Escándalo

Reino Unido emite las primeras multas por el “partygate”: ¿Qué pasa con Boris Johnson?

Decenas de políticos y funcionarios han sido acusados por las fiestas ilegales después de que el gobierno británico se saltara las normas en la pandemia

El escándalo del “partygate” había dejado en precario el mandato de Johnson antes de que Rusia lanzara una guerra en Ucrania hace más de un mes
El escándalo del “partygate” había dejado en precario el mandato de Johnson antes de que Rusia lanzara una guerra en Ucrania hace más de un mesMatt DunhamAgencia AP

El escándalo del Partygate ha regresado a Westminster. En realidad, nunca llegó a desaparecer. La guerra de Ucrania únicamente lo postergó a un largo letargo. Pero tarde o temprano Boris Johnson sabía que debía hacerle frente. Mientras el foco mediático ha estado puesto en Kiev, Scotland Yard ha seguido adelante con su investigación sobre las fiestas celebradas en Downing Street en pleno confinamiento y ayer anunció que ya tiene listas para su entrega las 20 primeras multas para aquellos que han violado la ley.

La Policía Metropolitana indicó que no divulgará los nombres de los individuos multados ni confirmará qué eventos penalizan las citadas sanciones. No obstante, el Número 10 se ha comprometido a revelar públicamente si el primer ministro figura entre los afectados. Y de ser así, su carrera podría estar en peligro. O, al menos, ese era el pensamiento generalizado entre sus propias filas hace poco más de un mes.

Siempre se había dicho que si el líder tory era finalmente multado no tendría más remedio que dimitir ya que era la prueba inequívoca de que había violado la ley que él mismo había impuesto durante la pandemia. Y, sin embargo, por muy raro que suene decirlo, la percepción que existe ahora en Westminster es que, en última instancia, Vladimir Putin podría haber salvado al excéntrico mandatario británico.

Si en política una semana se considera una eternidad, ya no hablemos de todo un mes, sobre todo si se trata de un mes de conflicto. Antes de que empezara la invasión rusa, el puesto de Johnson se veía insostenible por los múltiples detalles de los festejos celebrados mientras los británicos perdían a sus seres queridos en plena pandemia. Pero su respuesta ante la guerra ha vuelto a afianzar su liderazgo tanto a nivel nacional como internacional.

Las palabras del propio presidente ucraniano Zelensky alabando su apoyo moral -hablan prácticamente a diario- y armamentístico han engullido las críticas. Por lo tanto, se antoja ahora muy improbable que los conservadores vayan a forzar su salida.

De momento, al cierre de esta edición, el primer ministro no había recibido aún ninguna notificación por parte de los agentes. Scotland Yard referirá las multas a la llamada Oficina de Historial Delictivo (ACRO, en inglés), responsable de emitir las sanciones a los individuos implicados, quienes, a su vez, cuentan con 28 días para pagarlas o rebatirlas. Si escogen la segunda opción, la policía tendrá que revisar el caso y decidir si retirar la sanción o trasladarlo a un tribunal.

“Estamos realizando todos los esfuerzos posibles para avanzar en esta investigación con rapidez y hemos completado varias evaluaciones”, dijo un portavoz n un comunicado. En la nota, Scotland Yard apunta asimismo que “debido a la significativa cantidad de material de investigación que ha de ser evaluado, podrían remitirse más casos a la ACRO”.

La Policía Metropolitana ha estado investigando 12 eventos que podrían haber quebrado las reglas de los confinamiento, entre los que figuran tres encuentros en los que estuvo el primer ministro. Como parte de sus pesquisas, los agentes enviaron el pasado febrero más de un centenar de cuestionarios en los que preguntaban a los supuestos implicados por su participación en las celebraciones.

La policía cuenta con más de 300 fotografías y 500 páginas de documentos con supuestas pruebas de las fiestas, que también han sido objeto de una investigación independiente llevada a cabo por la alta funcionaria Sue Gray, quien ya el pasado mes de enero, durante la actualización del tan esperado informe sobre el escándalo del ‘partygate’  determinó que “hubo fallos de liderazgo y de juicio por parte del Número 10 y de la Oficina del Gabinete en diferentes momentos”.

Aunque la alta funcionaria no reveló entonces a ninguna persona concreta ni criticó directamente a ningún político, recalcó que “con el telón de fondo de la pandemia”, al menos “en algunas de las reuniones” se cometió “un grave incumplimiento, no solo de las normas éticas exigibles a los que trabajan en el corazón del Gobierno, sino de las que podían exigirse a la población británica en general”.

Aunque Johnson ha repetido en más de una ocasión ante el parlamento que no ha violado las normas, su autoridad quedó tremendamente cuestionada el mes pasado con la dimisión de hasta cinco altos cargos de su equipo en tan solo dos días -entre ellos su secretario personal y responsable de comunicación-. Algunos medios estimaron entonces que alrededor de 20 diputados conservadores habían enviado  una petición formal para convocar una moción de confianza, que se celebraría si lo piden al menos 54 parlamentarios tories. Pero la tensión entre las filas se ha relajado durante las últimas semanas y la amenaza a su liderazgo parece ya un vago recuerdo del pasado.