Política

Atenas

Tsipras impulsa sus relaciones con Rusia pero quiere seguir en la eurozona

El primer ministro griego, Alexis Tsipras (i) saluda a su homólogo ruso, Dmitri Medvédev.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras (i) saluda a su homólogo ruso, Dmitri Medvédev.larazon

l primer ministro griego, Alexis Tsipras, dejó claro que Grecia desea permanecer en la eurozona aunque considera que la visita que hoy concluye en Moscú sentó las bases para relanzar sus relaciones bilaterales con Rusia.

"El objetivo de nuestro Gobierno es que Grecia permanezca en la eurozona", aseveró Tsipras en una clase magistral ofrecida en el Instituto de Relaciones Internacionales de Moscú ante cientos de profesores y alumnos.

También se mostró optimista sobre las posibilidades de conseguir un acuerdo con la Unión Europea en la negociación que mantiene desde su llegada al Gobierno de Grecia a finales de enero con los acreedores internacionales de la antigua "troika".

"Queremos cerrar un acuerdo con la Unión Europea que sea beneficioso para Europa y para nosotros", expuso en su conferencia.

Tsipras, que ayer mantuvo un encuentro con el presidente ruso, Vladímir Putin, se reunió hoy con el primer ministro, Dmitri Medvédev, con quien abordó fundamentalmente aspectos de la cooperación económica bilateral, sobre todo en los ámbitos del comercio, la energía y el turismo.

"Ayer tuvimos un encuentro muy productivo con el presidente Putin, pusimos los cimientos para reiniciar las relaciones entre nuestros países", comentó el jefe del Gobierno heleno al reunirse con Medvédev.

Según Tsipras, Moscú y Atenas han hallado el modo de superar los problemas para las exportaciones griegas a Rusia, afectadas por la prohibición rusa a las importaciones de productos frescos europeos, que el Kremlin decidió en respuesta a las sanciones de la Unión Europea por su política hacia Ucrania.

"Ayer hablamos (con Putin) de las medidas para fortalecer las exportaciones griegas a Rusia. Hemos hallado un modo para superar los problemas en este campo", aseguró Tsipras.

Según recordó ayer Putin, el comercio bilateral entre Rusia y Grecia se redujo el año pasado un 40 por ciento debido a las sanciones entre Moscú y la UE por la crisis de Ucrania.

Las pérdidas para el sector agrícola griego ascienden a 35 millones de euros y, el pasado marzo, Atenas envió una carta a la Agencia Fitosanitaria de importación rusa solicitando excluir de la lista de restricciones temporales productos como la fresa, el kiwi, melocotones, pescado y marisco.

El ministro de Desarrollo Económico ruso, Alexei Uliukayev, declaró que Rusia va a buscar las posibilidades de suavizar el embargo sin contravenir las normas de la OMC.

Tanto Tsipras como Putin abogaron por acabar con la guerra de las sanciones, que ha causado graves daños a las economías de ambos países.

"El círculo vicioso de las sanciones adoptadas contra Rusia, la guerra de sanciones y el incremento de la retórica de la Guerra Fría simplemente nos alejan de la solución", afirmó Tsipras.

Hoy se supo, además, que el presidente ruso regaló a Tsipras un icono antiguo que fue robado a Grecia por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

"El icono fue sacado por los nazis de Grecia, de una catedral ortodoxa, y se encontraba en Alemania. El nazi que se lo llevó fue detenido en 1945 por las tropas del Ejército Rojo y entregado a las autoridades griegas", informó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

"En 1947, fue fusilado en Grecia por las atrocidades que había cometido allí", agregó.

Se trata de una imagen de "San Nicolás el Milagroso y San Espiridón", que un mecenas ruso compró a los herederos del nazi.

Se trata de un regalo muy oportuno en momentos en que el nuevo Gobierno izquierdista griego reclama a Alemania 278.700 millones de euros en concepto de deuda a Grecia por los daños causados en la Segunda Guerra Mundial y el préstamo forzoso que Atenas le dio al régimen nazi, según los cálculos realizados por el Parlamento y el Tribunal de Cuentas helenos.