El Salvador
Muere un exasesor de seguridad de Bukele al que acusó de ser un «agente doble»
La abogada de la familia del detenido Alejandro Muyshondt denuncia que su cadáver muestra «evidencias de tortura»
Un nuevo escándalo ha salpicado al popular presidente de El Salvador, Nayib Bukele, días después de sellar su reelección por medios inconstitucionales para un segundo mandato de cinco años en unos comicios deslucidos por las numerosas irregularidades registradas durante el proceso. Alejandro Muyshondt, el exasesor de Seguridad Nacional del Gobierno que fue detenido en agosto por los delitos de revelación de hechos, actuaciones o documentos secretos y favorecimiento de la evasión en beneficio del expresidente Mauricio Funes, falleció bajo custodia de las autoridades el miércoles 7 de febrero.
Muyshondt estuvo hospitalizado la mayor parte del tiempo desde su detención tras haber sufrido un accidente cerebrovascular, informa el diario La Prensa Gráfica. Su familia había insistido a lo largo del procedimiento en su contra que tenía estatus de desaparecido. Nunca conocieron su paradero, por lo que solicitaron en noviembre un habeas corpus. No llegaron a recibir una respuesta favorable por parte de la Corte Suprema de Justicia.
Ahora, la abogada de la familia, Lucrecia Landaverde, denuncia que su cadáver presentaba señales de tortura. «Existe un océano de dudas de cómo sucedió el deceso de esta persona. El cuerpo, además, tiene múltiples hematomas, múltiples evidencias de que fue de alguna manera torturado», denunció ante los medios de comunicación en compañía de Patricia Álvarez, madre de la presunta víctima.
Landaverde dijo haber visto «los golpes» y «los hematomas». Aseguró que el cadáver presentaba «agujeros» y que parecía que le habían practicado «una lobotomía». «¿Qué era lo más preciado que tenía mi hijo?», preguntó retóricamente Álvarez, visiblemente afectada. «Su inteligencia, pero lo silenciaron, lo silenciaron a la manera de Klaus Barbie del tiempo nazi, haciéndolo vejámenes en su salud», denunció en alusión al criminal de guerra nazi conocido por torturar hasta la muerte a Jean Moulin, icono de La Resistencia francesa frente a la ocupación alemana.
Señaló Landaverde que la familia de Muyshondt no había podido sepultar su cuerpo por la falta de documentación del hospital público al que fue conducido por las autoridades. En el centro médico, según la abogada, las pruebas del traslado desaparecieron. «Nos entregan el cuerpo el día de ayer [jueves], pero ocultaron y desaparecieron la información del Hospital Saldaña, donde supuestamente falleció, y no tienen ni un solo papel que nos permita acreditar que falleció allí o que al menos haya tenido alguna atención médica en ese lugar», explicó. Además, les dijeron en una sede de la Fiscalía que todavía no habían realizado la autopsia cuando el Instituto de Medicina Legal (IML), ente forense del Estado, les hizo entrega del cadáver, de acuerdo con la versión de la abogada.
La madre de Muyshondt, por su parte, indicó que fuentes del hospital le habían informado que su hijo sufrió un derrame cerebrovascular, que le realizaron una craneotomía «espantosa» y que también tuvo una meningitis bacteriana para lo que «no tenían insumos en el hospital». Según el IML, la causa de muerte fue un «edema pulmonar». «Ese muchachito es un cristo, ninguna madre tuviera que recibir su hijo así», lamentó Álvarez.
La familia de Muyshondt apunta directamente a Bukele. El presidente salvadoreño acusó al que fuera su asesor de seguridad de ser un «agente doble» desde 2019 después de que este señalara a Erick García, diputado del oficialista Nuevas Ideas en la Asamblea Legislativa, por sus presuntos vínculos con las pandillas y el narcotráfico. Unas acusaciones por las que el ya exdiputado está siendo procesado.
Bukele, sin embargo, cargó entonces contra Muyshondt por filtrar «documentos clasificados» tanto a periodistas como a gobiernos y ciudadanos extranjeros y, además, por ayudar a Funes a «evadir la Justicia» y «no ser capturado» en el marco de un proceso judicial por un desvío de fondos millonario.
El expresidente del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, por sus siglas), partido en el que inició su carrera política el propio Bukele, huyó a Nicaragua en 2016 tras recibir asilo político por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Managua acabó concediéndole la nacionalidad nicaragüense, por lo que no puede ser extraditado.
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