
Crisis del Caribe
Trump da portazo a la petición de diálogo de Maduro
El presidente estadounidense ordenó el cese de la comunicación el pasado 2 de octubre, según The New York Times

A Nicolás Maduro se le cierran los canales de comunicación con la Casa Blanca, mientras EE UU impulsa operaciones militares «contra el narcotráfico» en el Caribe. El lunes se supo que Trump ordenó parar los esfuerzos diplomáticos de su país con Caracas, según dijeron funcionarios en The New York Times.
La decisión tiene que ver con el enviado especial de Trump, Richard Grenell, para entenderse con Maduro a comienzos de 2025 en las discusiones por la liberación, el 31 de enero, de seis presos estadounidenses en Venezuela. A partir de entonces, Grenell fue el interlocutor de Jorge Rodríguez, presidente del parlamento chavista, hermano de la vicepresidenta Delcy y el jefe negociador de Maduro en todos los escenarios de diálogos desde 2016. En julio, volvieron a conversar para reactivar licencias a la petrolera Chevron y para la entrega de los últimos diez estadounidenses presos.
Pero el 2 de octubre, cuenta The New York Times, Trump llamó a Grenell para instruir el cese del contacto con Maduro. El 15 de septiembre, Maduro dijo que las comunicaciones entre su Gobierno y EE UU pasaron de estar «maltrechas» a estar «deshechas». Al día siguiente, Grenell dijo creer que aún podían «llegar a un acuerdo».
Cinco días más tarde, Maduro envió una carta a la Casa Blanca pidiéndole a Trump retomar los contactos a través de «Rick» Grenell. No obtuvo respuesta.
Grenell, que en su momento fue considerado para asumir el Departamento de Estado, decía también que ante las líneas duras del Pentágono debería haber contrapeso de un secretario de Estado muy diplomático. Marco Rubio ostenta el cargo y ha sido el mayor ariete contra Maduro.
Los funcionarios que hablaron con The New York Times dijeron que Trump está frustrado por la negativa de Maduro de abandonar el poder de forma voluntaria y su insistencia en negar cualquier vínculo con el tráfico de drogas.
El lunes por la noche, Nicolás Maduro dijo que había enviado una carta al papa León XIV con la idea de que «la diplomacia del Vaticano» ayude a «preservar la paz». No es la primera vez que Maduro abre la puerta a una intermediación vaticana en medio de crisis políticas. Ocurrió en 2016 y 2019, pero en ambos casos el chavismo suspendió o no avanzó en las conversaciones.
Por su parte, Qatar se ha ofrecido como canal entre Washington y Caracas, y funcionarios de Maduro han viajado al país recientemente. Un rol que los analistas consideran similar al que tuvo Noruega hasta 2024, cuando denunció que los esfuerzos de mediación fracasaron por incumplimientos del oficialismo.
«El Gobierno de Maduro ha utilizado tantas veces la negociación como un simple ardid para ganar tiempo, que ahora nadie le cree cuando ofrecen esa posibilidad», opina Carmen Beatriz Fernández, consultora política venezolana y profesora en la Universidad de Navarra.
La oposición que lidera María Corina Machado cree que una negociación sólo es posible si es para discutir una transición política, pero el chavismo quiere hablar directamente con Washington para evitar el escalamiento militar. Ante ello, Fernández pregunta: «¿qué pone Maduro sobre esa mesa? Y, más importante, ¿qué ofrece de entrada para que le crean?».
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