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Un reparto de tareas menos pacífico de lo previsto

El presidente del TSJA pide a la juez Alaya un informe que enviará el lunes

La titular del juzgado de Instrucción número 6, Mercedes Alaya
La titular del juzgado de Instrucción número 6, Mercedes Alayalarazon

El reparto de tareas en el juzgado de los ERE tras la vuelta de Mercedes Alaya el pasado martes iba a ser en principio sencillo. Ese mismo día fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) aseguraron a este periódico que una vez que Alaya –que ha estado de baja por enfermedad seis meses– se reuniera con los dos magistrados de adscripción territorial –Ana Rosa Curra y Rogelio Reyes–, acordarían el reparto de tareas, lo comunicarían al Alto Tribunal y comenzarían a funcionar.

El asunto no está siendo tan sencillo. La prolongación de la baja de Alaya hizo que el TSJA tuviera que tomar partido a finales de enero. Además de Ana Rosa Curra, el TSJA nombró, también por al menos seis meses, a otro juez de adscripción territorial, Rogelio Reyes, dado el gran volumen de trabajo del juzgado. Además del caso de los ERE, el juzgado también se ocupa de la causa contra Ruiz de Lopera por su gestión en el Betis y dos líneas del caso Mercasevilla: la venta de suelo y el presunto delito societario.

Ana Rosa Curra se quedó con el caso de los ERE y Rogelio Reyes, que procede de un juzgado de lo Mercantil, pasó a instruir la causa de Lopera. La vuelta de Alaya requiere un nuevo reparto de los casos. Y aquí llega el problema. Lo que parecía entendimiento fácil, no lo está siendo. De hecho, el presidente del TSJA, Lorenzo del Río, tuvo que mediar ayer. Mantuvo en la Audiencia provincial un encuentro con los tres magistrados. Ha pedido a Alaya, la titular del juzgado, que elabore un informe sobre el reparto de asuntos. Los tres se mantendrán en contacto este fin de semana y el lunes Alaya remitirá la propuesta al TSJA para que el martes lo analice la Sala de Gobierno. Lo apuntado a principios de semana por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía era que ni siquiera iba a ser necesario esperar a que el asunto llegara a la Sala de Gobierno del Alto Tribunal.

La reunión en la Audiencia duró más de una hora. Mercedes Alaya, según recoge Europa Press, abandonó el encuentro en una dirección y los otros dos jueces de refuerzo en la contraria. EP lo atribuye al «malestar» que ha generado el hecho de que Alaya haya comunicado que quiere «quedarse con todas las macrocausas» del juzgado, mientras que Ana Rosa Curra y Rogelio Reyes se dedicarían a la gestión ordinaria.

Hay que recordar que el presidente del TSJA ya dijo tras la reunión que tuvo a finales de enero con Ana Rosa Curra que los dos jueces se repartirían el trabajo, previa opinión de Mercedes Alaya, con la que ha mantenido bastantes contactos telefónicos, aún estando de baja.

Apuntó la posibilidad de que más de un juez se ocupara del caso de los ERE, debido a la envergadura de algunas piezas separadas. Una de ellas y sobre la que Ana Rosa Curra ha estado trabajando desde que se incorporó al juzgado es la introducción en el circuito financiero de las sobrecomisiones a través de empresas pantalla. Fue de hecho Curra quien envió a la cárcel al testaferro Juan Francisco Algarín. Todas estas cuestiones subyacen en un reparto de tareas que no está siendo tan pacífico como se esperaba. El interés del TSJA es que, con los dos magistrados y la secretaria de refuerzo, el juzgado coja velocidad. El caso de los ERE lleva más de dos años de instrucción. La mitad de los imputados no ha declarado.