Oriente Medio

Arabia Saudí y Qatar pagan la factura de Siria en el Banco Mundial

Un primo de Al Asad anuncia que ha emprendido la lucha para derrotar al régimen que derrocó a su familia

Siria.- Arabia Saudí y Qatar liquidan los atrasos pendientes de Siria con el grupo del Banco Mundial
Siria.- Arabia Saudí y Qatar liquidan los atrasos pendientes de Siria con el grupo del Banco MundialEuropa Press

Siria lucha por reintegrarse en todos los aspectos en la vida internacional, tanto en el plano político como en el económico, pero sin perder la vista a cualquier movimiento rebelde que pueda amenazar al nuevo régimen.

Este domingo, los gobiernos de Arabia Saudí y Qatar echaron una mano para liberar la carga económica que arrastra el país tras tantos años de guerra civil y sometimiento al régimen de Bachar Al Asad y anunciaron su contribución conjunta para liquidar 15 millones de dólares en concepto de atrasos pendientes de Siria para con el grupo del Banco Mundial "para apoyar y acelerar el ritmo de la recuperación económica de la hermana república".

El presidente de transición sirio y líder yihadista, Ahmed al Shara, lleva meses maniobrando con la comunidad internacional para afrontar una situación económica crítica en un país devastado. Este reembolso permitirá al grupo reanudar sus actividades en favor de Siria, después de una pausa de más de catorce años por la guerra civil en el país, subrayan ambos gobiernos en un comunicado publicado por la agencia oficial de noticias saudí, SPA y recogido por la agencia Europa Press.

De igual modo, la liquidación también capacita a Siria para recibir asignaciones del Banco Mundial en un futuro cercano para apoyar a sectores urgentes, además de apoyo técnico, "lo que a su vez contribuirá a la reconstrucción institucional y la puesta en marcha de políticas de desarrollo".

Arabia Saudí y Qatar instan por último a las instituciones financieras, tanto internacionales como regionales "a que reanuden y amplíen rápidamente su labor de desarrollo en Siria" para contribuir a la estabilidad y la prosperidad de la región.

Un movimiento para derrocar al régimen

Paralelamente, Rami Makhlouf, el primo del derrocado presidente sirio, Bachar al Asad, aseguró este domingo haber reactivado una fuerza para luchar contra el nuevo Gobierno de Siria, tras la oleada de violencia en la costa del país del pasado mes de marzo, informa Efe.

"Hemos trabajado día y noche a lo largo de varias semanas, hemos reunido nuestra filas, nos hemos preparado y hemos reactivado de nuevo las fuerzas de élite. Gracias a Dios, hemos formado quince divisiones, de casi 150.000 efectivos de élite (fuerzas especiales) además de una unidad de reserva con la misma cifra", afirmó en un comunicado en su página oficial de Facebook.

Indicó que han sufrido la "injusticia en la era del exrégimen", en referencia a la mano de hierro del gobierno de su familia, y apuntó que han sido "masacrados en la era del nuevo régimen", por lo que reafirmó su "derecho" a la "defensa propia ante quienes vienen a masacrarnos".

"Al Gobierno sirio le digo: No pudisteis protegernos de la masacre, ni del asesinato, ni del secuestro, ni del cautiverio que sigue en marcha hasta hoy en día", manifestó.

"Sabéis bien que no he aceptado ningún arreglo para recuperar mis negocios antes de que nuestras familias en la región costera vivan con dignidad y paz. De ahí, sí estaría dispuesto a negociar cualquier acuerdo que sirva a nuestro pueblo y nuestras familias. Que todos sepan que la bandera de la región de la costa siria es el rojo, blanco y negro que sale en mi página", concluyó.

Esta acción de Makhlouf se produce tras el llamamiento de Suhail Hasan, apodado como "Nimr" (Tigre), un oficial militar sirio que era comandante de las Fuerzas Especiales del Ejército Árabe Sirio, aseveró.

Pese a estas declaraciones, hasta ahora no ha habido significativas movilizaciones en Siria y ataques contra las fuerzas de seguridad del nuevo Gobierno desde lo ocurrido en la costa mediterránea.

El pasado 9 de marzo, Makhlouf culpó a Al Asad y a los grupos leales al antiguo régimen sirio de "traficar con la sangre de los alauitas" tras la oleada de violencia en la costa de Siria, en la que cientos de personas murieron, principalmente miembros de la minoría alauita, rama derivada del islam chií que profesa la familia Al Asad.

En marzo, grupos armados con vínculos con el antiguo régimen lanzaron una serie de ataques contra las provincias occidentales de Latakia y Tartús, lo que provocó una campaña de respuesta por parte de las fuerzas que le derrocaron en diciembre y de formaciones aliadas.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, organización con sede en el Reino Unido dedicada a informar sobre la violencia en Siria, informó de la muerte de 1.614 civiles en el estallido, mientras que la Red Siria de Derechos Humanos situó la cifra de fallecidos en 803 muertos, entre ellos al menos 211 civiles.