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Y si Agatha Christie fuese una marmota

Stuart Turton mezcla en «Las siete muertes de Evelyn Hardcastle» la ciencia ficción y la novela de misterio

El escritor Stuart Turton en la sede de la editorial Ático de los Libros donde presentó su inquietante novela. Foto: Shooting
El escritor Stuart Turton en la sede de la editorial Ático de los Libros donde presentó su inquietante novela. Foto: Shootinglarazon

Stuart Turton mezcla en «Las siete muertes de Evelyn Hardcastle» la ciencia ficción y la novela de misterio.

Las novelas de Agatha Christie crearon, a partir de 1920, esa fascinación macabra por los «whodunit», novelas que servían pistas a los lectores para que intentasen adivinar quién era el asesino. Unos años después, el 21 de marzo de 1989, la NBC estrenaba la serie «Quantum Leap», fantasía de ciencia ficción protagonizada por Scott Bakula y Dean Stockwell que nos presentaba a un científico cuántico que, tras un experimento, empieza a saltar de un cuerpo a otro en el pasado para intentar solucionar algún problema en sus vidas. La serie fue todo un fenómeno de culto que aquí se pudo ver en TV3. Y en 1993, justo cuando la NBC cancelaba «Quantum Leap» se estrenaba en cines la comedia «Atrapado en el tiempo». Dirigida por Harold Ramis, la película condenaba a Bill Murray a vivir el mismo día una y otra vez tras la maldición de la célebre marmota de Punxstawnwey, que anuncia si va a ser un invierno largo o no. ¿Alguien se atreve a mezclar estas tres premisas en una?

Quien se ha atrevido es el escritor británico Stuart Turton, que en su primera novela ha conseguido clavar un triple salto mortal con este híbrido de géneros. «Las siete muertes de Evelyn Hardcastle» (Ático de los libros), es una novela inusual, de gran ingenio, que nos presenta a Aiden Bishop, hombre que vivirá una y otra vez el mismo día, el día en que asesinaron a Evelyn Hardcastle. Pero no lo hará en su cuerpo, sino que cada día tendrá que vivir en el cuerpo de uno de los sospechosos de la terrible muerte. «Desde los ocho años soy un fanático de los libros de Agatha Christie. Me impactaron tanto que a los 21 años intenté escribir una novela similar, pero todo lo que me salía me parecía una copia sin recorrido. Me di cuenta que lo que necesitaba una idea, algo que le diese una vida nueva a estos libros. Y esa idea tardó más de lo que hubiese deseado», comenta Turton.

Cuando le vino a la cabeza esta mezcla de géneros, por primera vez sintió entusiasmo. «Suelo ser una persona estoica, pero hablaba de este libro con una fiebre contagiosa. Eso me demostraba que debía tener algo entre manos», señala el escritor. Después de múltiples borradores, de años de sufrimiento, por fin consiguió domar a esta bestia y controlar una narración tan compleja como fascinante. «Mis primeros borradores parecían una película de David Lynch. Nadie entendía nada. Después de 25 borradores, conseguí conformar esta historia, apoyando la acción en los diferentes personajes», asegura Turton.

De esta forma, Aiden Bishop se meterá en la piel de hombres, mujeres, hombres gordos, viejos, atléticos, pero todos miserables, con sus propias cuentas pendientes. Ni siquiera la víctima, Evelyn Hardcastle, tiene la conciencia tranquila. Serán ocho larguísimas noches, cada uno con un cuerpo diferente, y con la amenaza de quedarse para siempre en este fatídico día si no descubre al asesino. «Necesitaba que los personajes tuvieran la máxima profundidad para que el protagonista tuviese una razón para salir de allí. Además, si necesitaba ralentizar la acción, ponía al protagonista en el cuerpo de un sospechoso de poca movilidad, como uno viejo. Lo que más me preocupaba, sin embargo, era conseguir no aburrir al lector con la repetición, así que buscaba que con otros personajes pudiese explicar cosas diferentes.

Porque como toda buena novela de «whodunit», los sospechosos permanecen encerrados en un único espacio, aquí un gran caseron tipo «Downton Abbey» donde se realiza una gran fiesta y donde BIshop parece no poder escapar. «Necesitaba esa sensación constante de peligro claustrofóbico así que convertí al caserón en otro de los protagonistas de la novela», asegura.