
Precampaña electoral
El show de rock de Milei en plena crisis argentina
Usó la fórmula del espectáculo para hacer campaña en la presentación de su nuevo libro, pero su popularidad cae

«¡Hola a todos! ¡Yo soy el león!». Javier Milei fue roquero por un día y trató de olvidar la vorágine de los escándalos, además de la crisis partidaria, cuando faltan menos de 20 días para las elecciones legislativas nacionales que a todas luces no le van a favorecer. Frente a numerosos fanáticos, relanzó su campaña a partir de la presentación de su nuevo libro «La construcción del milagro». Recurrió a la vieja receta de campaña, pero la narrativa de Milei basada en cantar, gritar contra la casta, posar con la motosierra e insultar, ya no le funciona.
José Luis Espert era, hasta el último domingo, el primer candidato a diputado nacional por La Libertad Avanza en Buenos Aires, pero tuvo que renunciar por sus vínculos con Federico «Fred» Machado, investigado por narcotráfico por la justicia de EE UU y detenido en Argentina. El presidente trató de defenderlo, pero dicen que Karina Milei lo aconsejó dejarlo a su suerte. Espert pasó de ser un principal activo de campaña a un nuevo incendio que apagar. Ya no es candidato ni tampoco presidente de la Comisión de Presupuesto del Congreso, y es probable que el Kirchnerismo pida su expulsión de la Cámara de Diputados por «inhabilidad moral». Su cara ya está impresa en todas las cédulas de votación.
Milei cobra estos escándalos, suyos y ajenos, a un alto precio. Recuérdese la estafa de la criptomoneda Libra que le envuelve y las presuntas coimas que cobraba Karina Milei en la Agencia Nacional de Discapacidad ( ANDIS). La imagen presidencial se ha derrumbado. Una reciente encuesta de la Universidad de San Andrés le da un 58% de desaprobación y solo un 39% de aprobación. Los sondeos también ubican la corrupción del Gobierno como el principal problema que preocupa a los argentinos en un 24%, seguido de la inseguridad con un 16,8%, los aumentos de precios y tarifas con un 15,9%, y la pobreza con un 14,8%. La corrupción es señalada como el problema que más debería combatir el Gobierno, según una consultora local.
Pero el lunes, en el Movistar Arena de Buenos Aires, nada parecía afectar a Milei, en medio de sus cánticos y saltos rockeros. «¿Escuchas, kirchnerista? Pudiste ganar un round, pero no la batalla y mucho menos la guerra», gritó. En ese ambiente, parecía inmune a los problemas. Ese mismo día, su ministro de Economía se encontraba en EE UU pidiendo que el Gobierno de Trump le desembolsara más dinero para seguir endeudando a Argentina y poder contener el dólar, que sigue subiendo.
Alrededor del estadio donde cantaba Milei hubo un fuerte operativo de seguridad. Hasta ahí llegaron agrupaciones de izquierda con carteles que decían «Karina coimera» o «Devuelvan la plata de los discapacitados». En la calle, las encuestas repetían: «No llego a fin de mes». Mientras, entre tema y tema de rock, Milei decía entre risas: «Necesito agua. Aunque no lo parezca, soy humano». Andá.
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