Nuevo rumbo
China y Australia liman asperezas en Pekín tras la tensión surgida por la alianza AUKUS y el Covid-19
El presidente chino, Xi Jinping, aplaude el " renovado impulso" de sus relaciones con Australia tras reunirse con Anthony Albanese
El presidente chino, Xi Jinping, ha saludado un nuevo punto de partida en los lazos con Australia en una cumbre histórica con el primer ministro Anthony Albanese en Pekín, tras años de aislamiento diplomático en los que se interrumpieron todos los contactos ministeriales entre Canberra y su mayor socio comercial.
En el Gran Salón del Pueblo de Pekín, Xi saludó a Albanese con un fuerte apretón de manos al inicio de las conversaciones bilaterales y reconoció su labor para estabilizar los vínculos desde su elección. Además, destacó la voluntad de su país de avanzar en una cooperación "armoniosa" que redunde en beneficio mutuo. "Con los esfuerzos conjuntos, hemos reanudado nuestros intercambios en diversos ámbitos y resuelto algunos problemas", subrayó Xi.
Albanese es el primer ministro australiano que se reúne con Xi en la capital china desde 2016 y aterrizó dos semanas después de una visita a Estados Unidos, donde Biden le advirtió que "confiar, pero verificar" debería ser el enfoque para tratar con la segunda economía mundial.
Cuando se le preguntó si “confiaba” en Xi, el líder australiano indicó que el mandatario chino había sido “un hombre de palabra en sus relaciones hasta la fecha”, pero se mostró reacio a utilizar el término. "Nunca me ha dicho nada que no se haya hecho, y esa es una forma positiva de empezar a tratar con la gente. Además, reconocemos que venimos de sistemas políticos diferentes, con valores muy distintos derivados de ellos, y con historias muy diversas. Pero nos tratamos de tú a tú", aseguró.
Las renovadas conversaciones se produjeron tras un momento muy delicado en las relaciones bilaterales. China se ha opuesto ferozmente al pacto AUKUS de Australia sobre submarinos de propulsión nuclear con Estados Unidos y el Reino Unido, al tiempo que intenta ejercer su influencia en el Pacífico Sur y reclama territorios en disputa en el Mar de China Meridional.
En el marco de unas conversaciones más amplias para gestionar las diferencias estratégicas en la región, Xi se reunirá con el presidente estadounidense en una cumbre regional que se celebrará en San Francisco la próxima semana.
En la mañana del lunes, tras volver sobre los pasos de su predecesor Gough Whitlam, Albanese visitó el Templo del Cielo, como hizo el ex líder laborista en 1973, y destacó el histórico regreso de un dirigente australiano a la capital china. "En esta pais, a menudo decimos que cuando bebemos agua no debemos olvidar a quienes cavaron el pozo", recordó Xi. "El pueblo chino no olvidará al primer ministro Whitlam por excavar ese pozo para nosotros".
En declaraciones a la prensa tras la visita al templo, Albanese reafirmó el apoyo de su gobierno a la alianza AUKUS “por ser un vehículo para promover la seguridad, la paz y la estabilidad en la región”, a pesar de las feroces objeciones de China. Asimismo, explicó que, durante la reunión, ambos hablaron sobre el impacto de los "conflictos en el mundo", incluidos los de Ucrania y Oriente Medio.
Con respecto al objetivo chino de reunificación con Taiwán, a pesar de las objeciones del Estado insular, el líder señaló que su gobierno apoyaba el statu quo.
Poco antes de que Albanese revelara la fecha de su viaje, el 11 de octubre Pekín liberó al periodista australiano Cheng Lei, detenido en ese país durante casi tres años bajo cargos relacionados con el espionaje. A pesar de la buena noticia de esta excarcelacion, Yang Hengjun, escritor chino-australiano, permanece en prision en territorio chino desde 2019.
Se trata de uno de los ocho exiliados hongkoneses "buscados" por la policía de Hong Kong después de que Pekín impusiera en 2020 una Ley de Seguridad Nacional que, según ha denunciado Amnistía Internacional, ha "diezmado" las libertades del territorio semiautónomo.
Algunos expertos afirman que, desde su llegada al poder, el líder australiano y los miembros de su gabinete han abogado constantemente por los ciudadanos australianos detenidos por el gigante asiático y han expresado su preocupación por las violaciones de los derechos humanos en la nación.
A pesar de que el gigante asiático es el principal socio económico de Canberra, los lazos bilaterales se venían deteriorando. Así, en 2018, el por entonces Gobierno australiano excluyó al grupo privado chino Huawei de la red 5G del país, mientras que en 2020 pidió una investigación internacional sobre los orígenes de Covid-19, una maniobra que Pekín consideró políticamente impulsada, por emanar de un estrecho socio de Washington.
A raíz de ello, China impuso elevados aranceles a exportaciones australianas clave como la cebada, la carne de vacuno y el vino. Asimismo, dejó de importar grandes cantidades de materias primas australianas, incluido el carbón, privando al país de miles de millones de dólares en ingresos. Sin embargo, gran parte de las restricciones comerciales se han retirado gradualmente desde que los laboristas y Albanese accedieron al poder en mayo de 2022.
Ahora, "Pekín quiere demostrar al mundo occidental -así como a los países de la ASEAN- que pueden hacer negocios con este país y que el síndrome de la "amenaza china" está fuera de lugar", afirmó el profesor Willy Lam, autor de Xi Jinping: Las agendas ocultas del gobernante vitalicio de China. "La reactivación del comercio regular entre los dos gigantes complacerá a enormes sectores de Australia, en particular a las comunidades minera y agrícola". A ojos de China, el valor diplomático de Australia es tan importante como sus recursos naturales y sus negocios.
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