República Democrática del Congo

Tropas ugandesas ocupan la localidad congoleña de Bunagana ante el escepticismo de la población civil

Las tropas ugandesas forman parte de la fuerza conjunta de la Comunidad Africana Oriental, cuyo objetivo consiste en "estabilizar" la región

RDCongo.- Tropas ugandesas de la EAC se despliegan en Bunagana para supervisar la retirada de los rebeldes del M23
Tropas ugandesas de la EAC se despliegan en Bunagana para supervisar la retirada de los rebeldes del M23.Europa Press

Ni siquiera en la victoria puede República Democrática del Congo cosechar los sabores del triunfo. Con la zona este del país sumida en una profunda crisis provocada por los más de 120 grupos armados en la región, sujeta a una creciente intervención militar de países africanos (Tanzania, Kenia, Uganda, Angola, Burundi y Sudán del Sur), el escenario se complejiza a cada semana que pasa. La última cabriola ocurrió el 31 de marzo, cuando las fuerzas rebeldes del M23 se replegaron de la localidad de Bunagana, que poseían desde el pasado mes de junio, y dejaron paso libre, no al propio Ejército congoleño, sino al Ejército ugandés. Que será, hasta que se cumpla un futuro no especificado, quien controle esta localidad próxima a su frontera occidental.

La versión oficial dictamina que la ocupación de Bunagana por parte de las fuerzas ugandesas (que entraron en la localidad con tanques e incluso sistemas de misiles) será temporal, una garantía pactada con M23 bajo la condición de su repliegue. En los días posteriores al abandono de Bunagana circuló en redes una fotografía donde podían verse, agarrados del hombro y sonrientes, a Willy Ngoma, portavoz del M23, y a un alto oficial ugandés. El hijo del presidente de Uganda comentó la fotografía afirmando que “el M23 son nuestros hermanos”. Teniendo en cuenta que el M23 se trata de uno de los grupos más mortíferos en el este del Congo, estando acusados de perpetrar matanzas contra civiles y de promover violaciones en las zonas rurales, que el hijo del presidente ugandés les califique de hermanos resulta, cuanto menos, sorprendente.

Un repliegue simbólico

Debe aclararse que este repliegue no significa que el grupo guerrillero vaya a deponer las armas, pues ha intensificado su ofensiva en el flanco sur y se encuentra hoy a menos de 20 kilómetros de la ciudad de Goma. Es sólo que han abandonado, al menos de forma temporal, su zona de influencia más próxima a la frontera ugandesa, mientras se tienen noticias de un refuerzo de sus posiciones en Kibumba, más al sur de la citada localidad de Bunagana.

Asimismo, las tropas ugandesas forman parte de una fuerza conjunta de la Comunidad Africana Oriental (EAC por sus siglas en inglés), que se encuentra en territorio congoleño desde noviembre de 2022 con la intención de estabilizar la zona y que agrupa tropas de Kenia, Burundi, Tanzania y Uganda. Uganda ha aportado hasta 2.000 efectivos con esta intención. La fuerza actúa en colaboración con la MONUSCO (misión de la ONU en el país) y se ve sujeta a algunos límites, como puede ser el uso de espacio aéreo congoleño con fines militares o el traspaso de las zonas señaladas previamente por la ONU.

El presidente ugandés, Yoweri Museveni, confirmó a finales de marzo que las tropas ugandesas no fueron enviadas para combatir al M23, sino para “ocupar los territorios cedidos por el M23 a la Comunidad Africana Oriental y actuar como una fuerza neutral” con el fin de “abrir la carretera que lleva de Bunugana hasta Goma”. El uso de fuerza letal ugandesa sólo se dará contra miembros del ADF (Allied Democratic Forces), un grupo de corte yihadista que opera tanto en RDC como en Uganda pero que cuenta con su base principal en el este de RDC.

La coalición de la EAC ha sido ampliamente criticada por activistas congoleños, que no llegan a entender cómo puede su Gobierno confiar en una organización en la que participan dos Estados (Ruanda y Uganda) cuya complicidad en el robo de materias primas congoleñas ha sido probada en repetidas ocasiones. Igualmente, la presencia de un número creciente de fuerzas extranjeras en el este de RDC hace temer que el Gobierno pierda definitivamente el control de la zona, o que estos ejércitos que algunos califican “de ocupación” contribuyan a desestabilizar todavía más el país. Es por esta razón que el trato alcanzado entre el M23 y Uganda ha motivado la esperanza de algunos, deseosos de que Bunagana regrese pronto a las manos congoleñas, pero también ha despertado una confianza evidente, si se tienen en cuenta las relaciones fronterizas entre Uganda y RDC.

Ernest es un comerciante congoleño que vive en la ciudad de Goma y no comprende exactamente cuál es la función de la EAC en el conflicto: “Diría que vienen para ocupar ellos los territorios fronterizos y manejar ellos mismos el contrabando de oro y coltán que practicaba el M23 hasta ahora”. Tanto él como muchos de sus amigos consideran improbable que Bunagana regrese pronto a manos congoleñas: “Siempre excusarán sus actos en que el conflicto sigue vivo, si no por culpa del M23, por el ADF o cualquier otro grupo de la zona. No cederán los territorios hasta que estemos en paz, o hasta que la presión internacional sea demasiado grande”. Algo que, según opina Ernest, no ocurrirá en un futuro cercano.