Política

Ayuntamientos

El padre que planta cara a la alcaldesa de Móstoles

Ha sumado unas 1.200 firmas de damnificados por el festival «Amanecer bailando»

Eduardo, recoge firmas para impedir que el festival "Amanecer bailando"se vuelva a celebrar. © Luis Díaz. 3/10/18
Eduardo, recoge firmas para impedir que el festival "Amanecer bailando"se vuelva a celebrar. © Luis Díaz. 3/10/18larazon

Ha sumado unas 1.200 firmas de damnificados por el festival «Amanecer bailando»

Ayer hizo un mes exacto de la celebración del festival «Amanecer bailando». Ese sábado 8 de septiembre fue difícil de olvidar para los vecinos del Parque del Prado Ovejero de Móstoles. Especialmente para los que convivían puerta con puerta, y hasta las 8:00 horas, con la música electrónica. Uno de ellos fue Eduardo Herrera. Ingeniero de telecomunicaciones de 35 años, casado y padre de tres hijos de siete meses, 4 y 2 años, aguantó estoicamente el ruido –«eran dobles ventanas y retumbaban», recuerda– mientras su mujer y retoños «emigraban» a casa de los abuelos. Los días previos pidió explicaciones a las Consejerías de Bienestar Social y Medio Ambiente: «¿Qué hago con mis hijos?», les preguntaba. Acudió a la Fiscalía de Menores, que le remitió al juzgado de guardia; de ahí, al Ayuntamiento y, de ahí, al Defensor del Menor, que le admitió a trámite su denuncia. No sólo fue el festival: botellones en el parque de Andalucía, coches con la música a toda pastilla, llamadas sin respuesta a la Policía Local –«me pusieron a la cola para hacer las mediciones»–... Y al día siguiente, el desastre: toneladas de basura y daños difícilmente recuperables. «Esto antes estaba verde», dice, señalando las inmensas «calvas» del Prado Ovejero.

Tampoco fueron fructíferas sus conversaciones en Twitter con la alcaldesa, la socialista Noelia Posse. «Eduardo, no estoy desaparecida, estoy recién operada y convaleciente», respondía. Así, comenzó a «moverse». Se puso de acuerdo con sus vecinos para recoger firmas. Puerta con puerta –«en una hora obtuve cien», recuerda– y, después, en Change.org, donde logró sumar 1.200. ¿El asunto? «Dimisión Noelia Posse».

«La palabra es desilusión», comenta Eduardo a LA RAZÓN. «Ya lo de menos es la dimisión. No es nada personal. Queremos que asuma sus responsabilidades», añade. Eduardo se presentó en el Pleno del pasado día 27: «El principal deber de un alcalde es proteger y respetar a sus vecinos. Y éso usted no lo hizo», le dijo a Posse. El PP de Móstoles también pidió la dimisión de la alcaldesa.

A sabiendas de que la petición se quede en algo simbólico, Eduardo y los otros 1.199 vecinos se conformarían con un informe de los gastos y beneficios que acarreó el festival; con una inversión de ese dinero en el barrio de Los Rosales», el «sufridor» del ruido; y, por supuesto, con «un documento que acredite que esta situación no va a volver a suceder en ninguna parte habitada de Móstoles». Difícil, sin duda, pero al menos han logrado algo que les fue imposible el día del festival: «Que se nos escuche».

Una crisis política que todavía colea

El festival supuso una grave crisis dentro del equipo de Gobierno del Ayuntamiento, formado por PSOE, IU-Los Verdes y Ganar Móstoles. De hecho, estos últimos pidieron también la dimisión de Noelia Posse. Más recientemente, salió adelante una moción del PP, que reclamaba al Consistorio los gastos que la cita musical acarreó a los vecinos.