, adelantando que no negociará sobre el aumento de la deuda y sólo discutirá los recortes sobre el presupuesto “una vez se haya resuelto el problema”, es decir, cuando el riesgo ante un incumplimiento esté ya fuera de la mesa.
Aunque “no va a negociar el techo de la deuda”, adelantó Karine Jean-Pierre, Biden “está dispuesto a tener una conversación por separado sobre sus gastos, lo que quieren hacer con el presupuesto”, aclaró la secretaria de prensa de la Casa Blanca, recordando que durante la presidencia del republicano Donald Trump el techo de la deuda se incrementó hasta en tres ocasiones.
El Tesoro estadounidense envío una carta al Gobierno hace semanas alertando a la Administración Biden que a partir del próximo 1 de junio podría quedarse sin efectivo para realizar todos sus pagos, estimación que eleva el riego de que Estados Unidos se encamine a un incumplimiento sin precedentes que podría perjudicar al resto de la economía mundial.
En la carta, que se publicó a finales de abril, Janet Yellen advierte de que es poco probable que el Departamento del Tesoro estadounidense pueda cumplir con todas sus obligaciones para esa fecha “sin la acción del Congreso”. Advertencia del Tesoro que el presidente de Estados Unidos valora como una “buena oportunidad para recordar a los líderes del Congreso que no debemos incumplir” con el techo de la deuda. Tope que, en la actualidad, equivale al 120% de la producción económica anual del país.
“Es hora de que el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, y los republicanos de MAGA detengan la política arriesgada y actúen para evitar el incumplimiento”, recalcó Karine Jean-Pierre. En esa misma línea la Casa Blanca anunció que Biden había llamado por teléfono al líder republicano la semana pasada, que se encontraba en Jerusalén de viaje oficial, para invitarlo a una reunión el próximo 9 de mayo.
El último encuentro presencial entre Biden y McCarthy se produjo el pasado mes de febrero, cuando el presidente demócrata invitó al portavoz republicano a la residencia presidencial en su primera reunión tras la toma de posesión de su cargo en el Capitolio.
Asimismo, la Administración Biden confirmó que el presidente estadounidense también se comunicó con los líderes de la minoría del Senado y la Cámara de Representantes; el líder republicano de la Cámara Alta, Mitch McConnell; el líder demócrata de la Cámara Baja, Hakeem Jeffries; y el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer.
Aunque Biden adelantó no negociar con ellos sobre el techo de la deuda durante su reunión con los cuatro importantes líderes del Congreso este martes, pero sí discutir el inicio “de un proceso presupuestario separado” para hablar sobre las prioridades concretas de gasto por parte de su Administración.
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