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Ortega Cano despide el año sin pulsera telemática

El diestro en un festival benéfico
El diestro en un festival benéficolarazon

Después de seis meses, el diestro ya no tiene este sistema de localización permanente y afronta 2016 con múltiples proyectos

José Ortega Cano no puede acabar mejor el 2015, un año en el que parece que la suerte por fin le viene de cara. Ayer por la tarde, tras recibir una llamada de la jueza que lleva su caso acudió al centro de inserción social Victoria Kent de Madrid para que le retirasen la pulsera telemática que llevaba en su tobillo y que tenía controlados todos sus movimientos.

Después de abandonar el centro penitenciario de Zuera (Zaragoza), en el que estuvo interno a lgo más de un año, el diestro se trasladó a Madrid para empezar a disfrutar del ansiado tercer grado. Tras pasar cinco días en el centro de reinserción de victoria Kent, el pasado 12 de junio la junta de tratamiento le concedía esta medida que le permitía pasar las noches en su casa de la urbanización Fuente el Fresno de San Sebastián de los Reyes, obligándole a pernoctar en dicho domicilio desde las doce de la noche hasta las ocho de la mañana.

Movimientos limitados

Aunque la pulsera telemática era la opción preferida por Ortega Cano para evitar dormir en la cárcel, ésta le limitaba mucho sus movimientos. Además, tenía que acudir al Victoria Kent una vez por semana a firmar y una vez al mes para que los técnicos le revisaran la pulsera. También tenía que pedir permisos especiales para poderse desplazar libremente por nuestro país.

Pero desde hoy es un hombre completamente libre ya que le han retirado el dispositivo que había instalado en su domicilio y la pulsera que le ha acompañado en su tobillo durante 6 meses. Un dispositivo que no ha ocultado y que ha llevado con total normalidad, ya que en algunos actos públicos se le ha podido fotografiar con ella puesta. Tras esta nueva medida el torero está pletórico y con muchas ganas de retomar su vida, ahora sí, con total normalidad. En cartera tiene múltiples proyectos relacionados con su hábitat natural: el mundo del toro.

Hace pocos días colaboró con la Fundación Carmen Pardo-Valcarce. Ortega Cano sorprendió a los espectadores con su actuación en el Gran Circo Mundial, ya que se metió en la piel de Charles Chaplin. En su entorno dicen que el diestro estaría valorando la posibilidad de probarse en otra faceta profesional, ya que quiere emprender proyectos relacionados con el mundo del espectáculo en 2016. No es que José vaya a dedicarse al mundo de la canción pero como el buen empresario que siempre ha sido quiere explotar la plaza de toros de El Puerto de Santa María que regenta. Para ello está dispuesto a organizar allí conciertos multitudinarios de artistas que tienen mucho tirón entre el público y saben que llenan cualquier recinto como Malú y Raphael.

El único sinsabor en la vida de Ortega Cano es la inestabilidad de su hijo, José Fernando, que recientemente sufrió una recaída en sus adicciones. El maestro está apoyando a su hijo, que ha vuelto a la clínica López Ibor de Madrid para reconducir su tratamiento. Al parecer José Fernando estará ingresado todas las Navidades.