Asia

Por qué Japón está "en alerta" por lo que sucede con el Monte Fuji

La montaña emblema del país nipón atrae a una gran cantidad de turistas, pero su popularidad ha alcanzado unos límites "negativos"

El Monte Fuji, con el perfil de Tokio en un primer plano
El Monte Fuji, con el perfil de Tokio en un primer planolarazon

El Monte Fuji es uno de los símbolos más emblemáticos de Japón y la cultura asiática. Objeto de veneración de religiosos, ha sido considerado como una montaña sagrada durante siglos, pues se le atribuye un significado espiritual y ha inspirado la obra de muchos artistas o escritores. Al mismo tiempo, es un destino turístico popular entre japoneses y turistas del mundo entero. Pero su popularidad ha llegado a unos límites que ha alertado en varias ocasiones a las autoridades niponas.

"Fujisan" se encuentra situada a unos cien kilómetros al suroeste de Tokio, en la región de Chubu y fronteriza con Shizouka o Yamanashi. Su cumbre tiene una elevación de 3.776 metros sobre el nivel del mar y es la montaña más alta de Japón.

Entró en 2013 en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, y cada año atrae a millones de turistas de todos los países. Se trata de un lugar emblemático que ofrece tanto una experiencia natural impresionante como también histórica o cultural, y es que esta montaña, compuesta por diferentes capas de ceniza o rocas volcánicas que le transforman en un estratovolcán, ha sido inmortalizada en la literatura, arte o religión, así como se ha transformado en una atracción importante en el mundo.

El Monte Fuji, emblema de Japón y que atrae un turismo que las autoridades niponas "detestan"

Se calcula que en 2019, más de cinco millones de personas visitaron este paraje natural. Esto, sobre todo, tiene lugar entre junio y septiembre, en la temporada de verano, puesto que es cuando las rutas de acceso se abren debido a que las condiciones climatológicas son favorables y enaltecen la posibilidad de que se concentre una gran cantidad de turistas. El monte, además, acoge toda una infraestructura que incluye tiendas de souvenirs, puestos de comida y otros lugares a los que pueden acudir los visitantes.

Pero esta "turistificación" que azota a este lugar ha hecho saltar las alarmas entre las autoridades. En primer lugar, teniendo en cuenta que con su elevada altitud el acceso no es fácil y a mayor elevación, más duras son las condiciones para trascurrir debido a que van descendiendo los niveles de oxígeno. Además, muchos de los visitantes se quejan de la suciedad, debido a que "se pueden ver muchos restos de comida o botellas esparcidas por los propios montañeros", tal y como explicaba uno de los turistas a la Agencia AFP.

Fuji es un importante elemento de la cultura japonesa, y las autoridades han recordado en continuas ocasiones que no deja de ser una "montaña sagrada" pese al turismo que alberga. Es común ver largas colas de visitantes en las calles de calles de Fujiyoshida. La obsesión por crear y compartir contenidos digitales de aquellos que buscan fotografiarse en un lugar icónico, algo que puede tener un impacto negativo. Así, parece que la tendencia al alza de los visitantes hará que se superen niveles de antes de la pandemia, lo que hace que aumenten las advertencias por parte de las autoridades.