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Ascensores Domingo celebra su centenario
Este año Ascensores Domingo cumple la gran cifra de 100 años; un siglo entero ha pasado desde que Don José Domingo Torres, electricista de profesión y emprendedor de vocación, tomó la decisión de trasladar a su familia desde Barcelona a Valencia y fundar el negocio que hoy es Ascensores Domingo
Lo que empezó en 1922 con la fabricación de componentes para la instalación de ascensores en un pequeño taller de Valencia, ha ido creciendo generación tras generación y actualmente es una empresa especialista en la instalación, reparación, renovación y mantenimiento de elevadores con 12 delegaciones por toda España ―incluidas las Islas Canarias y las Baleares―, 7.500 ascensores en cartera y más de 140 empleados.
Y para celebrar su centenario, la empresa ha programado actividades varias como una gala en la que reunir a la gran familia empresarial de Ascensores Domingo y un acuerdo de colaboración con la Fundación Vicente Ferrer.
Una gran gala para una gran celebración
El pasado 29 de octubre Ascensores Domingo rindió homenaje a su trayectoria y a sus logros, pero, sobre todo, a la esencia de empresa familiar que han cuidado durante todos estos años. Como comenta Aitor Sabirón, consejero delegado, «nos apetecía hacer una gala en esta ocasión única que es cumplir 100 años para compartir nuestra alegría con todos los involucrados, honrar la historia de la empresa y contarles nuestros planes de crecimiento».
En el evento, presentado por el periodista valenciano Xavi Blasco, hubo de todo: discursos sentidos, vídeos repletos de recuerdos, sorteos y mucha alegría por parte de los asistentes, mezcla de empleados, familiares, amigos, proveedores y clientes. Estuvieron todos los protagonistas menos los técnicos de guardia, lógicamente. No en vano Ascensores Domingo es una compañía muy comprometida con los plazos, especialmente en el mantenimiento de los ascensores, así como cuando se trata de emergencias.
Previo a la gala, el día comenzó con divertidas dinámicas de team buiding en las que se hicieron ejercicios de trabajo en equipo de manera informal, un buen preámbulo para el ambiente que se generó después en la comida con unas paellas.
En definitiva, las celebraciones por el centenario de Ascensores Domingo del día 29 de octubre fueron un reflejo de la identidad de la empresa, que se podría resumir en cinco conceptos: continuidad, implicación, crecimiento, trabajo en equipo y esfuerzo. Cinco valores a los que han querido rendir homenaje con un acuerdo con la Fundación Vicente Ferrer con motivo del aniversario.
Ascensores Domingo y la Fundación Vicente Ferrer
La idea surgió de una reunión del equipo con los consejeros delegados, Aitor y Sergio Sabirón, en la que pensaron que sería bonito tener un gesto de solidaridad con motivo del centenario. Su intención era encontrar una institución sólida con una causa con la que compartieran los valores de compromiso, ayuda al prójimo y solidaridad.
Y así fue como decidieron apadrinar a tantos niños y niñas como empleados tiene Ascensores Domingo a través de la Fundación Vicente Ferrer, que en el momento de la firma del acuerdo eran 128. 128 personas de Anantapur, en la India, a las que proporcionar mejores condiciones
de vida como acceso a atención sanitaria, a una vivienda y a una educación hasta que tengan edad de valerse por sí mismas.
El apoyo no consiste solamente en enviar una cantidad económica cada año por cada niño, que también, sino en mantener un vínculo con cada uno de ellos, intercambiando cartas y enviando una expedición de la empresa cada año a visitar la zona, una de las más empobrecidas del sur de la India.
En la India unos 370 millones de personas viven bajo el umbral de la pobreza, pero en los estados de Telangana y Andhra Pradesh, donde está Anantapur, la situación es de lo más extrema y es allí donde la Fundación Vicente Ferrer trabaja en un plan de desarrollo desde hace más de 50 años de manera consistente y con total transparencia.
Por todos estos motivos Ascensores Domingo ha decidido volcar sus esfuerzos en la fundación y su proyecto, con quien comparte la confianza en el poder transformador de la acción; alinear intención y acción para lograr un desarrollo sostenible en el tiempo que permita crecer los proyectos de manera sólida, pero sobre todo que sea positivo para las personas.
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