Quema del Corán

Cólera en el mundo árabe e islámico tras la quema del Corán en Estocolmo

Turquía insinúa que mantendrá el bloqueo a la entrada de Suecia en la OTAN y Marruecos llama a consultas a su embajador en el país escandinavo

Iranian demonstrators chant slogans during a protest of the burning of a Quran in Sweden, in front of the Swedish Embassy in Tehran, Iran, Friday, June 30, 2023. On Wednesday, a man who identified himself in Swedish media as a refugee from Iraq burned a Quran outside a mosque in central Stockholm. (AP Photo/Vahid Salemi)
Iran Sweden Protest QuranASSOCIATED PRESSAgencia AP

En un episodio de consenso poco habitual y en plenas celebraciones de la Fiesta del Sacrificio, el Aid el Adha, los países de mayoría musulmana, de Oriente Medio al Norte de África pasando por Asia Central y del sur, han reaccionado en los últimos días con un mensaje común de condena a la quema de un Corán por parte de un ciudadano sueco de origen iraquí en la entrada de la mezquita central de Estocolmo el miércoles de esta semana. Es la segunda vez que se produce un incidente semejante en Suecia este año, y ocurre después de que los tribunales suecos revocaran recientemente una prohibición anterior esgrimiendo motivos de seguridad.

El Gobierno turco, que calificó de “escandaloso” que la Policía sueca permitiera la quema del libro sagrado, insinúa que no ayuda a levantar su veto –que se prolonga ya durante 13 meses– a la entrada de Suecia en la OTAN. El propio presidente Recep Tayyip Erdogan afirmó que “debemos enseñarles a los occidentales arrogantes que insultar a los musulmanes no es libertad de expresión”.

La quema en enero de un ejemplar del Corán ante la Embajada turca a cargo del danés-sueco Rasmus Paludan desencadenó una dura protesta de Turquía. Ankara mantiene oficialmente que su veto a la candidatura sueca a la Alianza Atlántica –que celebra cumbre en Lituania los días 11 y 12 de julio– se debe a la supuesta connivencia de las autoridades escandinavas con miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), organización considerada terrorista por Turquía, la UE y EE UU.

El país más contundente en su protesta contra la quema del libro sagrado de los musulmanes ha sido Marruecos, cuyo Gobierno llamó el miércoles a consultas a su embajador en la capital sueca “por un período indefinido”. Además, el Ministerio marroquí de Exteriores del país magrebí, que calificó el suceso de “ofensivo e irresponsable”, convocó al encargado de negocios del país escandinavo en Rabat para expresarle su “más enérgica condena y rechazo a este acto inadmisible”.

Los otros países del Magreb expresaron igualmente una fuerte repulsa. El Ministerio de Exteriores argelino manifestó su “condena en los términos más fuertes” por “acto odioso e irresponsable”. La cancillería tunecina, por su parte, habló de “crimen odioso”.

En Irak la protesta llegó incluso a las calles. Decenas de personas de personas irrumpieron en el interior de la Embajada sueca en Bagdad. El Gobierno egipcio calificó lo ocurrido en la capital escandinava como “un acto desagraciado que provoca los sentimientos de los musulmanes”. La Liga Árabe, que tiene sede en El Cairo, definió lo ocurrido como “un asalto al centro de la fe islámica”

El Ministerio de Exteriores de Arabia Saudí –el país marcaba el final de la peregrinación anual a La Meca cuando se produjo el incidente en la capital sueca– lamentó que “estos odiosos y repetidos actos no pueden ser aceptados bajo ninguna justificación, y claramente incitan al odio, la exclusión y el racismo”. Y de Arabia Saudí a Irán, pues las autoridades de la República Islámica afirmaron que la quema del Corán en Estocolmo constituye un “insulto que “alimentan el terrorismo y el extremismo”. En el Líbano, Hizbulá –partido y milicia patrocinado por Teherán– señaló a las autoridades suecas por su “complicidad con el crimen”.