Conflicto en Sudán
El jefe del Ejército de Sudán se abre a dialogar con los paramilitares tras cinco meses de guerra
Abdelfatá al Burhan se embarca en una gira diplomática para recabar apoyos internacionales en el marco de la Asamblea General de la ONU
El jefe de las Fuerzas Armadas sudanesas y líder de facto del país, el general Abdelfatá al Burhan, ha manifestado su disposición a negociar la paz con las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés), con quien está enfrentado desde abril por el control del país.
«Estamos listos para negociar. Si la dirección de las fuerzas amotinadas tiene voluntad de volver a entrar en razón y retira sus tropas de las zonas residenciales y las devuelve a los cuarteles nos sentaremos con cualquiera de ellos (...) en cuanto cumpla con lo pactado en Yeda y nos sentaremos a resolver este problema», ha afirmado en declaraciones a la BBC en referencia al líder de las RSF, Mohamed Hamdan Dagalo, alias Hemedti.
Además, Al Burhan ha negado que Sudán sea un «Estado fallido» como Somalia o dividido, como Libia. «Sudán seguirá estando unido. Sudán seguirá siendo un estado intacto, no un estado fallido. No queremos lo que ha pasado en otros países como los que ha mencionado usted. El pueblo sudanés está unido ahora tras una sola causa que es poner fin al motín ya sea pacíficamente o en combate», ha argumentado.
Al Burhan ha reiterado por otra parte su confianza en la victoria, aunque ha reconocido que sus fuerzas han sido expulsadas de la capital, Jartum. «Las misiones diplomáticas, ministerios y organismos oficiales no pueden desarrollar sus funciones con normalidad en Jartum. Es una zona de guerra y hay francotiradores y operaciones militares en marcha. Por ello ninguna organización puede trabajar en Jartum», ha apuntado.
Esta semana se ha anunciado el traslado de la sede del Gobierno a Puerto Sudán. En cuanto a los ataques deliberados contra civiles, Al Burhan ha subrayado que «no es cierto». «Hay noticias inventadas por los rebeldes. Bombardean a los civiles y lo graban como si hubieran sido las Fuerzas Armadas. Somos fuerzas profesionales. Trabajamos con precisión y escogemos nuestros objetivos en zonas en las que solo está presente el enemigo. No bombardeamos a civiles y no atacamos zonas residenciales», ha asegurado.
Al Burhan ha realizado estas declaraciones tras su intervención ante la sesión anual de la Asamblea General de la ONU que se celebra estos días en Nueva York. El dirigente militar se ha embarcado en una gira diplomática para recabar apoyos internacionales. Se ha reunido incluso con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.
Mientras, Hemedti –quien mantiene fuertes vínculos con el grupo de mercenarios Wagner– ha publicado la semana pasada un vídeo en el que afirma también estar dispuesto a abrir un proceso político para resolver un conflicto que, según la ONU, ha dejado más de 5.000 muertos y más de cinco millones de desplazados.
Las hostilidades estallaron el 15 de abril en el marco de un aumento de las tensiones en torno a la integración de las RSF en el seno de las Fuerzas Armadas, parte clave de un acuerdo firmado en diciembre para formar un nuevo gobierno civil y reactivar la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 de Omar Hasán al Bashir, dañada por el golpe de Estado de octubre de 2021, en el que fue derrocado el primer ministro de unidad, Abdalá Hamdok.
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