Política

Andalucía

«Vox y voto»: Serrano solicita entrar en las negociaciones con PP y Cs para la investidura

La formación de Abascal no será «obstáculo para el cambio» ni «una alfombra para la continuidad del socialismo con otras siglas». Marín insiste en el control de la Mesa del Parlamento

«Vox y voto»: Serrano solicita entrar en las negociaciones con PP y Cs para la investidura
«Vox y voto»: Serrano solicita entrar en las negociaciones con PP y Cs para la investiduralarazon

La formación de Abascal no será «obstáculo para el cambio» ni «una alfombra para la continuidad del socialismo con otras siglas». Marín insiste en el control de la Mesa del Parlamento

El pacto ignífugo que plantea Ciudadanos –alcanzar un acuerdo con PP y que sean los populares los que, llegado el caso, negocien con el partido de Abascal y Serrano para no quemarse de cara a próximas citas electorales– se ha topado no sólo con la terca realidad de los más de 400.000 votos y doce escaños que contemplan al quinto elemento del Parlamento andaluz sino con los propios principios básicos de la aritmética. PP y Cs necesitan, como mínimo, el voto de cuatro diputados de Vox en segunda votación y para la composición de la Mesa del Parlamento su apoyo a una propuesta que, de entrada, contempla cuatro miembros para populares y naranjas quedando solo tres libres para otras tantas fuerzas pero con la problemática añadida de que al PSOE, por proporcionalidad en el resultado electoral –ganó los comicios, aunque sin opciones de sumar mayoría– le corresponderían tres. El líder de Vox en Andalucía, Francisco Serrano, señaló ayer que no admitirá un ninguneo y quiere participar en las negociaciones e influir en el pacto de investidura. «Vox y voto». Abascal reiteró que no serán «obstáculo para un cambio político en Andalucía» pero «tampoco seremos una alfombra para la continuidad del socialismo con otras siglas».

«Una cosa es que vayamos con humildad y otra que nos traten con desprecio», señaló Serrano. «Tanto nuestro partido como nuestros votantes merecen que se les trate con dignidad», añadió. Serrano señaló también que su formación constituirá una comisión negociadora; reiteró que Vox no va a entrar en el Gobierno porque no quiere «cargos ni sillones» e insistió en que está a la espera de que PP y Cs cierren un acuerdo y le llaman para negociar la investidura «porque sin Vox no pueden tener gobierno alguno». «Tendrán que contar con nosotros aunque la 'extrema extrema extrema' izquierda nos considera extrema derecha». «Estamos a la espera», zanjó.

Las negociaciones de PP y Cs para conformar un programa conjunto arrancarán hoy, con la vista puesta en el próximo lunes, cuando está previsto otro encuentro de Moreno y Marín y sus cúpulas nacionales en el Parlamento. Por parte de los populares, negociarán las líneas programáticas cuatros representantes: Ana Mestre, Patricia del Pozo y Pablo Venzal, coordinados por el portavoz del PP-A, Elías Bendodo. Las reuniones, avanzaron, serán discretas y sin informar a los medios del contenido de las mismas. Moreno y Marín adelantaron que se negociará sobre regeneración democrática, reactivación económica y mejora de los servicios públicos.

El portavoz de Cs, Juan Marín, insistió ayer en que «todos los grupos tiene que estar en la Mesa» –aunque no todos puedan tener voto, como IU en la pasada legislatura– al tiempo que defendió que populares y naranjas deben copar cuatro de los siete puestos. «La voluntad de acuerdo es evidente», señaló también, aunque añadió que «es un acuerdo complicado». Con todo, los programas de ambos partidos contienen más coincidencias que diferencias, sobre todo en asuntos económicos y de transparencia. De hecho, la bonificación al 99% del Impuesto de Sucesiones y Donaciones es uno de los caballos de batalla de ambas formaciones.

Las reacciones a las negociaciones trascendieron a lo regional. En el Congreso, Pedro Sánchez acusó a PP y Cs de pactar con los «nostálgicos» del franquismo. Casado señaló al presidente que los andaluces ya le han dado «un aviso». Rivera señaló que el 2D es el «preludio» de lo que pasará en España. La portavoz socialista Adriana Lastra señaló que el pacto para gobernar Andalucía refleja que a la derecha «no le importa España» sino sólo «repartirse el botín».

Por su parte, el PSOE calificó de «estafa» la reunión de PP y Cs porque «faltaba la silla de la ultraderecha» de Vox. «¿Por qué esconden a Vox?», cuestionó el diputado en el Congreso Miguel Ángel Heredia. El vicepresidente de la Junta en funciones Manuel Jiménez Barrios señaló también que PP y Cs pretenden «engañar» al «ocultar» que tienen que contar con Vox para el cambio de Gobierno. Al presidente de Cs, Albert Rivera, le pidió que deje de «marear la perdiz» y diga claramente si va a «entregar a Andalucía al PP y a la ultraderecha de Vox». «¿Les da vergüenza situarse ante la realidad y que no se les vea juntos o es que pretenden engañar a los andaluces?», cuestionó. La secretaria general del PP-A, Loles López, acusó a Susana Díaz de querer «bloquear» el cambio porque está buscando «un sillón a toda costa».