SPD

Scholz cumple dos años de canciller de Alemania con su popularidad por los suelos

Las disputas en la coalición para pactar un presupuesto marcan el congreso del Partido Socialdemócrata

Berlin (Germany), 08/12/2023.- SPD's co-chairman Lars Klingbeil (C) and co-chairwoman Saskia Esken (L) hug each other as they celebrate after being re-relected as the party's co-leaders during the German Social Democrats (SPD) party conference as German Chancellor Olaf Scholz (R) looks on, in Berlin, Germany, 08 December 2023. The first SPD three-day party conference in two years started on 08 December in Berlin. (Alemania) EFE/EPA/FILIP SINGER
El canciller alemán, Olaf Scholz, en el arranque del congreso del SPD en BerlínFILIP SINGERAgencia EFE

El Partido Socialdemócrata alemán (SPD) abrió este viernes su congreso federal ordinario en Berlín coincidiendo con el segundo aniversario de la firma del acuerdo de coalición con Los Verdes y los liberales del FDP y con la publicación, por parte de la televisión pública ARD, de una encuesta que hunde al canciller en mínimos históricos de confianza. Solo el 17% de los alemanes está satisfecho con el trabajo del Gabinete y, lo que es peor, apenas un 20% aprueba el trabajo de Olaf Scholz, lo que supone el peor dato para un canciller desde que en 1997 se empezara a elaborar esta encuesta.

Con estas cifras, el canciller se enfrenta a un congreso lleno de dudas y con la única seguridad de que los presupuestos de 2024, objeto de intensos debates dentro de la coalición, ya no podrán ser aprobados por el Parlamento antes de fin de año. Un nuevo varapalo para el líder socialdemócrata que no augura nada bueno para la dirección del partido, pero que ha dado alas a la oposición, liderada por la Unión Cristianodemócrata (CDU), para presionar al canciller e incluso exigirle que solicite el voto de confianza del Bundestag. «Necesitamos honestidad ahora, ya que este país no puede darse el lujo de continuar así durante dos años», dijo el secretario general de la CDU, Carsten Linnemann, en una entrevista a la cadena ZDF.

En el mismo programa, el secretario general del SPD, Kevin Kühnert, aseguró que Scholz goza de la confianza de todos los sectores del Gobierno de coalición y que unas nuevas elecciones solo traerían mayor incertidumbre al país. «Scholz intenta lo mejor que puede y con enorme compromiso, mantener unido a este Gobierno y llegar a compromisos en repetidas ocasiones», dijo Kühnert antes de que se iniciara el congreso.

El canciller tendrá que tomar nota de lo que suceda durante este fin de semana. Por de pronto, y tal y como estaba previsto, Lars Klingbeil y Saskia Esken fueron reelegidos por dos años más presidentes del SPD. Tras la elección, ambos políticos pidieron una reforma del freno de la deuda para poder realizar las inversiones necesarias. «No podemos financiar grandes tareas generacionales con el presupuesto», afirmó Esken. Respecto a las exigencias de la Unión y del FDP, Klingbeil se opuso a «poner el hacha al Estado de bienestar».

El freno de la deuda se ha convertido en un riesgo para la prosperidad, afirmó Klingbeil. «Mientras otros ponen el turbo hacia el futuro, nosotros en Alemania ponemos el freno de mano», añadió, refiriéndose a los miles de millones en inversiones de Estados Unidos, China, India y Corea del Sur. «Nuestro país es un gigante económico, pero nos estamos poniendo grilletes», afirmó. Ambos líderes también dirigieron unas palabras al líder de la oposición, Friedrich Merz. El líder de la CDU encarna una «política económica de los años 90» neoliberal, aseguró Klingbeil. Esken criticó a la CDU como «la oposición más populista de todos los tiempos» y «a coro de AfD» contra el Gobierno de coalición.

El SPD se encuentra bajo mínimos en las encuestas. De llevarse a cabo ahora elecciones, solo conseguirían el 14% de los votos, frente al 25,7% de 2021. Unos datos que cobran mayor dramatismo, ya que el año que viene se celebrarán elecciones europeas, tres elecciones estatales en Alemania Oriental y varias locales, por lo que es palpable el malestar que vive el partido. Si bien la doble dirección del SPD consideró que su tarea durante los dos primeros años de su mandato fue apoyar a su primer canciller en 16 años en la difícil alianza a tres bandas con Los Verdes y el FDP, ahora las señales apuntan a fortalecer su perfil. Las aplastantes derrotas electorales en Hesse y Baviera, el descontento con la política migratoria y, más recientemente, la crisis presupuestaria están provocando muchas rencillas en la formación.

Mientras, de trasfondo, es evidente la crisis que está viviendo el Ejecutivo de coalición. Tal y como asegura el informativo «Tagesschau» de la televisión pública alemana, no hay mejor hecho que pueda resumir mejor las dificultades de esta alianza que la ausencia del ministro federal de Economía, el ecologista Robert Habeck, en la importante conferencia mundial sobre el clima en Dubái porque se le necesita como vicecanciller en pequeños grupos en Berlín.

En la capital alemana, la alianza tripartita formada por él mismo, Olaf Scholz y el Ministro de Finanzas, Christian Lindner, tiene que ponerse de acuerdo laboriosamente en rondas regulares sobre el presupuesto para 2024. Si no lo logran, las cosas se pondrán difíciles para la coalición de Gobierno alemana y, desde algunas esferas, incluso aseguran que podría ser el punto de ruptura. «Es difícil, pero factible», dicen en círculos gubernamentales.