Invasión rusa

Nueva oleada de ataque con drones contra Moscú

Rusia derriba dos aviones no tripulados a las afueras de la capital rusa

Los ataques a la capital rusa, lejos de haber remitido, se han intensificado durante las últimas semanas.

El método elegido por Kyiv para sembrar el caos en Moscú no es otro que el uso de drones que suelen explosionar al llegar a la urbe más poblada de Rusia, provocando más daños materiales que humanos en una ofensiva a priori compleja, ya que nadie puede explicar, adía de hoy, el lugar de origen de estas naves no tripuladas.

Nueva oleada de drones contra Moscú

Durante la madrugada pasada los sistemas antiaéreos que controlan la seguridad de la capital volvieron a activarse llegando a derribar a dos de estos aparatos que se aproximaban a Moscú. Los pormenores de la operación de defensa los daba el alcalde de la ciudad, Serguei Sobianin, informando además de que el primero de los drones fue alcanzado por el Ejército ruso muy cerca del aeropuerto internacional de Domodiédovo, al sur de la ciudad.

El segundo fue abatido al oeste de la megápolis, más concretamente en las inmediaciones de la autovía que une Moscú a la capital de Bielorrusia, Minsk, muy concurrida en esta época del año.

Los datos ofrecidos por el regidor de la ciudad fueron confirmados poco después por el ministerio de Defensa ruso, que informaba además de la ausencia de víctimas y daños materiales, atribuyendo a Ucrania el intento de perpetrar en la capital rusa “un ataque terrorista”.

El anterior ataque, de similares características, tuvo lugar el pasado domingo y el dron no llegó a alcanzar su objetivo al ser derribado en pleno vuelo. Los rusos siguen teniendo presentes los impactos sufridos el 30 de julio y el 1 de agosto contra rascacielos del distrito financiero de Moscú, llamado Moskva-City, y en los que un vigilante de seguridad resultó herido.

Hace menos de diez días, un ataque con un dron dañó dos plantas de un importante y alto edificio de Moscú en el distrito financiero. Al día siguiente, el 1 de agosto, volvió a repetirse un ataque contra la planta 21 del mismo bloque, conocido como "Ciudad de Moscú".

A pesar de las amenazas, los residentes en la capital suelen restar importancia al peligro que podría suponer un incremento de los drones enviados por Kyiv. La ausencia de víctimas y la mayor presencia de las Fuerzas Armadas en los alrededores de las grandes ciudades no han trastocado los planes de los rusos, que suelen pasar en la calle la mayor parte del tiempo libre, aprovechando las altas temperaturas de este verano.

Explosión en Moscú

Horas después, no muy lejos del lugar de los hechos, se producía una impresionante explosión en una fábrica a 75 kilómetros al noreste de Moscú, en la localidad de Serguei Posad. Según algunos medios rusos, la deflagración no ha dejado víctimas mortales pero sí numerosos heridos, que podrían superar los 56 estimados en una primera evaluación comunicada por el gobernador de la región de Moscú, Andrei Vorobiov. La planta, que ha quedado completamente destruida, se dedicaba a la fabricación de equipos ópticos y su explosión no guarda relación con los ataques lanzados desde Ucrania. Al parecer, lo ocurrido pudo deberse a la falta de seguimiento de las normas de seguridad y a la cercanía a una fábrica de pirotecnia. La explosión se ha sentido en los alrededores debido a la onda expansiva que ha provocado la rotura en los edificios de alrededor. El Comité de Investigación ruso ha abierto una causa penal por violación de las reglas de seguridad industrial de instalaciones de producción peligrosas, que provocaron un incendio momentos después.