Rusia recurre a su Aviación de Largo Alcance para apretar aún más a Ucrania desde el aire

Durante tres noches consecutivas, del 23 al 26 de mayo, la sufrida población ucraniana sufrió la tanda de ataques rusos con drones más intensa registrada desde el inicio de la invasión, en febrero de 2022. Las acometidas de los sistemas aéreos no tripulados de ataque unidireccional (OWA UAS, por sus siglas en inglés) eran solo una pieza de un paquete de ataques más amplio, de múltiples ejes y con diversas armas, dirigido especialmente contra la capital, Kiev.

Más de 900 OWA UAS fueron lanzados contra Ucrania durante ese periodo de tres días. El momento elegido fue además muy comentado ya que coincidió con un masivo intercambio de presos entre los dos países.

Estos ataques nocturnos estuvieron repaldados por la Aviación de Largo Alcance (LRA) rusa, incluidos los aviones Tu-95 BEAR-H, y es la primera ocasión en la que se llevaba a cabo esta acción durante varios días seguidos desde el inicio de la invasión, según informes de inteligencia. Algo similar ocurrió en agosto de 2024 y con menos intensidad en abril de 2025.

"La reconstrucción del arsenal ruso tras los ataques previos permite que su LRA esté preparada para llevar a cabo ofensivas como estas con muy poca antelación, en el momento que Rusia elija", explican fuentes de los servicios de inteligencia británicos. Es, en cualquier caso, una prueba más de que Moscú está pensando en todo menos en rebajar la presión sobre Ucrania, tanto mediante la ofensiva militar como por la diplomática.

La Aviación de Largo Alcance (LRA, por sus siglas en inglés) es una rama estratégica de las Fuerzas Aeroespaciales de la Federación Rusa, encargada de realizar operaciones de bombardeo a gran distancia, tanto con armamento convencional como nuclear. Esta fuerza constituye uno de los pilares de la conocida como tríada nuclear rusa, junto con las Fuerzas de Misiles Estratégicos y las Fuerzas Estratégicas Navales.

Entre los efectivos con los que cuenta están algunos de sus mejores cazabombarderos, como los distintos modelos de Tupolev, respaldasdas por sus principales bases aéreas repartidas a lo largo del país.

La LRA ha participado de forma muy activa en la invasión de Ucrania y en maniobras en otros puntos estratégicos de las fronteras de Rusia.