Guerra en Ucrania

El “bloody may” de Putin: Rusia bate su récord de bajas y demuestra que el frente le queda grande

Mayo cerró con 1.200 bajas diarias, la peor cifra en toda la guerra, porque la expansión del frente deja más expuestos a sus soldados y evidencia las carencias de su entrenamiento

Ucrania.- Rusia se hace con el control de varias localidades ucranianas en Járkov y Donetsk
Ucrania.- Rusia se hace con el control de varias localidades ucranianas en Járkov y DonetskEuropa Press

Después de 26 meses de guerra ininterrumpida en Ucrania, mayo ha sido el mes más duro para el Kremlin. Según las cifras de la inteligencia británica, que desde que empezó la guerra ha hecho gala de tener fuentes certeras en el frente y en los despachos, Moscú ha alcanzado, casi con total seguridad, ya la temida cifra de 500.000 bajas entre muertos y heridos (una cifra que Ucrania ya da por superada) merced a un mes de mayo especialmente sangriento.

La media de bajas estos últimos 31 días ha sido de 1.200 diarias, la más elevada recogida hasta la fecha, y por encima de los 900-1.000 de media que se registraban hasta ahora.

¿Por qué está teniendo Rusia tantas bajas?

Objetivamente, Rusia está ganando terreno en el frente este, con conquistas de aldeas, pueblos, cruces de carreteras y posiciones de defensa prácticamente a diario. Esta aparente contradicción no es tal, ya que esta ofensiva se está realizando a expensas de un mayor número de soldados en el frente y cada vez más expuestos al fuego enemigo.

Según los expertos de inteligencia británicos, la expansión del frente está poniendo al descubierto las carencias de la tropas rusas, que se arriesgan a caer en uno de esos riesgos que a los estrategas militares tanto les cuesta reconocer: estirar tanto el frente que no se tenga capacidad de defenderlo con garantías.

“La elevada cifra de bajas es probablemente un reflejo de la potente ofensiva de Rusia, que está siendo llevada hacia un frente muy amplio”, explica el Ministerio de Defensa británico en un comunicado.

Los espías británicos aportan además otros dos datos muy interesantes que ayudan a entender el elevado nivel de bajas rusas. Por un lado, este nuevo escenario está poniendo al descubierto que los soldados tienen un entrenamiento deficiente y que “son incapaces de llevar a cabo complejas operaciones de ofensiva”. “Como resultado de ello, Rusia lleva a cabo ataques a pequeña escala pero muy costosos en un esfuerzo por debilitar las fuerzas de defensa ucranianas”, añade el informe de inteligencia.

Moscú es consciente de estas debilidades pero, ahora que está intentando por todos los medios poner sobre la mesa una oferta de paz que aproveche sus conquistas y permitafijar una especie de “Paralelo 38” que divida en dos el país, no puede ceder.

Por ello, ha recurrido a completar sus tropas con mercenarios extranjeros, los últimos de ellos procedentes de cuatro países africanos a los que ofrece un suculento sueldo de 2.200 dólares y beneficios para ellos y sus familiares.

Mientras la guerra no cambie de signo, su destino será posiblemente el frente en torno a la codiciada ciudad de Jarkov, la segunda del país, cuya conquista se ha convertido en el objetivo principal de Putin.