Elecciones en EE UU

Trump contraataca en su batalla para no ser excluido de las presidenciales a nivel estatal

El expresidente acude al Tribunal Supremo para que retire la prohibición de los estados de Maine y Colorado de concurrir en las urnas

Donald Trump confía en que un falló del Supremo de EE UU revoque las decisiones de Colorado y Maine
Donald Trump confía en que un falló del Supremo de EE UU revoque las decisiones de Colorado y MaineEuropa Press

El expresidente Donald Trump contraataca en medio de las exclusiones de los tarjetones electorales de, al menos, dos estados que amenazan su candidatura para los comicios de 2024. En las últimas horas, el exmandatario dijo al Supremo estadounidense que "el Tribunal Supremo de Colorado no tiene autoridad para negarle" un lugar en la papeleta del estado.

Trump, principal favorito de los republicanos a ganar la candidatura del partido, fue excluido por su rol en los ataques al Capitolio de EE UU el 6 de enero de 2021. Ahora, su defensa argumenta que si se permite que la decisión de la corte de Colorado permanezca, podría ser "utilizada como un modelo para privar del derecho al voto a decenas de millones de votantes en todo el país", dijo.

La Corte Suprema de Colorado dictaminó el 19 de diciembre que Trump no es elegible para ser presidente según la Sección 3 de la 14ª Enmienda a la Constitución, que prohíbe a cualquier persona que haya servido como "un funcionario de los Estados Unidos" y haya prestado juramento previamente para apoyar la Constitución de los Estados Unidos ocupar "cualquier cargo ... bajo los Estados Unidos" si ha "participado en una insurrección". Aprobada por el Congreso en 1866 y ratificada en 1868, la disposición originalmente tenía la intención de descalificar a las personas que habían sido funcionarios gubernamentales federales (o estatales) antes de la Guerra Civil y habían jurado defender la Constitución pero luego sirvieron en la Confederación. La prohibición de servicio solo puede superarse con un voto de dos tercios tanto de la Cámara de Representantes como del Senado.

Ahora, el meollo del asunto está en si esa Sección 3 aplica o no a Trump, y es ese el embrollo que está intentando dirimir el Supremo en una fecha que inició este jueves bajo la figura de “revisión” sobre la decisión de una Corte inferior estatal.

Trump acudió al Tribunal Supremo para instar a los jueces a aceptar la revisión y revertir sumariamente, es decir, sin argumentos adicionales ni audiencia oral, la decisión de la Corte Suprema de Colorado y "devolver el derecho de votar por su candidato de elección a los votantes". El expresidente argumentó que el Congreso, en lugar de los tribunales estatales, debería decidir si alguien es elegible para postularse para presidente. Pero incluso si hubiera un papel para los tribunales estatales en tomar esa determinación, continuó su defensa, “la Corte Suprema de Colorado estaba equivocada: la Sección 3 no se aplica porque el presidente no es un "funcionario de los Estados Unidos" y la presidencia no es un "cargo bajo los Estados Unidos".

Trump también cuestionó la caracterización de la Corte Suprema de Colorado de los eventos del 6 de enero como una "insurrección". Se citaron como ejemplo las protestas de Black Lives Matter en el verano de 2020, afirmando que "en el contexto de la historia de protestas políticas violentas estadounidenses, el 6 de enero no fue una insurrección y, por lo tanto, no hay justificación para invocar la Sección 3". Además, agregó Trump, él "nunca le dijo a sus seguidores que ingresaran al Capitolio", instruyéndolos solo a protestar "pacífica y patrióticamente".

Los 270 votos electorales

Estas decisiones de los estados de Maine y Colorado en Estados Unidos de excluir a Trump marcan un momento sin precedentes en el cambiante panorama político estadounidense. Revelan las crecientes divisiones dentro del ámbito político del país, donde la polarización política en aumento y las batallas legales están definiendo cada vez más la narrativa de la gobernanza nacional y el discurso público.

Par algunos, el más perjudicado puede ser el mismo sistema electoral, porque crecen las voces que hablan de una apariencia de "elección amañada" y pueden hacer que más personas crean que los sistemas de votación son injustos, explican algunos analistas. Incluso Gavin Newsom, gobernador de California, uno de los 30 estados que se negó a sacarlo de la papeleta, dijo que "no hay duda de que Donald Trump es una amenaza para nuestras libertades e incluso para nuestra democracia pero, en California, derrotamos a los candidatos en las urnas". "Todo lo demás es una distracción política", agregó.

No es muy claro tampoco lo que pasaría a nivel de los 270 delegados que se necesitan para ganar la elección presidencial en Estados Unidos vía colegio electoral, pero mientras las Cortes toman sus determinaciones, el tiempo corre en favor de la polarización. Las contiendas estatales para la nominación presidencial del Partido Republicano comenzarán el 15 de enero.