Ofensiva

Blinken y Lammy viajan a Kyiv para impulsar la ayuda de EE UU y Reino Unido a Ucrania

El ministro de Exteriores británico anuncia nuevo paquete de misiles de defensa aérea, munición de artillería y más vehículos blindados por valor de 600 millones de libras

U.S. Secretary of State Antony Blinken and Britain's Foreign Secretary David Lammy, right, meet with Ukraine's Foreign Minister Andriiy Sybiha at the Ministry of Foreign Affairs in Kyiv, Ukraine, Wednesday, Sept. 11, 2024. (AP Photo/Mark Schiefelbein, Pool)
El ministro de Asuntos Exteriores británico, David Lammy, reunido en Kyiv con el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, y las autoridades ucranianasASSOCIATED PRESSAgencia AP

El secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, y el ministro de Asuntos Exteriores británico, David Lammy, llegaron juntos este miércoles a Kyiv, en la primera visita conjunta de este tipo, para discutir las necesidades de Ucrania para repeler la invasión rusa. El levantamiento de la prohibición del uso de misiles occidentales de largo alcance contra objetivos militares en territorio ruso se convirtió en el tema principal de sus reuniones con el presidente Volodimir Zelensi y los demás líderes políticos ucranianos.

Kyiv espera que sus aliados finalmente abandonen su enfoque cauteloso, dictado por el miedo a una escalada, después de que el aliado de Moscú, Irán, haya entregado docenas de misiles balísticos a Rusia. «He subrayado que estamos esperando permiso de Reino Unido para atacar con armas de largo alcance objetivos militares en territorio enemigo», escribió en su cuenta de Facebook el primer ministro de Ucrania, Denys Shmigal, después de reunirse con Lammy. «Contamos con decisiones fuertes e importantes para hoy», dijo también Zelenski, al tiempo que subrayó la importancia crucial de la ayuda de Estados Unidos para lograr una victoria.

«Estoy en Kyiv hoy con el secretario de Estado Blinken para reiterar nuestro apoyo unido y férreo a Ucrania», escribió Lammy en su X tras llegar a Kyiv en tren, debido a la imposibilidad de viajar en avión en el país bombardeado diariamente. «Debemos hacer frente al imperialismo de Vladimir Putin. Nuestra seguridad colectiva depende de ello», subrayó Lammy antes de anunciar un nuevo paquete, por valor de 600 millones de libras, de misiles de defensa aérea, munición de artillería y más vehículos blindados.

Ni Blinken ni Lammy dieron una declaración clara sobre un posible cambio en la política de sus países sobre los ataques de largo alcance contra Rusia, de cara la reunión del presidente estadounidense Joe Biden y el primer ministro británico Keir Starmer el viernes. «Estamos aquí para escuchar, para entender la estrategia y entender las necesidades en toda una gama de frentes», respondió Lammy cuando se le preguntó sobre el levantamiento de la prohibición. «Por supuesto, estamos teniendo discusiones sobre una variedad de temas, incluido el equipo militar que Ucrania necesita para ganar», añadió.

Rusia ha intensificado sus ataques contra civiles y contra infraestructuras energéticas en Ucrania, señaló por su parte Blinken, en una conferencia de prensa conjunta con el nuevo ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andriy Sybiga, tras anunciar un nuevo paquete de 700 millones de dólares de asistencia humanitaria y energética.

«Hemos visto ahora Rusia adquiriendo misiles balísticos de Irán, lo que reforzará aún más su agresión en Ucrania. Así que si alguien está tomando medidas de escalada, parece que son Putin y Rusia», subrayó. «Es Putin quien ha intensificado esta semana con el envío de misiles balísticos desde Irán y estamos viendo este nuevo eje, Rusia, Irán, Corea del Norte», señaló Lammy, advirtiendo a China de que no se una a este grupo de «renegados».

Mientras tanto, el Kremlin cree que Estados Unidos ya ha decidido levantar las restricciones al uso de misiles ATACMS. «Lo más probable es que todas estas decisiones ya se hayan tomado», dijo el miércoles el portavoz de Putin, Dmitri Peskov. Peskov reiteró el mantra tradicional de la propaganda rusa, según el cual es Occidente el que impone sus decisiones a Kyiv, y dijo que la denominada «operación militar especial» de Rusia tenía como objetivo contrarrestar tales acciones de Occidente.

El viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Ryabkov, aseguró que Moscú destruirá cualquier nuevo suministro de misiles ATACMS de largo alcance a Ucrania por parte de Estados Unidos.

En este momento, Ucrania puede usar armas occidentales para atacar objetivos militares en territorio ruso, pero solo cerca de la frontera entre los países. Su Ejército también ha estado usando misiles Storm Shadow y ATACMS para atacar objetivos en Crimea, que Rusia trata como su propio territorio.

John Kirby, un portavoz de la Casa Blanca, sugirió anteriormente que Rusia ya ha alejado su aviación del alcance de los misiles occidentales, mientras que el secretario de Defensa de EE UU, Lloyd Austin, señaló que una decisión no podría ser decisiva para las posibilidades de Ucrania de ganar la guerra.

Sin embargo, un gran número de analistas, militares y políticos ucranianos y extranjeros están convencidos de que, si bien los ataques de largo alcance no serían una solución milagrosa para Ucrania, sí la ayudarían a proteger su territorio al asegurar que Rusia no podría continuar a golpear a Ucrania desde su territorio sin miedo de recibir una respuesta.

Dos grupos de legisladores estadounidenses pidieron a la Casa Blanca que levantara la prohibición, que nunca habría impuesto a su propio Ejército ni a sus aliados, como Israel, y señalaron que los temores de una escalada por parte de Rusia nunca se hicieron realidad.

Cientos de objetivos militares valiosos se encuentran dentro del alcance de los misiles occidentales, incluidas docenas de aeródromos rusos, subrayan analistas militares. Ucrania seguirá necesitando grandes suministros de artillería y otros equipos y municiones de importancia crucial, advierten. Pero finalmente tendrá las manos desatadas cuando se trate de responder a miles de ataques de Rusia, especialmente si el Occidente finalmente aumenta la producción y el suministro de misiles de largo alcance.