
Guerra con Rusia
Dos meses de la encerrona de la Casa Blanca: Kiev tira de resiliencia para sobrevivir sin EEUU
El fiasco de la Casa Blanca ha transformado radicalmente la perspectiva de Ucrania. «Políticos y expertos coinciden ahora en que Estados Unidos ya no puede considerarse nuestro aliado», afirman los expertos

Hace dos meses, las esperanzas de Ucrania de que Donald Trump apoyara decisivamente su lucha contra Rusia recibieron un duro golpe cuando el presidente Volodimir Zelenski fue emboscado por Trump y el vicepresidente JD Vance en una reunión infame en la Casa Blanca.
Las críticas de Trump contra Zelenski, su acercamiento al presidente ruso Vladimir Putin y la suspensión temporal de la ayuda militar estadounidense a Ucrania destruyeron cualquier ilusión sobre el apoyo de EEUU bajo la nueva administración. Durante la presidencia de Joe Biden, el apoyo occidental a Ucrania fue limitado por su enfoque cauteloso, proporcionando armas de forma restringida y con estrictas limitaciones de uso. En el último año de su mandato, el ejército ucraniano fue perdiendo terreno gradualmente ante la implacable presión del ejército ruso. Ante este panorama, muchos ucranianos esperaban que los ataques de Trump a Zelenski durante la campaña electoral fueran mera pose y que, una vez en el cargo, actuaría con más decisión que Biden.
El fiasco de la Casa Blanca ha transformado radicalmente la perspectiva de Ucrania. «Políticos y expertos coinciden ahora en que Estados Unidos ya no puede considerarse nuestro aliado», afirmó Iaroslav Chornogor, profesor de estudios internacionales y analista del think-tank Prisma Ucraniano, en declaraciones a LA RAZÓN. Ucrania se resigna cada vez más a depender de sus propias fuerzas y de alianzas regionales para enfrentar la amenaza existencial que representa Rusia.
El episodio de la Casa Blanca sacudió la política interna de Ucrania. Zelenski, cuya popularidad se mantiene bastante alta pero iba disminuyendo debido a reveses en el campo de batalla y una guerra agotadora, experimentó un repunte de apoyo. Los ucranianos, incluso aquellos críticos con sus políticas internas, se unieron en rechazo al percibido ataque de Trump a la dignidad e intereses claves de la nación.
Sin embargo, la idea de Trump de que Zelenski obstaculiza la paz llevó a Estados Unidos a contactar a políticos de la vieja guardia, como el expresidente Petro Poroshenko y la ex primera ministra Yulia Tymoshenko, quienes fueron derrotados contundentemente tras recibir Zelenski el 73% de votos en 2019. Sus crecientes, aun por ahora bastante limitadas, críticas a Zelenski han generado temores de división.
«Nos unimos muy bien cuando estamos en gran peligro, como en 2022. Pero luego diferentes políticos, partidos y fuerzas se enfrentan entre sí en lugar de al enemigo externo común», advirtió Chornogor, señalando que Rusia intentaría profundizar incluso las fracturas más pequeñas en un caso de un alto el fuego o paz temporal sin garantías de seguridad sólidas para Ucrania.
El objetivo final ruso es subyugar completamente a Ucrania y Moscú empleará un amplio espectro de tácticas militares, económicas e híbridas para alcanzarlo, según Chornogor y otros analistas.
El equipo de Trump, subestimando la determinación de Zelenski y el sentir ucraniano, ha impulsado un acuerdo de paz que acepta el control ruso sobre los territorios ocupados sin garantías de seguridad confiables. Los ucranianos lo rechazan abrumadoramente. «Si hubiéramos querido rendirnos, lo habríamos hecho sin Trump», se ha convertido en un lema común. «Estados Unidos ignora todos los crímenes de Rusia en Ucrania. Los ucranianos no podemos aceptar que Rusia no pague un precio por lo que ha hecho», afirmó Oleksandr Kovalenko, analista militar de Odesa.
Encuestas recientes confirman que los ucranianos no sacrificarán su soberanía ni seguridad por la paz. La mayoría de los ucranianos descartan reconocer territorios ocupados como Crimea como rusos, dados los miles de vidas perdidas y los millones que sufren la violenta represión de Moscú contra el sentimiento proucraniano. Aunque Zelenski reconoce que Ucrania carece de medios militares para recuperar Crimea ahora, insiste en que aún existen palancas diplomáticas y económicas viables.
Los analistas destacan que la historia de Ucrania, en particular su decisión de 1994 de renunciar a las armas nucleares a cambio de garantías de seguridad de Estados Unidos, Reino Unido y Rusia, ha enseñado a Kiev a desconfiar de promesas vagas. Tanto la amarga lección de esas garantías no cumplidas, como la tendencia histórica de Rusia a romper cualquier acuerdo con Ucrania, moldea la postura actual de Ucrania.
Con Trump sin ofrecer nueva ayuda militar y los paquetes de ayuda de la era Biden agotándose, la influencia de Estados Unidos sobre Kiev se desvanece, dejando pocas razones para ceder a las demandas de Washington si no ofrece apoyo tangible, creen analistas como Kovalenko.
Aun así Kiev ha actuado con cautela hacia Washington. Rechazó términos “explotadores” en un acuerdo propuesto por Estados Unidos para los recursos minerales críticos de Ucrania, vitales para las industrias tecnológicas globales, pero continúa negociando para evitar antagonizar a un antiguo aliado clave. “Sería difícil para Ucrania aguantar sin ningún apoyo estadounidense, pero no crítico. Pero si Estados Unidos inicia una ‘Guerra Fría’ contra nosotros mientras luchamos contra Rusia, sería realmente peligroso”, afirmó Chornogor.
La dependencia de Ucrania de la inteligencia y los sistemas de defensa aérea estadounidenses hace que una ruptura inmediata sea arriesgada sin compromisos firmes de otros aliados. La hostilidad estadounidense podría bloquear el envío de nuevos misiles de defensa aérea y presionar a los aliados europeos para que no envíen a Ucrania armas con componentes estadounidenses, debilitando gravemente su defensa.
Una Ucrania resiliente
En el frente, el ejército ruso, más numeroso, mantiene presión alta sin inmutarse por las enormes pérdidas. Sin embargo, el ejército ucraniano sigue siendo resiliente. El ritmo de los avances rusos ha disminuido, y el costo de cada metro de terreno capturado continua a crecer para los invasores. Las reformas organizativas, una creciente dependencia de drones y el aumento de la producción armamentística doméstica, respaldada por financiación europea, han mitigado las carencias de personal y ayuda militar extranjera.
Ucrania también deposita grandes esperanzas en una mayor implicación europea, considerada por muchos como largamente retrasada. Kovalenko y otros analistas creen que la inversión europea en la creciente producción de defensa de Ucrania tiene un potencial especialmente grande. Sin embargo, persiste el escepticismo sobre si las fuerzas europeas de paz, planteadas por Francia y el Reino Unido podrían disuadir una futura agresión rusa, dado el enfoque cauteloso de los líderes europeos y el estado de sus ejércitos.
Por ahora, Ucrania se está recalibrando, apoyándose en su propia resiliencia y en socios regionales mientras espera que la economía y la cohesión interna de Rusia también puedan resquebrajarse bajo la presión. La guerra sigue siendo una prueba agotadora de resistencia, pero el rechazo de Ucrania a capitular señala una determinación inquebrantable.
“Será muy, muy difícil”, afirmó Chornogor. “Pero todos los imperios eventualmente colapsan, y Rusia también lo hará”. Hasta entonces, Ucrania podría tener que seguir luchando, decidida a asegurar su futuro, incluso sin su antiguo aliado.
✕
Accede a tu cuenta para comentar