Violencia yihadista

Condenados en Francia seis adolescentes por el brutal asesinato del profesor Samuel Paty

Han sido condenados por formular acusaciones falsas y organizar una conspiración criminal con la intención de provocar violencia.

El profesor Samuel Paty
El profesor Samuel PatyLa RazónLa Razón

Seis adolescentes han sido condenados este pasado viernes en Francia por su vinculación al asesinato del profesor Samuel Paty en 2020 a manos de un joven islamista de origen checheno, en un incidente que volvió a despertar la amenaza del terrorismo yihadista en el país, informa Europa Press. Los adolescentes han sido condenados por formular acusaciones falsas y organizar una conspiración criminal con la intención de provocar violencia.

Cuatro de ellos identificaron al profesor cuando su asesino, Abdoulaj Anzorov, preguntó por él antes de cometer el crimen; una venganza contra el profesor, que enseñó en clase unas caricaturas del profeta Mahoma en el magacín satírico 'Charlie Hebdo', dibujos repudiados por el mundo musulmán y de trágico recuerdo para los franceses. En 2015, un ataque contra la redacción de la publicación que se atribuyeron terroristas de Al Qaeda dejó once muertos y 12 heridos entre la plantilla del medio.

El juicio contra estos seis estudiantes de secundaria precede al de los ocho adultos acusados por el mismo asesinato, que se celebrará a finales de 2024. El tribunal consideró que las infracciones de los menores encausados están "perfectamente demostradas" y explicó que las penas dictadas tienen en cuenta "la gravedad de los hechos" demostrados, así como la personalidad de los acusados.

La principal protagonista del proceso ha sido la más joven de los seis, una adolescente que tenía 13 años aquel fatídico 16 de octubre de 2020 en que Paty fue asesinado a la salida del colegio de Bois d'Aulne en Conflans Saint Honorine.

Acusada de denuncia calumniosa y condenada a 18 meses exentos de cumplimiento, los jueces dieron por probado que la menor desencadenó una mecánica infernal al mentir sobre el desarrollo de una clase del profesor de Historia a la que ella no asistió, dedicada a las polémicas caricaturas del profeta Mahoma que ya habían estado en el origen del ataque yihadista contra la revista satírica Charlie Hebdo en enero de 2015.

Nueve días antes del atentado del 16 octubre de 2020, la adolescente, que había sido sancionada por razones que nada tenían que ver con Paty, contó que en esa clase sobre la libertad de expresión y el significado del laicismo el docente había pedido a los alumnos musulmanes que salieran del aula mientras proyectaba las famosas caricaturas.

En realidad, el profesor únicamente había propuesto a los que pudieran sentirse ofendidos por esas imágenes publicadas por Charlie Hebdo que no miraran durante la proyección. Pero el relato que la chica hizo a su padre, Brahim Chnina, uno de los que serán juzgados del 12 de noviembre al 20 de diciembre de 2024, condujo a éste a lanzar una campaña en las redes sociales contra Paty, para el que reclamó entre otras cosas su despido con ayuda de Abdelhakim Sefriouui, un activista islamista.

Una campaña que tuvo un eco particular en Abdoullakh Anzorov, un refugiado checheno de 18 años que vivía en la ciudad de Evreux, a 80 kilómetros de allí, y que estaba radicalizado por motivos religiosos.

El día del crimen, Anzorov fue hasta Conflans Saint Honorine armado con cuchillos y en el exterior del colegio abordó a un alumno, al que prometió 300 euros si le ayudaba a identificar a Paty cuando saliera del centro. El chico, condenado ahora a seis meses de cárcel en firme sustituibles por brazelete, se lo contó a otros cuatro amigos -también castigados a penas de cárcel, pero exentas de cumplimiento- a los que propuso compartir el dinero a cambio de señalar al profesor al joven checheno que, según su versión, tenía intención de filmarlo "pidiendo perdón por la caricatura del profeta".

Los cinco menores, a los que se les acusó en este proceso de "asociación de malhechores con la meta de preparar violencias agravadas", describieron entonces a Paty y pasaron un par de horas vigilando hasta indicarle quién era a Anzorov, que les pagó y minutos más tarde lo asesinó a cuchilladas antes de decapitarlo. El yihadista murió poco después por los tiros de la policía, advertida del ataque terrorista.

Con información de Efe y Europa Press