
Guerra en Ucrania
Rusia enfrenta importantes bajas en una "misión suicida" para hacerse con Jersón antes del inicio de las negociaciones
El Kremlin ha intensificado su ofensiva en el margen occidental del río Dniéper

Un alto el fuego temporal en la guerra de Ucrania podría estar más cerca que nunca. La presión ejercida por el gobierno de Estados Unidos sobre Ucrania, especialmente a través de la interrupción del envío de ayuda militar, parece estar dando resultados. El lunes, Donald Trump ordenó la paralización de la ayuda tras reunirse con su equipo, declarando que su objetivo es revisarla para confirmar que "contribuye a una solución".
La respuesta de Zelenski no se hizo esperar. Pocas horas después, el presidente ucraniano accedió a las demandas de Trump, tras un fin de semana de tensas relaciones entre ambos países. Zelenski ofreció una suspensión parcial de las hostilidades en los frentes marítimo y aéreo, además de proponer un canje de prisioneros de guerra. El mandatario ucraniano hizo pública su propuesta a través de sus redes sociales, lo que ha sido interpretado como un acercamiento hacia la administración Trump.
En su mensaje, Zelenski expresó: "Quiero reiterar el compromiso de Ucrania con la paz", respondiendo a las acusaciones de Trump de que Ucrania no estaría interesado en poner fin al conflicto. "Mi equipo y yo estamos dispuestos a trabajar bajo el firme liderazgo del presidente Trump para alcanzar una paz duradera", añadió el presidente ucraniano.
Esta iniciativa había sido planteada previamente el domingo por el presidente francés, Emmanuel Macron, quien, junto al británico Keir Starmer, anunció su intención de elaborar una hoja de ruta junto a Kiev para resolver el conflicto, la cual sería presentada a Trump una vez concluida.

Una misión suicida
Mientras tanto, en el frente, Rusia ha intensificado su ofensiva en puntos clave como el río Dniéper, según informó The Guardian. El medio británico indicó que las fuerzas rusas están intentando apoderarse del río "a cualquier precio" para justificar su reclamo sobre el óblast de Jersón, por donde discurre, y que se encuentra próximo a la península de Crimea.
El gobernador ucraniano de Jersón, Oleksandr Prokudin, explicó a The Guardian que los intentos rusos de cruzar al margen occidental del río son diarios y se están produciendo hasta en cuatro puntos, lo que ha llevado a un incremento de las bajas entre sus tropas. Prokudin añadió que "los rusos saben perfectamente que esta es una misión suicida" y anticipó que con su avance en el río, Rusia busca demostrar su presencia y fortalecer su reclamación sobre la región completa.
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