Defensa

Polémicas maniobras de Suráfrica con Rusia y China en el aniversario de la guerra de Ucrania

En los ejercicios navales, la fragata rusa «Admiral Gorshkov» lanzará por primera vez el nuevo misil hipersónico Zircon

La fragata Almirante Gorshkov armada con misiles hipersónicos Zircon, durante un ejercicio en misión de combate, en el Océano Atlántico.
La fragata Almirante Gorshkov armada con misiles hipersónicos Zircon, durante un ejercicio en misión de combate, en el Océano Atlántico.Agencia EFE

Las maniobras navales conjuntas de Suráfrica, Rusia y China comenzarán hoy en aguas de la costa oriental surafricana, a pesar de la preocupación de Washington y la condena de Ucrania. Los ejercicios, denominados «Mosi», que significa «humo» en la lengua local tswana, están previstos hasta el 27 de febrero. Los críticos afirman que estos juegos de guerra servirán para reforzar la propaganda de Moscú en el primer aniversario de su invasión de Ucrania.

Mientras Occidente aumenta sus envíos de armas para ayudar a Ucrania a defenderse de la invasión rusa, Suráfrica comienza esta semana los juegos de guerra con buques rusos. Se trata de la segunda vez que las tres naciones celebran un ejercicio naval conjunto, ya que el primero tuvo lugar en noviembre de 2019 en el suroeste de Suráfrica, en el Océano Atlántico.

Para esta ocasión, la fragata rusa «Admiral Gorshkov» llegó a Ciudad del Cabo a principios de la semana pasada luciendo las letras «Z» y «V» en sus costados, siglas que marcan las armas rusas en los frentes de Ucrania y que se utilizan como símbolo patriótico. La presencia del buque de guerra ha suscitado una gran controversia por ir armado con los últimos misiles hipersónicos Zircon, que, según los rusos, pueden penetrar cualquier defensa antimisiles. Según la agencia de noticias estatal rusa TASS, el navío probará uno de estos proyectiles, lo que supondrá el primer lanzamiento de este tipo en un ejercicio internacional.

Los detractores de estos ejercicios afirman que la presencia de militares surafricanos a bordo de la fragata y cerca del primer aniversario de la invasión rusa, es un golpe de efecto para Moscú y una vergüenza para el país del expresidente Nelson Mandela, luchador por la libertad.

Además del «Admiral Gorshkov», participarán en las maniobras marítimas un petrolero ruso de reabastecimiento, una fragata surafricana y tres buques chinos: El destructor Tipo 052D Huainan, la fragata Tipo 054A Rizhao y el buque de reabastecimiento integral Tipo 903A Kekexilihu de la 42ª fuerza de tareas de escolta de la Armada del Ejército Popular de Liberación (ELN).

El destructor de misiles guiados Tipo 052D Nanning de la Armada del EPL llegó a su vez el pasado viernes a Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos) para participar en la Exposición de Defensa Naval y Seguridad Marítima (NAVDEX) por invitación del ejército emiratí. El Nanning forma parte de la 43ª fuerza naval de escolta de la Armada del PLA al Golfo de Adén y a las aguas de Somalia, y acaba de participar en el ejercicio marítimo multinacional AMAN-23, organizado por Pakistán y al que asistieron unos 50 países.

Frente a las críticas de países occidentales, que afirmaban que tal ejercicio suscitaba «controversia», los analistas chinos subrayaron que «China goza de plena libertad para realizar simulacros con cualquier país amigo, y que este en concreto contribuirá a la paz y la estabilidad en la región y a la protección de las rutas marítimas para los buques comerciales, y no está relacionado con conflictos o tensiones en otras partes».

La guerra en Ucrania ha llevado a los países occidentales a trazar líneas geopolíticas y a pedir a naciones de todo el mundo que condenen el conflicto. Pero Suráfrica, que fue una de las 35 naciones que el año pasado se abstuvieron en una votación de la ONU condenando el conflicto, ha decidido adoptar una postura neutral.

La ministra de Asuntos Exteriores surafricana, Naledi Pandor, dio la bienvenida el mes pasado a su homólogo ruso, Sergei Lavrov, y afirmó que Pretoria no se dejaría intimidar para elegir un bando. Sin embargo, la opositora Alianza Democrática afirma que el hecho de que Suráfrica acoja estos simulacros demuestra que ha abandonado cualquier pretensión de neutralidad.