Barcelona

La Guardia Urbana desmantela otro narcopiso del Raval y detiene a seis personas

Según los vecinos, el local estaba especializado en la distribución de heroína y cocaína en el barrio

Imagen de la intervención de la Guardia Urbana en el narcopiso ayer en la calle Picalquers
Imagen de la intervención de la Guardia Urbana en el narcopiso ayer en la calle Picalquerslarazon

Según los vecinos, el local estaba especializado en la distribución de heroína y cocaína en el barrio.

La presión vecinal y política sobre la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, comienza a surtir efecto. Esta misma semana, los vecinos del Raval colgaban trapos rojos en los balcones para indicar que en esa finca no había narcopisos y blancos, en caso contrario. Así las cosas, ayer, agentes de la Guardia Urbana y de los Mossos d’Esquadra desmantelaron un narcopiso, precisamente en el Raval y detuvieron a seis personas, cinco hombres y una mujer, por tráfico de drogas. Concretamente, se trata de una planta baja situada en la calle de Picalquers, 14. Según los vecinos, estaba especializada en la distribución de heroína y cocaína y suplía las funciones de un local situado en la calle D’En Roig, 22.

Los agentes se llevaron a las seis personas detenidas esposadas, acusada de un delito en contra de la salud pública, y las trasladaron en tres coches de la Guardia Urbana. En el piso se intervinieron diversas cantidades de heroína, cocaína y metanfetaminas.

Los vecinos, que hace dos meses que habían denunciado la existencia de venta de drogas en este espacio, han valorado muy positivamente la clausura. Tras la denuncia, la policía municipal inició una investigación para averiguar qué actividades se estaban llevando a cabo en el local, investigación que ha culminado con la intervención para la clausura del narcopiso. Según los vecinos, el narcopiso ahora clausurado estaba en activo desde el cierre de otro local situados en la finca situada en el número 22 de la calle D’En Roig, y se dedicaba sobre todo a la venta de cocaína y heroína, teniendo, al parecer, una sala dedicada a la venopunción.

El último dispositivo para desmantelar un narcopiso se efectuó el 7 de febrero y supuso la detención de dos personas. En total, desde enero de 2017, la Guardia Urbana y los Mossos han hecho 41 entradas en domicilios y 60 detenciones. .

Esta misma semana los vecinos pusieron en marcha la campaña «a todo trapo» para visualizar su malestar. La idea es que durante un mes, los vecinos cuelguen en sus balcones y ventanas un trapo rojo para reivindicar que en ese piso no hay drogas.

La iniciativa es del la asociación de vecinos Roig-Picalquers y de l’ Illa Robador, que sufren cada día esta problemática. Además de colgar trapos rojos, animan a colgar una fotografía en las redes sociales y hacer difusión con la etiqueta #ATodoTrapo.

El color rojo no es elegido al azar. Los vecinos han copiado el código de los traficantes de drogas. Un trapo rojo significa precisamente eso, que no hay drogas. En cambio, un trapo blanco quiere decir que hay drogas y si el trapo es azul que la policía está vigilando el piso en cuestión. Su idea es que el trapo rojo traspase fronteras y sea un símbolo contra la droga en toda la ciudad.

Además, los grupos de la oposición impondrán a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, la celebración de un pleno extraordinario sobre el drama que los narcopisos suponen para los vecinos del Raval. La cuestión se ha convertido en uno de los temas centrales del pleno: se han discutido y aprobado tres proposiciones de Ciutadans, ERC y el PSC, sobre el fenómeno,