El Estado Islámico amenaza al régimen chino por la "opresión" a los uigures

“¡Esperen el tormento que se avecina, oh enemigos de Allah! No esperes misericordia de nosotros, ni siquiera una mera oferta de paz. Deja de lado tus pensamientos de seguridad. Porque por Alá os prometemos que pronto os enfrentaréis a un ejército para el que la muerte es más querida en el curso de la maximización de vuestros cadáveres que la vida cómoda en la que se incrementa la opresión contra sus hermanos en la fe”.

El Estado Islámico, a través de su franquicia en Afganistán y Pakistán (ISPK), lanza una amenaza de atentados contra el régimen comunista chino por la opresión que, según detallan, sufren los musulmanes uigures en la provincia de Xinjiang.

“Así que os damos la buena nueva de la ira de Alá a manos de los soldados de Alá, cuyas aficiones son derramar vuestra sangre y dispersar vuestros miembros. Ni tu economía, tan fuerte como una tela de araña, ni las multitudes de tus soldados pueden protegerte de nuestra venganza. Pronto inundaremos vuestras calles con vuestra sangre. Correr no te beneficiará, esconderte no te salvará, ni podrás soñar despierto con la paz. El caos te espera. Nubes de terror cubrirán tus cielos y tu sangre empapará tu tierra sedienta al igual que la lluvia empapa la tierra después de la sequía”, aseguran en un tono enfático que pretende ser aterrador.

“¡Recuerda, nunca olvidamos, nunca perdonamos! Y continuaremos luchando contra ustedes hasta que la Palabra de Allah sea la más alta y Su ley se cumpla desde donde sale el sol hasta donde se pone. Y en cuanto a lo que concierne a los líderes de los ateos, los cobardes Xi Jinping y Li Zuocheng, buenas noticias para vosotros, oh enemigos de Alá, porque las noches de sueño profundo ya no os acompañarán, y Pekín pronto caerá sobre vuestras cabezas”, subrayan.

El panfleto, publicado a través de su caanal Al Azaim, se titula “Paciencia”, y está dirigido a los uigures, a los que anuncian una pronta liberación. Recuerdan que China negó la presencia de campos de concentración masiva para estas personas hasta 2018, en que aceptó que existieran algunos "campamentos vocacionales y educativos" cuyo único objetivo era "educar" a los musulmanes.

Cuando el Estado Islámico (Daesh, Isis) logró asentar, en 2014, su ·califato” en Irak y Siria, uno de los batallones más temidos eran precisamente el formado por uigures que habían logrado llegar hasta la zona, lo que permitió al régimen chino el carácter terrorista del movimiento.

Sin embargo, Isis trata de dar una imagen pacífica de esta población y asegura que está sometida a un férreo control que llega hasta la obligación de “acoger a un ateo chino que los espíe para asegurarse de que los musulmanes uigures ya no tengan devoción religiosa; monitorear cada movimiento y palabra de los musulmanes a través de cámaras, incluso en esas gigantescas celdas de encarcelamiento; instalar aplicaciones en su teléfono para que el gobierno chino pueda seguir sus actividades en línea y fuera de línea. “El nivel lunático de vigilancia y control de masas ha llegado a tal nivel que incluso los cuchillos de la cocina están soldados con grilletes y fijados a la pared para que no puedan llevar consigo los cuchillos para apuñalar a los comunistas kafir (infieles) fuera de sus casas”, aseguran lod terroristas.