Siria

Trump ordena la retirada total de sus tropas del norte de Siria

El presidente de EE UU acelera la evacuación ante el riesgo para sus soldados de los bombardeos turcos

Tropas estadounidenses y turcas en un puesto fronterizo en la ciudad turca de Akcakale/Reuters
Tropas estadounidenses y turcas en un puesto fronterizo en la ciudad turca de Akcakale/Reuterslarazon

El presidente de EE UU acelera la evacuación ante el riesgo para sus soldados de los bombardeos turcos

Después de años de intervención militar, Estados Unidos confirmó ayer que abandona el norte de Siria. La orden de desalojar a los últimos comandos estadounidenses, tropas de apoyo y oficiales que ayudaban en cuestiones logísticas llegó en la mañana del domingo, por boca del secretario de Defensa, Mark Esper. Con su retirada, los aliados kurdos, que pelearon al lado de los soldados estadounidenses contra el dictador Al Assad y, al mismo tiempo, contra el enemigo común del Estado Islámico, quedan expuestos al demoledor avance de las tropas de Recep Tayyip Erdogan. Una decisión de la Casa Blanca que deja el camino libre al poderoso Ejército turco y ha conmocionado a muchos republicanos.

Impermeable a las críticas, el presidente Trump ha definido su decisión como muy inteligente, debido a «los intensos combates a lo largo de la frontera turca». «Aquellos que nos metieron de forma equivocada las guerras de Oriente Medio», dijo, «todavía están presionando para luchar. No tienen idea de la mala decisión que tomaron. ¿Por qué no piden una declaración de guerra?». También argumentó que «los kurdos y Turquía han estado luchando durante muchos años. Turquía considera al PKK los peores terroristas de todos. Otros pueden querer esumarse. ¡Déjenlos! Estamos monitoreando la situación de cerca. ¡Guerras sin fin!».

En declaraciones al programa de CBS «Face the nation», Mark Esper explicó que «las tropas estadounidenses están atrapadas entre dos ejércitos opuestos que avanzan y la situación es insostenible. Anoche hablé con el presidente, después de discutir con el resto del equipo de seguridad nacional, y ordenó que comenzáramos a retirar nuestras fuerzas». En concreto, según sus palabras, el presidente ordenó la retirada de los aproximadamente mil soldados que permanecían en el norte de Siria, después de conocer que Turquía tiene la intención de expandir su ataque «más al sur de los planeado originalmente y al oeste·, según Esper.

En sus declaraciones, el jefe del Pentágono explicó que hay señales de que las Fuerzas Democráticas Sirias (FSD), la alianza de milicias encabezada por los kurdosirios aliada de Washington, en «está buscando cerrar un acuerdo» con el régimen sirio y el Gobierno ruso para llevar a cabo un contraataque el norte. Pero el anuncio llega apenas dos días después de que Esper prometiera en rueda de prensa que EE UU no «abandonaría» sus socios en la campaña contra el EI.

Por otro lado, dio a entender que las tropas turcas podrían haber cometido crímenes de guerra: «Parecen ser», respondió Esper al ser preguntado en el programa de la CBS sobre si algunas de las conductas de Turquía contra las fuerzas kurdas pueden ser catalogadas de ello, incluyendo ejecuciones grupales de cautivos. «Es una situación muy terrible allá, una situación causada por los turcos. A pesar de nuestra oposición, decidieron hacer esta incursión»,defendió el jefe del Pentágono.

Pero también es cierto, según han informado varias fuentes sobre el terreno a LA RAZÓN, que varios de los enfrentamientos se han desarrollado en las inmediaciones de los destacamentos estadounidenses, poniendo en riesgo la vida de sus soldados. Varios proyectiles y obuses lanzados por las tropas turcas han impactado muy cerca de los puestos o patrullas de EE UU.

Sanciones a Erdogan

En cuanto las críticas recibidas por parte de los senadores y congresistas republicanos, Trump, consciente ya de que Erdogan no reparará en esfuerzos bélicos ni víctimas hasta conseguir su propósito, insistió en que la Casa Blanca está «lidiando con Lindsey Graham y muchos miembros del Congreso, incluidos los demócratas, para imponer poderosas sanciones a Turquía. El Tesoro está listo para funcionar, se puede aprobar legislación adicional. Hay un gran consenso sobre esto. Turquía ha pedido que no lo hagamos. ¡Manténganse al tanto!».

El propio Graham, que ha sido extremadamente crítico con la decisión de Trump, calificó de «buena decisión» del presidente la apertura de negociaciones con el legislativo para «imponer sanciones paralizantes contra la agresión indignante de Turquía y los crímenes de guerra en Siria». «Creo que existe un fuerte apoyo bipartidista para tales sanciones», añadió, «y es imperativo que no permitamos que la agresión de Turquía conduzca a la destrucción de un aliado valioso, los kurdos, y al resurgimiento del Estado Islámico».

Para alimentar más las críticas a la Casa Blanca, ayer se habrían fugado al menos 785 simpatizantes extranjeros del Estado Islámico del campo de Al Issa, en el noreste de Siria, y bajo vigilancia de las fuerzas kurdas. Un ataque lanzado por las tropas turcas proporcionó a los yihadistas un corredor para agredir a los guardias de seguridad y fugarse.

Un portavoz de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), Mustafa Bali, tuiteó que «casi todos los simpatizantes de Estado Islámico han huido del campamento». Las fuerzas kurdas carecen de los guardias suficientes para custodiar Ain Issa, que alberga a familias de yihadistas. El sistema de guardias del campo se ha debilitado desde el inicio de la ofensiva turca porque algunos de los guardias han sido trasladados al frente para combatir contra los rebeldes respaldados por Ankara. Además, el propio campo ha sido objeto de bombardeos que han obligado a huir a parte del personal, según el responsable kurdo Marvan Qamishlo.

«La vigilancia, ahora mismo, es muy débil», ha manifestado. Así las cosas, donde antes estaban destinados más de 700 guardias solo queda una décima parte del personal de custodia. No obstante, las FDS habrían recapturado aproximadamente a cien de ellos. Las autoridades kurdosirias han informado de que han reducido la vigilancia a 12.000 yihadistas y alrededor de 70.000 familiares de combatientes del EI que afirman tener detenidos, para poder luchar contra los turcos.