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Antonio de Castro y García de Tejada, Halconero Mayor del Reino: “La Monarquía representa un cimiento firme y vertebrador de la estabilidad que necesita nuestra sociedad”

Antonio de Castro y García de Tejada, Halconero Mayor del Reino, entre Massumeh Abdi y Nasrin Zhiyan.
Antonio de Castro y García de Tejada, Halconero Mayor del Reino, entre Massumeh Abdi y Nasrin Zhiyan.Nasrin ZhiyanLa Razón

Hoy en nuestro centro de estética Massumeh, entrevisto al Halconero Mayor del Real Gremio de Halconeros del Reino de España. El Excelentísimo e Ilustrísimo Señor D. Antonio de Castro y García de Tejada, riojano afincado en Madrid ostenta junto con su familia el Señorío del Solar de Tejada, la más antigua dignidad nobiliaria reconocida por la Corona y el Estado español. En el año 2002 fue promovido al oficio honorífico de Halconero Mayor del Reino, cuando el Rey Don Juan Carlos concedió su alto patronazgo mayor perpetuo al Gremio de Halconeros del Reino de España. Practica la cetrería desde la adolescencia y considera este arte cinegético como parte esencial de su desarrollo vital.

Por su importante labor cultural, divulgativa, diplomática y de investigación, promoviendo la amistad entre los pueblos, así como la cultura española en la órbita del Mediterráneo ha sido distinguido con las más altas condecoraciones que concede el Reino de España. Caballero de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III, Gran Cruz del Mérito Civil, Oficial de la Orden de Isabel la Católica, Cruz del Mérito Naval. En el Orden deportivo se ha proclamado Campeón de España de Cetrería en la modalidad altanería en estilo (Sky Trial año 2012), tres veces Campeón de España por equipos (2012, 2015 y 2017). Premio especial al mejor picado del campeonato (Osuna 2012). Subcampeón de España, en la modalidad altanería con perro de muestra (Hervías 2012). Además de campeón de la Rioja, Andalucía, Castilla La Mancha y Subcampeón de la Comunidad de Madrid en la modalidad de altanería en estilo etc…

Enhorabuena Antonio por tu magnifica trayectoria profesional. Tengo entendido que los Reyes Felipe y Letizia son propietarios de un halcón que les regalaron por su enlace matrimonial, halcón que custodia el Real Gremio de Halconeros.

Así es. Fue un regalo cargado de sentido y trascendencia histórica que les regalo la Orden Internacional de Cazadores de San Huberto. Lo eligió uno de nuestros halconeros más comprometidos con los aspectos culturales de la cetrería, DonAntonio Sánchez de León y Cotoner.

P.- En sus redes sociales he podido apreciar alguna foto con el Rey Don Felipe ¿Qué relación tiene con Su Majestad?

R.- La relación que me une al Rey es de respeto y admiración por su espíritu de servicio a España y los españoles. El Rey Felipe es un ejemplo de rectitud en el cumplimiento de sus obligaciones constitucionales. La monarquía representa un cimiento firme y vertebrador de la estabilidad que necesita nuestro país.

P.- ¿Pero usted trata con frecuencia al Rey?

R.- Siempre que, en nombre de Su Majestad, me invitan a algún acto que preside en persona acudo sin dudarlo. Representa para mí un gran honor. El Rey Felipe es realmente cercano y siempre atiende a quien se acerca a saludarle con amabilidad. Creo firmemente que España está al lado de sus reyes, y el Rey constantemente comprometido con sus responsabilidades institucionales que cumple con eficacia, y con un profundo sentido del deber.

P.- ¿Colabora usted con alguna fundación u ONG?

R.- Sí, con una ONG muy importante: con el Ministerio de Hacienda.

P.- La imagen es cada día más importante ¿Cómo cuida su imagen?

R.- La imagen ha sido importante siempre, ya desde la época de las culturas antiguas los más feroces guerreros se cuidaban con los medios que tenían a su alcance. Egipcios, griegos, persas y romanos conocían y usaban ungüentos y aceites.

En la actualidad creo que la mejor imagen es la que genera una buena higiene y educación. La cosmética creo que debe forma parte de la higiene diaria.

P.- ¿Cuáles son sus rituales de estética? ¿Qué producto es su preferido? ¿A qué marca es usted fiel?

R.- ¡Nunca pensé que me fuera a tocar contestar a este tipo de preguntas! Pero lo hago sin problema ninguno. Paso mucho tiempo al aire libre expuesto a las radiaciones solares, al viento, al frío, por lo que uso a diario la crema protectora e hidratante Massumeh. Por otra parte, sigo los consejos de las especialistas de esta firma. El otro día utilicé un Serum de Caviar Hydrolifting y quedé sorprendido. Deja la piel suave, hidratada y fuerte. Sin lugar a duda, los tratamientos que se aplican en el centro de estética Masumeh son magníficos y muy recomendables para relajarte y cuidar la piel. Todos los meses les hago una visita.

P.- ¿Le preocupa el medio ambiente o el cambio climático?

R.- Sin lugar a duda el clima ha cambiado en los últimos cincuenta años. Recuerdo los inviernos nevados de mi niñez y las estaciones perfectamente reconocibles, y no solapadas como ahora, en las que parece como si el otoño y la primavera estuvieran acortándose hasta convertirse en unos breves preámbulos. Pero preocuparme, la verdad, no. En cuanto a la naturaleza me duele la pérdida de biodiversidad que nos afecta. España hasta hace sólo veinte años era un paraíso en cuanto al número y variedad de especies. Hoy en día muchas regiones de España se despueblan no sólo de personas sino de animales. Para mí me resulta tristísimo dar un paseo por el campo y no disfrutar de la riqueza y variedad de fauna de hace unos años. Excepto en los parques regionales o nacionales, algunos términos municipales en los que proliferan conejos o jabalíes, o algunas fincas privadas, el campo español está muerto. Ya no hay sisones, tampoco se ven alcaravanes. Las codornices han desaparecido de las vegas. Los cernícalos primilla que dibujaban con sus fintas y arabescos los cielos de Castilla han desaparecido. Ver una tórtola común es un milagro. Recuerdo cuando era pequeño los parabrisas llenos de insectos cuando viajabas en coche. El conductor tenía que parar de vez en cuando en alguna gasolinera para limpiar con una manguera los faros y el radiador. Ahora ya no ves ni hormigas. La agricultura moderna y sus técnicas agresivas en el tratamiento y preparación de la tierra han matado el campo.

P.- ¿Y la España vaciada?

R.- Me preocupa por cuanto en la siguiente generación van a quedar sin habitantes un buen número de pueblos. Pero considero que es un proceso imparable. La mecanización del campo es por una parte la responsable de tal circunstancia. Hace unas generaciones se necesitaban varias decenas o centenas de familias para labrar y explotar un término municipal. Se vivía en una situación de subsistencia, pero los pueblos estaban vivos porque eran núcleos autónomos. Había que atender a toda una población y en la mayoría de los pueblos había un sastre, un herrero, un zapatero, en fin, una serie de oficios que se mantenían de dar servicio a sus vecinos. Con la llegada de la mecanización y el uso de las nuevas formas de cultivo, dependiendo del tamaño del término municipal, no se necesitan ni media docena de agricultores para cultivar la tierra -me refiero a la España cerealista-. En la actualidad, cuatro agricultores producen diez veces más de lo que producían cuarenta de sus tatarabuelos. La industria sufrió también ese proceso y muchas ciudades industriales vieron, de la misma

P.- Últimamente los agricultores se manifiestan

R.- Tienen todo su derecho. Pero no cuentan con mi simpatía. No puedo tener simpatía a quien por una parte me alimenta y por otra me envenena. No creo que los agricultores tengan derecho a envenenar la tierra con agentes tan sumamente nocivos como los que utilizan en la actualidad para conseguir el aumento de la producción. Es una aberración que se subvencionen prácticas agrícolas tan agresivas para la fauna, la flora y el ser humano. Las nuevas técnicas agrícolas y usos de pesticidas envenenan la tierra, los acuíferos y empobrecen severamente el substrato. Los animales no se crían, se “fabrican”, y luego los ganaderos se quejan de la bajada de los precios. En la agricultura pasa lo mismo, hay un exceso de producción debido al “avance" que han supuesto las nuevas técnicas de cultivo de esta agricultura contaminante y subvencionada y luego se quejan de lo mismo. La España vaciada y envenenada sufre un proceso de degradación del que son responsables en parte los propios agricultores. He hablado con decenas de ellos que consideran que el envenenar para producir es un derecho que les asiste. Por otro lado, la sociedad en general también tiene parte de culpa por ser tan laxos. Es necesario un cambio de paradigma en el consumo. Los ciudadanos debiéramos modificar nuestros hábitos y estar dispuestos a pagar más por productos básicos de alimentación y menos por lo superfluo.

No obstante, por supuesto que me preocupa su situación, pero la veo de difícil solución. Las crisis de mercado afectan a muchos sectores. Algunos hasta han desaparecido. La agricultura en los

P.- Aprecio que le gustan los animales ¿le molesta la crueldad con los animales?

R.- Soy halconero y la cetrería es una actividad cinegética. Todo ser vivo tiene que morir. Pero creo firmemente que, si bien no está en mano del ser humano modificar esta realidad absoluta, si lo está dar a los animales una vida digna y una buena muerte. Son curiosas las contradicciones de la vida. La naturaleza no es cruel, pero es inmisericorde. El hombre, en cambio, que sí es cruel, puede sentir misericordia. Soy católico y el catecismo lo señala con precisión: Es indigno del ser humano maltratar a los animales y sacrificar sin necesidad sus vidas. Este es mi criterio referente a los animales en general. Otra cosa son lo que hoy llamamos mascotas que dependen en todo de nosotros para vivir. Especialmente los perros. Maltratar a un perro en cualquier forma creo que debiera ser un delito gravísimo, por cuanto la mayoría son unos seres tiernos, ingenuos y traviesos, que se encuentran absolutamente indefensos ante el maltratador. Quien maltrata a un animal, a un anciano, a un niño -al fin y al cabo, a cualquier persona o ser indefenso- es una persona despreciable.

P.- ¿Le gustan las corridas de toros?

R.- Del mundo de la tauromaquia respeto por encima de todo a la madre del torero. Después a su esposa e hijos. Luego al torero, también al toro. De los aficionados tengo otro concepto. Puedo llegar a entender esa pulsión ancestral que mueve al hombre a enfrentarse con una res brava, a rozar la muerte en cada natural o pase cambiado. Considero la actividad muy plástica y sin duda ha sido y es fuente de inspiración. A pesar de ello no me gusta esa fiesta. Es más, me molesta que se diga que las corridas de toros son la fiesta nacional, porque a la mayoría de los españoles no nos gustan, ni la sentimos nuestra. Me parece una aberración que en el siglo XXI una persona se tenga que jugar la vida, aunque sea de manera voluntaria, para cumplir con unos supuestos gustos estéticos que nos acercan más al mundo pagano que al humanismo cristiano. Fíjese si el concepto de fiesta nacional es algo moderno y sobrevenido que hace poco descubrí que las leyes españolas hasta mediado el siglo XIX, consideraban la profesión de quien lidiaba reses bravas por dinero como una de las pocas tenidas por profesiones infamantes, y los que la practicaban tenían prohibido, entre otras cosas, ostentar oficios o responsabilidades públicas. Mucho antes, en el siglo XVI, el papa San Pío V prohibió las corridas de toros excomulgando y reprobando a toreros y gobernantes que las admitieran en sus reinos. Finalmente, el castigo se levantó para los laicos, aunque se mantuvo para los eclesiásticos. La reprobación moral, en cambio, sigue vigente.

P.- ¿Cuál es el sentido de la cetrería en el siglo XXI?

R.- En una época en la que desde los alimentos a los sentimientos son cada vez más artificiales. Donde casi todas las constantes de la civilización y de la vida se ven adulteradas por lo artificioso, lo fútil, lo masificado, lo inmediato…, la cetrería, que es la forma más equilibrada de practicar el arte cinegético, me permite estar diariamente en contacto con la naturaleza. Conocerla y acercarme a su esencia. Amarla y respetarla. Para mí, la cetrería, es un remanso de autenticidad y pureza siempre que se practique con un riguroso respeto hacia perros y halcones -que deben ser tratados en todo momento como compañeros- y cumpliendo con un código de comportamiento estricto que facilite a la pieza la posibilidad de escapar, y acorte su sufrimiento si resulta capturada.

P.- ¿Tiene alguna aplicación práctica?

R.- Como bien demuestra a diario Claudio Abalo en el aeropuerto de Santiago de Compostela, y tantos otros buenos y sufridos halconeros en otros aeropuertos de España, una muy importante, y que por ella sola justificaría su supervivencia: el control de aves en bases militares y aeropuertos. Es sorprendente que, en esta época de tecnología tan avanzada, no se haya encontrado una forma más eficaz que el vuelo de los halcones adiestrados para la práctica de la cetrería para proteger el tráfico aéreo y minimizar el riesgo de colisión con aves silvestres que pueden interferir las maniobras de las aeronaves.

P.- ¿Qué diferencia hay entre la cetrería y otras modalidades de caza?

R.- La cetrería es la forma más natural y equilibrada entre todas las modalidades cinegéticas. En ella se enfrentan de poder a poder el depredador y el depredado sin el concurso de armas, pólvora, trampas, visores o cualquier otra técnica que coloque al depredador en clara superioridad sobre su presa. La cetrería permite al halconero y sus acompañantes el poder observar en primera línea lo que la naturaleza pocas veces nos ofrece: ser testigos de su verdadera esencia. Además, los efectos indeseados: los accidentes de caza, la generación de residuos, ruidos y molestias. El control de las mal llamadas alimañas no se produce en el mundo de la cetrería.

El buen halconero no persigue sólo el hacer percha, el realizar capturas, sino que busca la calidad en el lance. El buen estado físico y psicológico de sus halcones. La belleza del vuelo y la sincronización con el halconero y el perro.

La cetrería es una forma de caza tradicional, declarada por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, en la que los halcones son los verdaderos protagonistas de la vida del buen halconero para el quien la práctica de la cetrería es casi una religión. La cetrería bien practicada se convierte en un arte y en un ideal. Los halcones y los perros son nuestros aliados y en ocasiones se puede apreciar que la relación entre estos animales y el halconero tienen aspectos sobrenaturales. En cetrería la pieza a cazar tiene muchas más ventajas sobre el depredador, puesto que conoce a la perfección el territorio que habita.

Los halcones son animales de gran nobleza y valentía, que no entienden de trucos y añagazas y una vez enfrentados el depredador y la pieza sólo el más ágil y el más veloz ganará la batalla por la supervivencia. Más tarde de vuelta a casa, las aves que no hayan podido cazar, habrán comido del señuelo que el halconero les habrá ofrecido y serán felices con la vida sencilla y metódica que comparten con el cetrero y en la tranquilidad del jardín, sestearán plácidamente esperando un nuevo día en el que salir al campo y batirse en buena lid con la naturaleza, demostrando, como decía el gran emperador y halconero, Federico II de Hohenstaufen que: un día sin cetrería era un día perdido.

P.- ¿Recomendaría halcones como mascotas?

R.- No; de ninguna manera. Los halcones no deben adquirirse como mascotas. Sólo quien esté dispuesto a desarrollar la complicada tarea de dar una vida lo más parecida a la que los halcones del campo disfrutan deberían plantearse la adquisición de un ave de presa. La cetrería fue y será una actividad minoritaria. Antiguamente porque sólo los nobles podían practicarla y, en la actualidad, porque su práctica es tan compleja que pocas personas pueden adquirir el compromiso vital que supone la buena práctica de la cetrería. La dificultad para encontrar espacios apropiados, no para la caza, sino también para el adiestramiento y esparcimiento de nuestros halcones dificulta grandemente la práctica de la actividad. La cetrería precisa de grandes espacios abiertos para su desarrollo. En la actualidad el entorno de las grandes ciudades, donde curiosamente viven muchos cetreros, se encuentra muy degradado. Carreteras, alambradas, urbanizaciones, torres eléctricas. Algunos cazadores con escopeta -cada vez menos- que desgraciadamente siguen disparando a todo lo que se mueve representan serias trabas para la práctica de esta actividad ancestral.

P.- ¿Facilitan las diferentes administraciones autonómicas la práctica de la cetrería?

R.- Por desgracia depende de cuales. Las muchas veces absurdas e incomprensibles trabas burocráticas impiden o dificultan notablemente esta práctica. En Madrid, donde yo vuelo, practicar la cetrería es casi un milagro. Madrid, junto con La Rioja y Andalucía son las comunidades donde la administración impone más trabas para su práctica y no distingue entre la acción de cazar y el mero adiestramiento. Muchos técnicos de las consejerías de Medio Ambiente no quieren entender que un cetrero puede, por adiestramiento, conseguir que un halcón vuele y se entrene, pero que en cambio no se encuentre preparado para cazar piezas silvestres. Un halconero puede con un método apropiado intervenir y modificar el comportamiento y la agresividad de un ave de presa respetando siempre la propia etología de la rapaz. Comunidades como Valencia, Castilla La Mancha, León y Castilla o Cantabria son en cambio comunidades con reglamentos que deberían representar un ejemplo para otras comunidades, incluso para muchas otras regiones de Europa. En estas comunidades se controla la tenencia de una forma racional y se permite volar y entrenar todos los días del año. Cazar -en cambio- solo cuando lo permite la veda. En esto de la cetrería también parece que haya ciudadanos de primera, de segunda y hasta de tercera.

P.- ¿Pero Madrid tiene una relación histórica importantísima con esta actividad?

R.- Así es. Uno de mis principales descubrimientos cuando estudié los documentos que encontré en el Archivo Histórico de la Nobleza, dependiente del Archivo Histórico Nacional y en el Archivo de Palacio, fue que el gremio de halconeros de la Real Caza de Volatería, como históricamente se conoció a esta distinguida agrupación de cetreros, había sido mandado alojar por D. Fernando el Católico en 1478, en los lugares de Carabanchel de Arriba y de Abajo, hoy plenamente incorporados a la capital de España, siendo uno de sus distritos más populares. Fíjate que la fecha nos remonta a una época anterior al descubrimiento de América o la edición de la primera Gramática española, quiero decir con esto que el Real Gremio de Halconeros es una agrupación genuinamente madrileña. Aunque nuestra relación con el Ayuntamiento ha sido siempre excelente, en cambio, la práctica de la cetrería en la comunidad, como ya te he comentado, es de las más restrictivas de España, convirtiendo a los cetreros madrileños en ciudadanos de tercera.

P.- Volviendo a las actividades del Real Gremio de Halconeros ¿Cuáles han sido las más destacables?

R.- La verdad muchas. No tenemos espacio para hacer una lista detallada En una década conseguimos con la ayuda de muchos, especialmente de los Gobernadores del Real Gremio de Halconeros, importantes logros. Sobre todo, en el ámbito diplomático y cultural. Recuperando tradiciones españolas en las que los halcones eran protagonistas indiscutibles de hechos históricos de relevancia nacional e internacional. Celebramos el 525 aniversario del alojamiento, en la antigua jurisdicción de Madrid, del Real Gremio de Halconeros. Recibimos en la primera casa consistorial, en compañía del alcalde de Madrid Don José María Álvarez del Manzano -quien tanto nos ayudó para que el Rey Don Juan Carlos nos concediera su alto patronazgo mayor perpetuo- a los principales embajadores del mundo árabe. Conmemoramos el 475 aniversario del establecimiento del tributo del halcón maltés. Las históricas jornadas de Túnez, en las que una vez más los halcones alcanzaron el más alto valor del protocolo diplomático. Presentamos la obra “Túnez 1535, halcones y halconeros en la monarquía y la diplomacia españolas” nada más y nada menos que en el paraninfo de la Universidad de Alcalá -recinto sagrado de la cultura española-. Celebramos junto con el ayuntamiento de Toledo un homenaje público a la figura del emperador Carlos. Conseguimos también que el ayuntamiento de Madrid pusiera el nombre del Halconero del Rey a una calle del trazado urbano de la capital. Tantas cosas... hasta unos años participamos en la cabalgata de reyes de Madrid. Tampoco puedo olvidar las magníficas jornadas de cetrería en homenaje de Su Majestad el Rey que celebramos varios años en la finca El Mico, propiedad de la familia Martín Rabadán, y que tanto el Rey Don Juan Carlos, como los antiguos príncipes de Asturias, los actuales reyes, nos encomendaron el entrenamiento y custodia de sus halcones. Un orgullo especial me produjo el haber podido colaborar con el proyecto promovido por los Emiratos Árabes para que la cetrería se declarase Patrimonio Cultural de la Humanidad. Ofreciendo al mismo más de quince importantísimas adhesiones. Entre ellas, las de relevantes instituciones españolas como el Ayuntamiento de Madrid, la Fundación Carlos III, la Asociación General de Ganaderos del Reino, de la Asociación de Propietarios Rurales para la Gestión Cinegética y Conservación del Medio Ambiente (APROCA) o la de la Real Academia de la Historia.

Pero el colofón a todos estos trabajos en la promoción de los aspectos culturales de la cetrería llegó a mi casa la noche cuando, al llegar a casa tarde de -como no- volar halcones, encontré en el buzón un sobre enorme que sobresalía del mismo. Un sobre de gran calidad de color sepia timbrado en tinta azul con el escudo de armas pontificio. Mis amigos siempre me han oído decir que los halconeros estamos más cerca de Dios porque siempre nos encuentras mirando al cielo. Y entonces sentí una de las emociones más grandes que la cetrería me ha ofrecido. Un gran espaldarazo y reconocimiento a la labor del Gremio que agitó mi espíritu de halconero. Siempre me sorprendió que una actividad con tanta solera como la cetrería careciese de un santo patrón. Luego, descubrí que muchos de los santos patrones de actividades tradicionales no estaban sancionados por la iglesia, sino sólo aceptados por tradición. Albergué entonces la idea de pedir a Su Santidad el Papa Francisco la declaración de un santo español relacionado con la cetrería como patrono. Elegí por razones históricas y espirituales a San Francisco de Borja, duque de Gandía. Justifiqué mi solicitud y la remitimos al Vaticano con la ayuda de nuestro maestro de ceremonias Don Emilio Mora Lorenzo. Lo conseguimos en noviembre de del año 2013. San Francisco de Borja es hoy santo patrón del Real Gremio de Halconeros y de la cetrería española. Recientemente fui invitado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación para asistir en Malta al quincuagésimo aniversario del inicio de las relaciones diplomáticas entre el Reino de España y la República de Malta. Acudí además portando el halcón maltés propiedad de S.M. el Rey Juan Carlos. Los actos estuvieron cargados de sentido histórico, y en los mismos se elevó a los halcones y a la cetrería al más alto grado del protocolo diplomático. Los mismos fueron presididos por la presidenta de la República Doña Marie Louis Coleiro y por nuestra embajadora en Malta la señora Doña Consuelo Femenía, que realiza una labor admirable.

P.- Recientemente se ha celebrado en la ciudad de Carmona, en la provincia de Sevilla, unas importantes Jornadas Internacionales de Cetrería presididas por Don Pedro de Borbón y Orleans, Duque de Calabria ¿Cómo se desarrollaron?

R.- Resultaron un verdadero éxito. Estas jornadas las promueve la Asociación Internacional de Cetrería (IAF), y fueron organizadas el pasado mes de diciembre en su quincuagésima primera edición por la Asociación Española de Cetrería y Conservación Española de Aves de Presa (AECCA), presidida por Don Manuel Diego Pareja Obregón y de los Reyes, quien unos días después -durante el puente de la Inmaculada- organizó también el XXIX Campeonato de España de Cetrería en la sevillana ciudad de Osuna. Al certamen internacional acudieron representados más de ochenta países y más de ciento veinte asociaciones de cetrería. Los cetreros extranjeros quedaron maravillados por la abundancia de perdiz roja silvestre, la belleza de la campiña y de la ciudad de Carmona, la gastronomía y, aunque parezca un tópico, la simpatía y cercanía de sus vecinos. El ayuntamiento, presidido por su alcalde Don Juan Manuel Ávila Gutiérrez se volcó en colaborar con la organización del acontecimiento que resultó en todos sus aspectos un verdadero éxito.

Como colofón a la asamblea, el Real Gremio de Halconeros que representa en la actualidad la más antigua agrupación cinegética del mundo, celebró un capítulo presidido por Don Pedro de Borbón, Duque de Calabria, que, como su padre el difunto Infante Don Carlos, nos concedieron el honor de aceptar el grado de patrono egregio del Real Gremio de Halconeros, en el que fueron recibidos nuevos cetreros, tanto de honor como en ejercicio. Entre los primeros podemos destacar el ingreso del Príncipe Mansour Bin Khalid Al Farhan Al-Saud, embajador del Reinado de Arabia Saudí, de Don Guillermo Cobelo, presidente de la Cámara Oficial de Comercio de España en los Emiratos Árabes Unidos y Doña Guillermina Mekuy, antigua ministra de Cultura del Guinea Ecuatorial. No puedo olvidar que para la ocasión publiqué, patrocinado por la Cámara de Comercio de España en Emiratos, la obra Halcones y Halconeros de los Reyes de España, en la que hago un resumen histórico de la cetrería como actividad regia.

También resultó muy gratificante cuando en la cena de hermandad con la que se daba fin al certamen, ofrecida en el Parador de Turismo de Carmona y con la venia de Don Pedro, alcé mi copa para brindar por los Reyes de España al estilo de los halconeros. Casi cuatrocientos comensales puestos en pie, la mayoría representantes de los más de ochenta países que participaron en el certamen, contestaron a mi brindis con respeto y efusividad. Lo que nos produjo a todos los españoles un gran sentimiento de satisfacción y orgullo.

P.- ¿Puedo saber cómo es ese brindis?

R.- Por supuesto. Es muy sencillo y tiene un sentido. Pero su origen es largo de explicar, quizá en otra ocasión. Pero el brindis es fácil de recordar: “Aquí o allá, por España: ¡Viva el Rey! “.

P.- Conociéndole seguro que alberga nuevos proyectos para los próximos años

R.- Lo primero que tengo que decir al respecto es que yo soy el descubridor y el promotor de la recuperación de esta agrupación histórica, también digámoslo así el ideólogo y quien preside el Real Gremio de Halconeros, pero ninguno de los proyectos que el Gremio ha sacado adelante hubiera sido posible sin la ayuda y participación del consejo de gobernadores. Un grupo de amigos que me han venido ayudando casi desde la recuperación de la agrupación, Don Antonio Sánchez de León, Don Ricardo Aguirre, Don Arturo Fernández, Don Juan Infante, Don Ignacio Palomo, Don Fernando Agudo, Don Augusto de Castañeda y Don Arturo Cardelús. Una importante labor la realiza Don Emilio Mora Lorenzo, oficial Mayor y maestro de ceremonias, quien es el responsable de la organización del ceremonial de los solemnes capítulos de ingreso de nuevos halconeros de honor y en ejercicio. Una vez aclarado este particular te puedo adelantar que estoy ultimando una segunda edición de mi último libro Halcones y Halconeros de los Reyes de España, en el que también se recogerán noticias sobre las últimas Jornadas Internacionales de Cetrería de las que ya te he hablado. También estamos esperando una solicitud que hemos cursado para ser recibidos por el Papa Francisco, las buenas relaciones que tiene el halconero Don Juan Bernabé en el Vaticano nos hace albergar esperanzas de que podamos conseguirlo. Con la ayudad de Don Guillermo Cobelo esperamos poder visitar los Emiratos Árabes para compartir con sus halconeros el ceremonial español y la historia del Real Gremio de Halconeros.

P.- Me comentó un proyecto a realizar en el cetro histórico de la ciudad de Madrid

R.- Efectivamente, y creo que sería muy interesante para la ciudad. Uno de los documentos que encontré en el Archivo histórico fue la descripción de un alarde del Real Gremio de Halconeros que se desarrolló a finales del siglo XVII por las calles del centro del Madrid histórico. Me encantaría poder volver a celebrar ese alarde y volar halcones en el Retiro o en algún espacio público según el ceremonial del antiguo Gremio que era una forma de volar halcones practicada con una gran brillantez. Creo que sería un reclamo turístico que resultaría muy apreciado.

P.- Me gustaría hacerle alguna pregunta de carácter más personal

R.- Adelante.

P.- ¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?

R.- Il dolce far niente.

P.- ¿Cuál es su restaurante favorito? ¿Qué tipo de comida le gusta?

R.- Mi restaurante favorito es aquel en el que se aúna la buena cocina con un buen servicio, en un ambiente agradable. Y esto cada vez es más difícil de mantener. Hasta en los restaurantes que han sido hasta hace poco una referencia, la atención y el servicio al cliente ha empeorado.

P.- ¿Le gusta cocinar?

R.- Sí, soy cocinillas, pero de plantos sencillos de la cocina popular. Cocino cualquier tipo de guiso y como buen campero soy capaz de hacer platos comestibles y sabrosos con cuatro ingredientes que pueda encontrar en una despensa. Preparo buenos arroces caldosos, un buen marmitako de bonito, me sale muy bien el cordero con alcachofas, y preparo todo tipo de sopas. Entre ellas, una que se está dejando de consumir, incluso en los pueblos, y que es deliciosa: la sopa de ajo. A mí me gusta como la preparan en La Rioja, con muchos ajos laminados, puerro, pimiento verde, pimientos rojos secos, un poco de aceite de oliva pan, pimentón y guindilla, para que tenga chiste, como decimos en Navarra.

P.- ¿Pero no había nacido en La Rioja?

R.- Así es, en Logroño. Pero parte de mi familia era Navarra. Realmente yo no tengo ni un solo antepasado más al sur de Burgos. Mi abuelo paterno era gallego y se casó con una vasca. Mi abuelo materno castellano, de La Bureba, se casó con una navarra. Me siento del Norte, aunque me encanta Andalucía.

P.- ¿Sigue alguna serie de televisión?

R.- No soy fiel a las series, pero me gustan las españolas tipo Aquí no hay quien viva. Me divierte Sálvame y sus Deluxes, casi siempre que los veo me duermo, pero hasta que Morfeo me atrapa me entretienen.

P.- ¿Qué tipo de música escucha?

R.- Me encanta la música renacentista, la barroca y la sinfónica. También disfruto de algunos conciertos de piano del periodo romántico. En el coche me gusta escuchar techno, acid house, pop español o flamenco. No puedo con el heavy metal o el rock duro.

P.- ¿Le gusta la literatura? ¿Está leyendo algún libro?

R.- Sí claro. De joven leí más que ahora. Lo hacía de forma ecléctica y casi compulsiva. Soy más de Machado que de Lorca. Prefiero más a Quevedo que a Góngora. Me gusta el naturalismo y el realismo descriptivo. También la novela histórica y las biografías documentadas y rigurosas. Leo con fruición la historia de Castilla, que desde mi punto de vista engendró a España. Me encantan las obras de investigación sobre la formación de los espacios de poder, las estructuras agrarias y las formas sociales en la Edad Media. Precisamente ahora estoy terminando una obra de investigación de Iñaki Martín Viso que se titula Poblamiento y Estructuras Sociales en el Norte de la Península Ibérica.

P.- ¿Practica algún deporte?

R.- Ahora ya no, pero llevo una vida muy activa. Los halcones y los perros te hacen estar siempre en movimiento y, además, vivo en una casa con un gran jardín que cuido personalmente. Es una jardín antiguo y asilvestrado donde habitan una buena colonia de gorriones a los que alimento a diario con trigo. En verano además les facilito agua. Crían también una buena variedad de aves insectívoras. Parece mentira como la pequeña fauna y las avecillas proliferan con acciones tan sencillas como no fumigar con pesticidas y tener un buen arbolado donde puedan anidar y protegerse. Todos mis amigos resaltan como al llegar a mi casa se escucha ya de lejos la alegre algarabía de los gorriones. Me encanta. Me recuerda a mi niñez.

P.- ¿Cuál es el último lujo que se ha dado?

R.- Soy una persona austera y nada consumista. Habría además que definir lo que es el lujo. Para mí, por ejemplo, un lujo muy difícil de conseguir -y por el que pagaría- es el silencio. Vivimos rodeados de ruidos desagradables. El tráfico, los aires acondicionados, depuradoras de piscinas, corta césped. Hay una máquina especialmente molesta que no entiendo cómo Industria o los ayuntamientos autorizan su uso: las sopladoras de hojas. Producen un ruido espantoso que a nadie parece molestar.

A decir verdad, ahora que lo pienso, esta entrevista también representa para mí un lujo. Porque un lujo es poder compartir públicamente tus pensamientos e inquietudes. También es verdad que siempre que se es sincero se crea uno enemigos, pero como dejó escrito Henry de Montherlant en su obra Les Jeunes Filles, “Tener amigos es necesidad de comerciante. Crearse enemigos obligación de arsitócrata”.

P.- Un capricho inconfesable

R.- Sé guardar un secreto.

P.- ¿Algún vicio irreprimible?

R.- Parafraseando a Wilde, “La mejor forma de vencer una tentación es caer en ella”.

P.- ¿Una escapada?

R.- A la Rioja en otoño, a disfrutar de sus paisajes y de su gastronomía. Pero si quiere me pongo estupendo y contesto, un viaje para tomar un aperitivo y luego almorzar en el restaurante Torri Monte, de la plaza de Roma en la villa de Monterrigioni, en la Toscana.

P.- ¿Un buen plan?

R.- Sin lugar a duda salir a cazar con mis halcones acompañado por mi amigo Alejandro Aguado. Es un buen halconero y mejor apicultor que está produciendo una miel magnífica en sus colmenares de la Comunidad de Madrid. No alimenta con glucosa a sus abejas. Sólo se alimentan del polen de las flores, algo que no es común en la moderna apicultura. Nos une una forma muy similar de entender la cetrería, y una forma muy parecida de encontrar la belleza escondida en los paisajes. Esos paisajes de la Castilla ancestral, mancillados por el ultraje que supone la construcción de esas espantosas avenidas de aerogeneradores que han destrozado el horizonte, que es lo que une al hombre con su pasado….

También me encanta acompañar a mi amigo Manu Alonso cuando sale al campo a adiestrar sus afamados labradores retrievers. Es impresionante como puede sacar tal rendimiento de esos perros. Jamás los castiga. En todo caso los reprende, pero la base del adiestramiento es la repetición y la estimulación con reflejos condicionados, reforzando siempre con premios la conducta deseada. Por algo es Campeón de Europa. Es un fenómeno en la aplicación de la psicología en el aprendizaje y el condicionamiento operante en toda clase de perros.

P.- Por último, señor halconero mayor ¿Qué virtud aprecia más en las personas?

R.- Sin lugar a dudas la buena educación, que no sólo es una cuestión de modales, sino que representa una predisposición del ánimo a respetar a las personas y todo lo que te rodea.

Ha sido un placer contestar a sus preguntas.

Muchas gracias, Antonio.