Escalada en Oriente Medio
La última crueldad de Hamás: la agónica entrega de rehenes
Alberto Spektorowski es profesor emérito de Políticas Universidad de Tel Aviv asegura que ningún Gobierno israelí puede resistir a la presión de las familias de los rehenes, que es mayor incluso a la que pueda ejercer EE UU
¿Esta tregua puede ser el principio del fin de la guerra?
Diría que puede llegar a ser así, aunque aún no estoy seguro de eso. De cualquier forma es probable que este sea el principio del fin de este «round» de violencia, pero lejos de ser el fin de la guerra, que Israel quiere continuar casi a cualquier precio. En un artículo publicado en este mismo periódico en el inicio de la escalada de violencia iniciada por Hamás, advertía que esta guerra ha comenzado muy mal para Israel, empezó con un fracaso colosal de los servicios de inteligencia y de la defensa general por lo que parece difícil que pueda culminar con una victoria decisiva. Más aún teniendo en cuenta los rehenes. No hay ningún gobierno israelí que pueda resistir la presión de las familias de los rehenes. Es más fuerte esta presión interna que la presión americana.
Este acuerdo que se puede alargar 24horas por cada 10 rehenes liberados, ¿permite a Hamás marcar la agenda?
Hamás va a manejar los tiempos de la negociación por los rehenes con la máxima crueldad posible para aumentar la presión de las familias. Eso significa que los tiempos de los ceses de fuego se van a prolongar. A eso hay que agregarle la presión americana. A pesar de que Biden le daría todo el tiempo del mundo a Israel, su partido y la presión de las elecciones que se aproximan lo obligan a pedir una suerte de cese de hostilidades que aunque no se denomine oficialmente cese de fuego. Esto supone un triunfo de Hamás quien va a celebrar la liberación sus presos como si fuera una victoria, y el haber infligido un golpe de consideración casi apocalíptico a Israel. Pero como he dicho en estas páginas esto es únicamente un primer «round». Es el primer «round» que aparentemente puede llegar a ganar Hamás por puntos. No es seguro, pero probable. Pero en cualquier caso sería una victoria pírrica para Hamás. Y ello porque Israel está decidido a exterminar a Hamás. Cualquier gobierno israelí estará comprometido en esta meta. Cueste lo que cueste. En consecuencia, lo que puedo decir de este posible cese de fuego, es que la vida de Gaza y Hamás no va a volver al estado natural anterior al comienzo de la hostilidades. Si antes Israel estaba conforme con el status quo y de alguna forma aceptaba las provocaciones de Hamás (acercarse a la frontera, manifestar, lanzar globos incendiarios etc.) como algo cotidiano con lo que había que vivir y que no había que tomar en cuenta porque en definitiva teníamos un «negocio» con Hamás que le convenía a las dos partes, eso hoy día se acabó. No creo que la Autoridad Palestina tome el control de Gaza, ni que haya ningún factor internacional que se anime. Por lo que quedará Hamás con otro nombre quizás y otros representantes. Pero esta vez será Israel el que buscara constantemente la provocación con Gaza. No dejará que ninguno de los líderes de Hamás se asomen a la ventana. Ninguna manifestación ni acercamiento a la frontera. En pocas palabras, ahora a diferencia de antes, la cárcel virtual de la Franja de Gaza será una cárcel en serio. No me cabe duda que Israel buscará por todos los medios terminar con Hamás y fundamentalmente no descansará hasta ver a los últimos de los túneles de la ciudad subterránea destruidos. ¿La vida en Gaza de la población civil volverá a su curso después del cese de fuego? Lo dudo.
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