Opinión

España y Taiwán: dos democracias por el beneficio mutuo

El comercio entre Madrid y Taipéi se ha estrechado a pesar de la ausencia de relaciones diplomáticas

José María Liu, embajador de Taiwán en España.
José María Liu, embajador de Taiwán en España.Cristina BejaranoLa Razón

Transcurridos tres años y medio desde mi llegada a España como representante de mi país, la República de China (Taiwán), he de decir que mi experiencia aquí ha sido gratamente satisfactoria, ello a pesar de las dificultades derivadas de la inexistencia de relaciones diplomáticas entre ambos gobiernos. En unos tiempos especialmente difíciles, con una pandemia de por medio que paralizó la inmensa mayoría de las actividades previstas, hemos logrado consolidar las relaciones comerciales entre ambos lados incentivando notablemente la promoción en Taiwán de productos españoles, sobre todo de la industria agroalimentaria, tales como la carne de cerdo (España es el principal proveedor de Taiwán), el aceite de oliva (España, segundo país proveedor) y el vino (sexto país proveedor), en cuya exportación continuamos trabajando incesantemente en colaboración con los empresarios españoles.

Ahora mismo, tratando de recuperar por fin la normalidad tras la pandemia de coronavirus, reactivamos nuestras visitas a empresarios de diferentes comunidades autónomas, y volvemos a promover actividades de intercambio cultural antes paralizadas. No hemos dejado tampoco de incentivar nuestra política de becas para que jóvenes españoles cursen sus titulaciones de grado, máster y doctorado o aprendan el chino mandarín en Taiwán. Y facilitamos que profesores e investigadores españoles realicen sus proyectos en colaboración con universidades e instituciones de Taiwán gracias a nuestro programa de becas de investigación «Taiwan Fellowship».

Siguiendo esta misma línea de política de conocimiento mutuo se encuentra nuestro empeño desde hace tiempo por firmar acuerdos con España que faciliten nuestras relaciones en todos los sentidos. Por ejemplo, trabajamos con insistencia en la firma de lo que se conoce como un acuerdo de «Working Holiday», destinado a fomentar y facilitar la movilidad juvenil entre ambas naciones, permitiendo la estancia en el país alternando vacaciones y trabajo. Taiwán ya ha firmado este acuerdo con 17 países, entre ellos Alemania, Gran Bretaña, Bélgica, Francia y Austria en Europa, además de Nueva Zelanda, Australia, Japón y Canadá entre otros, y confiamos en lograrlo también pronto con España.

Además de tratarse de una actividad dirigida especialmente a gente joven, lo cual siempre acaba convirtiéndose en una clara apuesta de futuro, tales acuerdos de «Working Holiday» redundan en una mejor y más eficaz y productiva manera de conocer un país, puesto que permiten al mismo tiempo hacer turismo e integrarse plenamente en la sociedad local, accediendo directamente al mercado laboral.

Un asunto más que dedica nuestra atención es el de la firma de un acuerdo sobre el canje de permisos de conducir entre ciudadanos de ambos países. Ello permitiría convalidar un permiso de conducir expedido en Taiwán para obtener un permiso válido en España, y viceversa. Son en este caso 114 los países o territorios que han firmado este acuerdo con Taiwán, entre ellos Francia, Italia, Portugal, Alemania, Gran Bretaña, Estados Unidos, Canadá y Japón. Y otro objetivo es la firma de otra serie de acuerdos de ayuda judicial mutua, tales como comisiones rogatorias, materia que consideramos de vital trascendencia para la relación entre países, en beneficio de la justicia y la seguridad colectiva.

Somos conscientes de las dificultades de nuestro desempeño diario, pero creemos firmemente que la inexistencia de relaciones diplomáticas no debe empañar ni mucho menos impedir el desarrollo de relaciones sustantivas entre países amigos y de ideas afines, como es el caso de España y Taiwán. La complicada situación internacional que nos ha tocado vivir nos demuestra que todas las democracias hemos de remar, hoy más que nunca, en la misma dirección. Sabemos que queda un amplio margen para trabajar, y lo vamos a seguir haciendo. Como representante de Taiwán en España, es un gran motivo de satisfacción personal dedicar mi trabajo a la búsqueda del beneficio mutuo para ambos pueblos, a los que amo y entre los que tengo repartidos mi hogar y mi corazón.