Aniversario

Vietnam conmemora 50 años de reunificación con despliegue militar, mientras equilibra relaciones con EE UU y China.

Celebra la efeméride con un gran despliegue militar, mientras equilibra sus relaciones con EE UU y China

Medio siglo después de la caída de Saigón y la reunificación bajo la égida del Partido Comunista, Vietnam lo celebró con un despliegue de poderío militar que resonó en toda la región. Más que una simple conmemoración, el colosal evento fue una declaración de intenciones: una reafirmación del orgullo nacional y una demostración de la capacidad de defensa de la nación. Este hito se desarrolló mientras buscan fortalecer la cooperación en seguridad con Washington para contrarrestar la creciente influencia de China en el Mar de China Meridional, y mantienen una retórica antiimperialista y un sistema político unipartidista.

Un nutrido contingente de efectivos militares y policiales, sumado a una participación civil de cientos de miles desfiló con precisión marcial a lo largo de un bulevar estratégico en Ho Chi Minh, convergiendo hacia el emblemático Palacio de la Independencia. La parada castrense rememoró la toma de Saigón por las fuerzas comunistas y consolidó la narrativa oficial de una victoria concluyente sobre las fuerzas estadounidenses y sus aliados. No obstante, la celebración no estuvo exenta de críticas y controversia. Algunos observadores señalaron que la ostentación de poderío militar podría ser interpretada como una señal de beligerancia en un ámbito regional caracterizado por disputas territoriales latentes.

Vietnam celebrates the 50th anniversary of reunification day
Vietnam celebrates the 50th anniversary of reunification daySTRINGERAgencia EFE

Hace cincuenta años, las puertas de hierro de Saigón cedieron ante el implacable avance del Ejército Popular de Vietnam. La Operación Reunificación, como se conoció en Hanói, culminó el 30 de abril de 1975, con la captura decisiva de la capital del Sur, poniendo fin a décadas de conflicto y dando paso a una nueva era. Este homenaje supuso una demostración diseñada para enviar un mensaje claro: Vietnam es una fuerza a tener en cuenta. La exhibición de Ho Chi Minh ensalzó las tropas curtidas en batalla y un arsenal formidable, incluyendo avanzados aviones de combate y helicópteros de fabricación rusa. Este equipamiento sirvió como un crudo recordatorio del compromiso del país del sudeste asiático con la defensa de su soberanía y la proyección de su poder en la región.«Fue una victoria de la fe» y también de “la justicia sobre la tiranía”, declaró el miércoles To Lam, jefe del partido comunista y máximo dirigente del país, citando uno de los lemas de Ho Chi Minh: «Vietnam y su pueblo son uno. Los ríos pueden secarse, las montañas pueden erosionarse, pero esa verdad nunca cambiará».

Imágenes monstruosas dieron la vuelta al mundo

Durante la guerra, EEUU sometió al país del sudeste asiático a una devastación de una escala sin precedentes, con imágenes monstruosas que dieron la vuelta al mundo. De acuerdo con cifras publicadas por el Ministerio de Defensa vietnamita y reportes de Cruz Roja Internacional, al menos dos millones de civiles vietnamitas fueron masacrados, además de cerca de un millón de bajas de soldados del norte y el sur. La campaña aérea estadounidense arrojó más de 7 millones de toneladas de bombas —una cifra superior a toda la artillería empleada en la Segunda Guerra Mundial—, destruyendo infraestructuras, cultivos y aldeas enteras. La persistente amenaza de los restos de estos explosivos desde el fin del conflicto, ha causado la muerte de más de 40.000 vietnamitas y provocado heridas a otros 60.000, incluyendo un número desproporcionado de niños, miembros de minorías étnicas y agricultores. A nivel regional, las bajas superan las 100,000, evidenciando la magnitud del problema. Asimismo, el uso de armas químicas como el Agente Naranja contaminó al menos 3 millones de hectáreas de tierra y ha causado secuelas médicas en más de 4 millones de personas, según estimaciones de la organización vietnamita VAVA (Vietnam Association for Victims of Agent Orange).

La caída de Saigón, unos dos años después de que Washington retirara sus últimas tropas del país, marcó el final de un conflicto de 20 años. Los comunistas entraron en la capital del Sur prácticamente sin oposición, poniendo fin al derramamiento de sangre que asoló la nación.

Las icónicas imágenes de helicópteros estadounidenses, con el rugido de las palas de sus rotores girando lo más rápido posible mientras luchaban por evacuar personal desde el techo de la embajada, y con tanques de Vietnam del Norte acercándose, siguen siendo un símbolo de las últimas horas desesperadas del conflicto. El último destacamento de Marines partió dejando atrás una nación transformada para siempre. Un año después, la reunificación formal se completó. De las cenizas surgió un nuevo Vietnam forjado en el crisol del conflicto y decidido a asegurar su lugar en el escenario mundial.

Vietnam War Anniversary Final Day in Saigon
Vietnam War Anniversary Final Day in SaigonASSOCIATED PRESSAgencia AP

En los años siguientes, la otrora Joya de Indochina se vio asediada por las consabidas dolencias de una economía centralizada, por la pobreza abyecta y el hercúleo desafío de reconstruir un territorio desangrado por una década de conflicto. La respuesta, un golpe de timón radical: Đổi Mới, o "Renovación". Una apuesta desesperada por insuflar nueva vida a una patria al borde del colapso. Inspirándose en el pragmatismo económico de la China de Deng Xiaoping –eterna aliada y rival– y capitalizando la memoria empresarial aún latente, particularmente en el Sur, Hanói abrió las compuertas a la inversión extranjera, priorizó la revitalización industrial y, en un abrir y cerrar de ojos, se catapultó a tasas de crecimiento superiores al 7% anual, ganándose el apodo de "Tigre de Indochina".

Imán para la inversión extranjera

Cinco décadas después, la antigua zona cero de la Guerra Fría se ha transformado en un imán para la inversión extranjera y un socio estratégico clave de su antiguo némesis, Estados Unidos. Pero, ¿será este floreciente romance una prueba de pragmatismo político o un conveniente olvido de las lecciones más amargas de la historia? Las cifras no mienten: miles de cruces en el cementerio estadounidense, billones de dólares dilapidados y una comunidad dividida. Vietnam fue el pantano donde la superpotencia se atascó, desangrándose en una contienda que socavó su propia legitimidad. Hoy, los mismos campos que una vez fueron rociados con Agente Naranja alimentan una economía en auge, impulsada por el capital estadounidense. "Asociación floreciente", proclaman los comunicados del Departamento de Estado, mientras el comercio bilateral se dispara a cifras asombrosas. Pero detrás de la retórica de la cooperación, yace una cruda realidad geopolítica: el espectro de China. Washington necesita a Hanói para contener la creciente influencia de Pekín, y Vietnam necesita a la administración estadounidense para equilibrar su propia dependencia de la segunda economía mundial.

Vietnam celebrates the 50th anniversary of reunification day
Vietnam celebrates the 50th anniversary of reunification daySTRINGERAgencia EFE

La normalización de relaciones diplomáticas en 1995, culminando con la visita del expresidente Joe Biden en 2023, señalaba una reconciliación aparentemente consolidada, apuntalando la trayectoria económica de Vietnam. Sin embargo, la amenaza latente de controvertidos aranceles del 46% sobre productos vietnamitas, impulsada por la administración Trump, proyecta incertidumbre. Si bien estas medidas proteccionistas permanecen en suspenso, su mera posibilidad introduce un factor de riesgo en el modelo económico vietnamita, intrínsecamente ligado a las exportaciones y la inversión extranjera directa.