Festivales de Teatro

El Grec busca menos montajes y mayor calidad

El festival cierra con 114.281 espectadores con éxito absoluto en Montjuïc y cierta decepción en la ciudad

Los espectáculos del Teatre Grec consiguieron llegar al 90 por ciento de media de ocupación, todo un éxito que demuestra el efecto llamada del teatro, aquí con Akram Khan. Foto: Jean Louis Fernández
Los espectáculos del Teatre Grec consiguieron llegar al 90 por ciento de media de ocupación, todo un éxito que demuestra el efecto llamada del teatro, aquí con Akram Khan. Foto: Jean Louis Fernándezlarazon

El festival cierra con 114.281 espectadores con éxito absoluto en Montjuïc y cierta decepción en la ciudad.

El Festival Grec 2018 ha cerrado oficialmente sus puertas y lo ha hecho con la sensación de haber tenido dos partes, una extraordinaria, con los montajes de la montaña de Montjuïc rozando el 90 por ciento, y otra decepcionante, con los espectáculos en la ciudad, sobre todo los de larga duración, que a penas han generado el interés del público. La imagen del festival parece que ha conseguido dibujarse de forma nítida y brillante en el imaginario de los barceloneses, tanto, que parece que si no es en Montjuïc no es Grec y entonces el efecto llamada se pierde.

En total, el festival atrajo a 114.281 espectadores, de los cuales 61.052 fueron a Montjuïc, lo que significa un 89,04 por ciento de ocupación, un hito difícil de ver durante la temporada. Por su parte, los espectáculos repartidos por toda la ciudad llegaron a los 46.399 espectadores, lo que significa un 59,49 por ciento de ocupación, con resultados decepcionantes como el 26,68 por ciento de ocupación de «La vida es sueño», en La Villarroel o el 34,14 por ciento de «Humans» en el Teatre Romea.

Para Francesc Casadesús, director artístico del festival, lo importante es centrarse en la calidad y no en la cantidad. No en valde ya redujo una veintena el número de espectáculos respecto al año anterior, hasta los 84 actuales, y asegura que si le dejan todavía piensa reducirlos mucho más en el próximo curso. «No me interesa la guerra de cifras. Si quisiese, sería fácil programar para tener grandes números. Lo que buscamos en cuidar más a los creadores y7 asegurarnos de la relevancia y calidad de sus creaciones», señaló ayer Casadesús.

De momento, para corregir el desapego en los espectáculos de la ciudad, se asegurará que todas las obras presentes se realicen en forma de coproducción para que se ajusten a un programa unitario y no parezca que este es un cajón desastre donde cabe todo. «El crecimiento del público local, que llega al 82 por ciento del total, demuestra que nosotros trabajamos para la gente de aquí. Por tanto, no queremos parecernos a otros festivales de teatro como Avinyón o Edimburgo, sino que queremos hacer un festival para Barcelona», aseguró el director, que puso el énfasis que se ha conseguido rejuvenecer mucho el público del festival en apenas dos años.

Entre los grandes éxitos, tanto de crítica como de público, de este año destacan «Una gossa en un descampat» en la Beckett, «Muda», en el Teatre Akademia o las obras de Akram Khan, Cloud Gate Dance o las locuras de Jan Fabre. También han destacado los proyectos paralelos de teatro inclusivo que han atraído a 6.830 personas.