Gran varapalo para Rishi Sunak de cara a las elecciones: Reino Unido entra en recesión técnica

El premier Rishi Sunak había convertido el “crecimiento económico” en una de sus cinco promesas claves para este mandato, por lo que el hecho de que Reino Unido haya caído en recesión supone un varapalo para un liderazgo ya más que cuestionado en la antesala de unos comicios previstos para finales de año, donde todas las encuestas predicen el fin de la era conservadora tras más de trece años en el poder.

La economía se contrajo un 0,3% entre octubre y diciembre de 2023, según los datos publicados ayer por la Oficina Nacional de Estadísticas. Esta caída en el cuarto trimestre siguió a una caída del 0,1% en el tercer trimestre. Dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo suponen la definición técnica de recesión. Es la primera vez que el Reino Unido entra en recesión desde que lo hiciera en la primera mitad de 2020, debido a los efectos de la pandemia.

El amplio consenso es que será corta y superficial. Lejos de caracterizarse por despidos masivos o estancamiento salarial, el desempleo sigue cerca de mínimos históricos, hay más de 900.000 puestos vacantes en juego y los aumentos salariales (aunque se están desacelerando ligeramente) están superando cómodamente a la inflación en este momento. No obstante, no evita la pesadilla política para el líder tory, que basó su mandato en la idea de volver a encarrilar la economía y generar crecimiento.

El próximo mes, el Gobierno presenta los Presupuestos Generales del Estados y podría tratarse de la última gran cita antes de unos comicios para los que todavía no hay fecha fija. Tras conocer los resultados, el ministro de Economía, Jeremy Hunt, dijo que el bajo crecimiento “no es una sorpresa” mientras el Banco de Inglaterra mantenga altos los tipos de interés para bajar la inflación.

Por su parte, la portavoz laborista de Economía, Rachel Reeves, señaló que la promesa de Sunak “está ahora hecha trizas”. El jefe del Gobierno "ya no puede decir que su plan funciona", declaró Reeves, que defendió que solo su partido "tiene un plan a largo plazo para más empleos, más inversión y facturas reducidas".

Los titulares de recesión coincidieron ayer con dos elecciones parciales donde se da prácticamente por hecho que los tories perderán su escaño. La "by election" de Wellingborough tienen lugar después de que el parlamentario conservador Peter Bone se viera obligado a dimitir después de que una investigación confirmara las acusaciones de intimidación y conducta sexual inapropiada contra un miembro de su equipo. Para robarle el asiento al Gobierno, la oposición laborista necesita un aumento de 17,9 puntos porcentuales en su proporción del voto, lo que equivale a que cambien de bando 18 de cada cien personas que en 2019 votaron por los conservadores.

Por su parte, las "by election" de Kingswood fueron provocada por la renuncia del ex secretario de Estado de Energía Chris Skidmore en protesta por el plan de Sunak de promover la extracción de petróleo y gas en el Mar del Norte. Para hacerse con esta plaza, los laboristas de Keir Starmer necesitan aumentar su porcentaje de voto en 11,4 puntos porcentuales, lo que lograron en citas electorales previas en otros puntos del Reino Unido.

Sunak ha perdido cuatro escaños conservadores en elecciones parciales desde que asumió el cargo como primer ministro en octubre de 2022. Parecería una locura forzar su dimisión cuando apenas quedan meses para las generales, pero nada se descarta en una formación cada vez más nerviosa.