Rutina facial

Soy dermatóloga y estos son los 5 sencillos pasos para recuperar la piel tras el verano

Después de la exposición al sol o los cambios de temperatura, debemos completar un neceser con los ingredientes más efectivos al cambio estacional

Audrey Hepburn en la playa.
Audrey Hepburn en la playa.Gtres

Habrá quienes estarán más tristes o más felices, pero la realidad es que el verano se está terminando. Estamos instalándonos en el mes de septiembre con cambios de rutinas, incorporaciones a la oficina o renovaciones de productos de belleza. Porque sí, querida lectora, nuestra dermis ha sido o está siendo una de las más perjudicadas de los agresores externos de las semanas más calurosas. Las actividades al aire libre, la exposición directa al sol o el disfrute del mar salado ha conseguido que nuestra piel se muestre más vulnerable con deshidratación, descamación o sensibilidad. Por ello, de la misma manera que hemos recargado pilas durante este tiempo, ahora debemos emplearlo en el cuidado intensivo en la rutina facial.

Con los años, las editoras de belleza hemos aprendido que debemos adaptar nuestros imprescindibles de neceser a cada época del año. Durante estos meses hemos sufrido cómo afecta el aire acondicionado a la piel, la recuperación de las quemaduras solares o la deshidratación de la dermis dentro de un avión. Como también ocurre en otros ámbitos, durante septiembre (transición de verano a otoño) tenemos que hacer una renovación o actualización de las fórmulas en nuestro tocador con el objetivo de eliminar esa tirantez, sequedad o tono apagado que estamos viendo en nuestra piel. Todo ello para evitar el envejecimiento prematuro que los agresores externos han podido adelantar durante estos meses. La buena noticia es que no hablaremos de trucos mágicos o de rutinas súper complicadas, sino de unos pasos sencillos y que te ocuparán pocos minutos al día para volver a deslumbrar una dermis luminosa, saludable y jugosa.

Así debemos cuidar la piel tras el verano, según una dermatóloga

Lo primero de todo es que debemos tener claro que cada piel es un mundo, por lo que siempre es recomendable acudir a los especialistas de la dermatología para obtener una opinión más concreta de lo que necesitas. No obstante, existen trucos de belleza que son aconsejables para todo tipo de dermis y que deberíamos hacer todos nosotros para restaurar la barrera cutánea.Son fáciles de hacer, pero con una constancia que no debemos perder. Para ello, hemos hablado con la dermatóloga Gadea Braceras sobre los 5 sencillos pasos para recuperar la piel tras el verano.

Audrey Hepburn.
Audrey Hepburn.Gtres

1. Retomar la rutina habitual de manera paulatina

En el caso de que hayas cambiado la rutina facial durante, debemos hacer la transición hacia la habitual de manera paulatina. "Durante el verano no es necesario cambiar toda la rutina cosmética: si tu piel tolera bien los activos más potentes (como retinoides o exfoliantes), puedes mantenerlos con las debidas precauciones de fotoprotección. Pero, lo que suele ocurrir es que, por comodidad, vacaciones o desconocimiento de si pueden usar algunos componentes en verano, muchas personas reducen su rutina a mínimos", comenta la experta. En este momento encontramos un problema, y es que tras varias semanas sin usar productos transformadores se pretenden retomar al mismo ritmo que en invierno. Y no es posible, ya que la piel no está tan acostumbrada y corremos el riesgo de que reaccione a través de irritaciones, rojeces o descamación.

Ante ello, el consejo de Barcenas es reintroducir los activos exfoliantes, así como los retinoides, de manera progresiva, aumentando su frecuencia cada dos semanas. Por ejemplo, podemos comenzar con una aplicación semanal, luego pasar a dos veces por semana, todo ello hasta alcanzar la frecuencia habitual que se mantenía antes de suspenderlos.

2. Introducir activos despigmentantes

Venimos de unos meses donde es fácil que nos aparezcan nuevas manchas o, bien, que se intensifiquen aquellas que ya teníamos debido a la exposición solar. "Algunas son transitorias y se atenúan en verano, pero otras pueden volverse más persistentes si no se tratan. Para mantener un tono uniforme y prevenir la pigmentación, es recomendable incorporar activos despigmentantes en la rutina", explica. Algunos de ellos son el ácido azelaico, el ácido tranexámico, la arbutina, la niacinamida o la vitamina C y los podemos encontrar dentro de las fórmulas de sérums o cremas despigmentantes.

3. No confiarse del acné

Según Gadea Barcenas, durante el verano es común notar que los granos mejoran, puesto que esto se deba a que la radiación solar tiene un efecto antiinflamatorio que seca las lesiones activas y da la sensación de que desaparece o mejora. No obstante, no debemos confiarnos, porque tras esta época es habitual tener un efecto rebote con el aumento de la producción de sebo y el engrosamiento de la capa córnea. Lo más eficaz sería retomar la rutina antiacné de forma progresiva, haciendo recurso de activos como el ácido salicílico y la fotoprotección diaria, todo un imprescindible para evitar que las marcas queden pigmentadas.

4. Caída estacional del cabello

Dentro de los cambios que podemos notar es la caída del cabello estacional. Como bien comenta la especialista, en la mayoría de los casos, esta caída es transitoria y tiende a mejorar por sí sola al cabo de unas semanas. Sin embargo, a veces puede ser bastante notable y suele generar preocupación. "Los nutricosméticos o complementos orales pueden ser un apoyo en determinados casos, pero no siempre son necesarios y, por sí solos, no solucionan todos los problemas de densidad capilar por lo que si esta caída se prolonga varios meses lo mejor es valorarlo en consulta de dermatología", aconseja.

5. Recuperación del estilo de vida habitual

Lo cierto es que durante el verano tenemos un descontrol en nuestra rutina diaria a causa de las vacaciones o, directamente, del calor sofocante. Entre ello encontramos trasnochar más, descuidar la alimentación o perder la constancia de hacer ejercicio. Todo ello puede afectar directamente tanto a la piel como al cabello. Por ello es de vital importancia retomar el equilibrio restableciendo horarios regulares de sueño (idealmente entre 7 y 8 horas diarias), priorizar una alimentación rica en antioxidantes (frutas, verduras, pescado azul, frutos secos o aceite de oliva virgen extra), evitar ultraprocesados y alcohol y mantener una hidratación adecuada con agua a lo largo del día.

En definitiva, cuidar la piel tras el verano no es complicado, solamente es cuestión de constancia, así como de seguir los consejos sencillos y del día a día de los dermatólogos. Adelántate a los futuros problemas, como el envejecimiento prematuro o la aparición de manchas, con el cuidado tanto de dentro como de fuera.