Bruselas
Meloni se rebela contra el reparto de cargos en la UE que margina a Italia
La primera ministra italiana es uno de los mandatarios que obtuvieron mejores resultados en las recientes elecciones europeas
La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, criticó el acuerdo alcanzado este martes entre populares, socialdemócratas y liberales para el reparto de altos cargos en la Unión Europea, dejando al margen de las negociaciones al resto de bloques en el Parlamento Europeo, incluido el de los Conservadores y Reformistas (ECR) que lidera la jefa del Ejecutivo italiano y que representa la tercera mayor fuerza en la Eurocámara.
“Ningún demócrata auténtico que crea en la soberanía popular puede considerar aceptable que en Europa se intentasen negociar sobre las altas posiciones incluso antes de ir a las urnas”, denunció Meloni en una comparecencia ante la Cámara de Diputados previa a la reunión del Consejo Europeo del jueves y el viernes.
Con semblante serio y flanqueada por sus dos vicepresidentes, el secretario de la Liga, Matteo Salvini, y el líder de Forza Italia, Antonio Tajani, Meloni calificó de “error importante” el pacto alcanzando entre las familias europeas tradicionales, que ha excluido a los conservadores y a Identidad y Democracia, el grupo de ultraderecha al que pertenecen Salvini y el partido de la francesa Marine Le Pen.
Un acuerdo “impuesto” por “una mayoría frágil” que “probablemente tendrá dificultades en los próximos años”, que deberá ser refrendado en la cumbre de jefes de Estado y de gobierno que se celebra esta semana en Bruselas, y que se traducirá con toda probabilidad en el reparto de las presidencias de la Comisión Europea y del Consejo Europeo, así como el nombramiento del Alto Representante de Política Exterior.
En cuestión de semanas, Meloni ha pasado de ser la única jefa de Gobierno en salir reforzada tras las elecciones europeas, a quedar excluida de las negociaciones informales donde se decide la cúpula comunitaria. “Algunos dijeron que no había que hablar con algunas fuerzas políticas”, recordó irritada la primera ministra, que denunció que “la lógica de las camarillas, donde una parte decide por todos” haya prevalecido sobre “la lógica del consenso”. “Algo que he impugnado en nombre del Gobierno italiano y no pienso compartir”, avanzó, sin aclarar cuál será la posición de Italia en la próxima reunión y si finalmente se abstendrá.
Roma reclama desde hace semanas una vicepresidencia y una cartera importante dentro del Ejecutivo comunitario, especialmente en el ámbito económico, que se deberá decidir en una segunda fase de las negociaciones. Algunas fuentes aseguran a medios italianos que el país transalpino tendrá una “vicepresidencia de peso” en el nuevo Ejecutivo comunitario, pero para el Gobierno de Meloni la exclusión de las negociaciones informales, así como el anuncio antes de la reunión oficial, es un desprecio que no merece un país fundador como Italia.
En este sentido, la primera ministra italiana lanzó un llamamiento a la oposición para que “reconozca lo que corresponde a Italia como nación, no al Gobierno”. “Si hay un hecho indiscutible que sale de las urnas es el rechazo a las políticas llevadas a cabo por las fuerzas políticas en el Gobierno de muchas de las grandes naciones europeas, que son también en muchos casos las fuerzas que han dictado las políticas europeas de los últimos años”, recordó la jefa del Ejecutivo italiano. “El mensaje que los italianos nos han dado con su voto es claro y no tenemos intención de que caiga en saco roto”, añadió.
“El nuevo Parlamento”, que asumirá sus funciones a mediados de julio, “es el resultado de las indicaciones expresadas en las urnas […] de la que extraer indicaciones importantes”, recordó Meloni, al mismo tiempo que subrayó que “nadie” considera a estas alturas que Europa “está bien como está”, sino que es el momento de adoptar “un camino diferente”.
La primera ministra abogó por la necesidad de “comprender los errores del pasado” y reclamó cambios para el “gigante burocrático” en que, a su juicio, se ha convertido la UE, en favor de “una Europa más concreta y menos ideológica”. Una UE que los ciudadanos europeos sienten lejana a sus intereses, según la primera ministra, como demuestra la alta abstención registrada en los comicios celebrados a principios de junio.
La “desafección” de los ciudadanos “se ha materializado también en una abstención” que “no puede dejar indiferente” a la clase dirigente en la UE que parece “tentada a barrer el polvo debajo de la alfombra siguiendo una lógica decepcionante”, denunció Meloni, recordando que en Italia votó menos del 50% de los electores, la participación más baja jamás registrada.
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