
Guerra comercial
Meloni viaja a la Casa Blanca en plena crisis arancelaria
La «premier» italiana aprovechará su buena relación con Trump para proponerle un acuerdo entre EE UU y la UE

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, viaja hoy a EE UU para reunirse con el presidente estadounidense, Donald Trump, con el objetivo de abordar las políticas arancelarias impuestas por Washington a la Unión Europea (UE), que han provocado una caída generalizada de las bolsas internacionales.
La suspensión durante al menos 90 días de los aranceles ha dado un respiro a las capitales y los mercados europeos, pero la misión de la mandataria italiana será conseguir que la moratoria temporal anunciada recientemente por el presidente estadounidense sea indefinida: Meloni se reunirá con Trump en la Casa Blanca para proponer al mandatario estadounidense un acuerdo de «cero aranceles» industriales entre Estados Unidos y los países de la UE.
«La negociación debe comprometernos a todos y a todos los niveles, también a nosotros», defendió Meloni en un encuentro con empresarios italianos, a los que convocó para evaluar el impacto de los aranceles en sus productos. «Creo que es una decisión absolutamente equivocada de la Administración de Trump. Las economías occidentales están fuertemente conectadas y políticas proteccionistas tan incisivas acabarán dañando tanto a Europa como a EE UU», con especiales riesgos para «empresas particularmente estratégicas», como la automovilística y la agrícola.
La primera ministra italiana sugirió que podría apoyar la iniciativa presentada por la presidente de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, de cero aranceles para bienes industriales, que podría suponer una solución positiva para todas las partes. «El reto a explorar es el que Italia apoya y que la presidente Von der Leyen ha propuesto: la posibilidad de eliminar los aranceles recíprocos a los productos industriales existentes con la fórmula ‘cero por cero’», adelantó Meloni.
Ante los empresarios italianos, la líder ultraderechista hizo un llamamiento para trabajar por una mayor integración de las economías europeas para proteger el mercado interno del desafío que supone la «sobreproducción» de China y cargó contra el Pacto Verde de la UE que, según Meloni, perjudica el sistema productivo favoreciendo otros mercados, especialmente los asiáticos.
Tras el anuncio de Trump de imponer un nuevo impuesto comercial del 20% a la UE, Bruselas contraatacó con aranceles a un millar de productos estadounidenses por valor de 21.000 millones de euros. Sin embargo, Italia insiste en la necesidad de encontrar una solución pacífica y «negociada» a la guerra comercial abierta por el «tycoon», que permita rebajar la tensión y reducir el impacto en los mercados europeos. La posición de la mandataria italiana, probablemente la líder europea más cercana al inquilino de la Casa Blanca junto con el húngaro Víktor Orban, difiere así de la anunciada por sus aliados europeos como el presidente francés Emmanuel Macron, mucho más beligerante.
«El objetivo es llegar a una situación en la que el presidente Trump revierta su decisión», reconoció Macron durante una reciente visita a Egipto. «Si eso implica pasar por un momento en el que tengamos que explicar que estamos dispuestos a responder, habrá que asumirlo», añadió. «Francia y Europa nunca quisieron el caos».
Meloni, por el contrario, se mantuvo lejos de condenar los aranceles de Trump tras el anuncio del republicano, lo que despertó la ira de la oposición italiana, que acusó a la primera ministra de ser incapaz de condenar una medida que afectará gravemente a las empresas transalpinas, ya que las ventas de productos italianos a EE UU representaron un 10% del total de las exportaciones en 2024.
En una reciente entrevista al «Financial Times», la primera que concede a un diario extranjero desde que asumió el poder en 2022, Meloni se sumó a las críticas de Trump contra la UE y criticó la falta de estrategia política y económica del bloque comunitario, que le impide actuar con rapidez ante eventuales crisis. «No es fácil enfrentarse a alguien que en un solo día puede firmar cien órdenes ejecutivas», señaló en referencia a la capacidad del presidente estadounidense de aprobar medidas.
La afinidad política de Meloni con Trump la convierte en la única capaz de mediar ante el inquilino de la Casa Blanca, según el entorno de la primera ministra y de los medios conservadores, que han encumbrado a la mandataria italiana como «puente» entre Washington y Bruselas. Su próximo viaje a Washington contaría con el beneplácito de Von der Leyen y de algunos líderes europeos, como el futuro canciller alemán, Friedrich Merz. Sin embargo es en París donde la anunciada visita de Meloni ha hecho saltar todas las alarmas. El ministro de Industria francés advirtió recientemente que la líder italiana podría negociar en favor exclusivamente de Italia. «Está en riesgo la unidad europea», lanzó.
Unas sospechas a las que respondió Antonio Tajani, ministro de Exteriores del Gobierno Meloni. «Las negociaciones son de competencia exclusiva de la Comisión, pero podemos ayudar a la UE intentado que los negociadores estadounidenses tengan una actitud positiva», zanjó el también vicepresidente del Partido Popular Europeo (PPE).
La primera ministra italiana se reunirá este viernes con el vicepresidente de EE UU, J.D. Vance, al día siguiente de su esperado encuentro en Washington con Donald Trump. La visita de Vance a Roma, sobre la que se especulaba desde hace días, fue confirmada el domingo por la oficina de prensa de la presidencia del Gobierno, al incluir el encuentro en la agenda semanal de la mandataria, aunque sin especificar una horario para la misma.
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