Diplomacia
Kamala Harris comienza una gira africana para contrarrestar la influencia china
La vicepresidenta de Estados Unidos se reunirá con los presidentes de Ghana, Tanzania y Zambia en busca de oportunidades que estrechen las relaciones entre países
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, comenzó este sábado una gira africana que le llevará a Ghana, Tanzania y Zambia entre el 25 de marzo y el 1 de abril. Esta será la primera vez que visite el continente africano desde su jura de la vicepresidencia en 2021, mientras fuentes próximas a la Casa Blanca aseguran que la máxima prioridad de Harris en su visita será contrarrestar la (siempre) creciente influencia de China en África. Se reunirá con los presidentes de los tres países y discutirá temas relacionados con el desarrollo económico, la seguridad alimentaria, el cambio climático y el número ascendente de la población joven.
La tensión reinante entre China y Estados Unidos,cuya batuta lleva Harris por la parte norteamericana, busca así un nuevo campo de juegos en África. "No les estamos pidiendo a nuestros socios en África que elijan", dijo un alto funcionario a la agencia Reuters al describir la competencia con China, aunque agregó que EE. UU. tiene "preocupaciones reales sobre el comportamiento de China en África" y sus tratos comerciales "opacos". La postura de Estados Unidos frente a la actuación china en África se ha mantenido constante a lo largo de los años. A sabiendas de que el gigante asiático había donado más de 41.000 millones de dólares al continente menos favorecido, el expresidente Bill Clinton llegó a hablar de un “nuevo colonialismo” en África, haciendo referencia al la doble cara de la moneda china: inversión y explotación.
Ghana, la primera parada de Harris, ha recibido ingentes cantidades de inversión china asociada a presas hidroeléctricas, carreteras y extracción de petróleo. Ghana está además considerada como uno de los tres países africanos con más inversión china. Zambia, la última parada en la gira de la vicepresidenta, también entra dentro de este grupo de tres naciones que completaría Nigeria. Además de haber invertido 2.100 millones de dólares en el sistema de defensa zambiano, el país asiático ha desarrollado programas sanitarios, carreteras y construcciones civiles y de presas hidroeléctricas. Todo ello para conseguir extraer generosas cantidades de cobre en colaboración con el gobierno de Zambia, hasta el punto en que, hoy, China es el segundo mayor receptor de las exportaciones de cobre zambiano (en términos oficiales recibe en torno a 2.000 millones de dólares en cobre, sólo por detrás de Suiza).
Pero no es oro todo lo que reluce con la etiqueta China. De los 17.000 millones de dólares de deuda que sostiene Zambia, 6.000 millones se los debe a China. Es un dinero que cuesta pagar. Y, desde la crisis del coronavirus, pagar es sencillamente imposible. Es por esta razón que la Secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, solicitó a China que reestructurase la deuda del país en el pasado mes de enero, considerando que semejante paquete de deuda frena, si no impide, las posibilidades del progreso por parte de Zambia. Harris se ofrecerá al país africano como una alternativa holgada a la deuda china, así y como un fuerte aliado para hacer frente a los desajustes financieros que sufren los de Lusaka.
Al igual que Francia y Rusia, Estados Unidos ha entrado de lleno en el ejercicio de una ofensiva diplomática en territorio africano. El secretario de Estado, Antony Blinken, ya ha visitado el continente dos veces desde el inicio de la guerra en Ucrania: Sudáfrica, República Democrática del Congo, Níger, Etiopía y Ruanda han sido sus destinos escogidos, donde Blinken se ha servido como mediador en los conflictos que azotan a estos países. Kamala Harris parece ser la encargada de combatir a China en el campo de batalla diplomático, igual que ocurre en Taiwán, a la que Blinken establece una imagen de Estados Unidos apaciguadora e interesada en los problemas africanos.
La vicepresidente se reunirá también con representantes de la juventud de los tres países, a sabiendas de que la edad media del continente es de 19 años y que la mitad de la población joven del mundo será africana en las décadas venideras. Los representantes de prensa de la Casa Blanca han querido señalar que el objetivo de la administración estadounidense es el de profundizar y reconfigurar las relaciones entre Estados Unidos y África, buscando, no sólo conceder paquetes de ayuda, sino situar el continente como un lugar apto para el crecimiento y la inversión.
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