La Policía sueca prohíbe una manifestación ante el riesgo de nuevas quemas del Corán

La Policía sueca no autorizó este miércoles la celebración de una manifestación frente a la Embajada de Turquía en Estocolmo ante el riesgo de que se volviera a prender fuego a un Corán como ocurrió el pasado 21 de enero. Aquel suceso protagonizado por el ultraderechista danés-suecoRasmus Paludan provocó la ira del Gobierno turco y desencadenó una serie manifestaciones en varios países musulmanes.

El ambiente de tensión provocado por la quema del libro sagrado musulmán no solo amenaza el ingreso de Suecia a la OTAN por el rechazo del presidente Recep Tayyip Erdogan a que el Parlamento turco dé su visto bueno, sino que ha puesto al país nórdico en el punto de mira del terrorismo yihadista.

Ayer mismo, los Servicios de Inteligencia suecos (Säpo) advertían en un comunicado que “los acontecimientos recientes con amenazas dirigidas a Suecia y los intereses suecos son graves y afectan la seguridad de Suecia. El servicio de seguridad está viendo un aumento en el número de amenazas de ataque en nuestro flujo de inteligencia”.

La alerta de la Säpo se produce dos días después de que la embajada de EE UU en Estocolmo aconsejara a sus ciudadanos en Suecia que tuvieran precaución en lugares públicos concurridos, de culto e instalaciones diplomáticas y advirtiera sobre posibles ataques terroristas en represalia por el reciente incidente de quema del Corán.

La Inteligencia suecia constata que las reacciones después, entre otras cosas, de la quema del Corán habían sido "significativas", especialmente a la luz del deterioro de la seguridad global y de incidentes como la campaña de desinformación del año pasado contra los servicios sociales suecos.

La Säpo considera que Suecia está “más enfocada que antes por el islamismo violento global”, y agrega que “la situación después de los eventos recientes es problemática”.

El nivel de amenaza terrorista de Suecia se mantiene en tres en una escala de cinco puntos, donde ha permanecido desde 2010, con la excepción de un período en 2015 cuando se elevó brevemente a cuatro.

“El nivel de amenaza terrorista se basa en una evaluación a largo plazo, lo que significa que si este desarrollo continúa durante algún tiempo, el nivel de amenaza terrorista puede aumentar”, advierten los servicios de seguridad.