Gastronomía
El whisky escocés Bruichladdich está destilado según la tradición de antiguos artesanos
La región por excelencia de donde se obtiene el mejor whisky es Escocia. Directamente de la principal destilería de cebada orgánica del país, Bruichladdich, construida en el año 1881 por los hermanos Harvey y ubicada en el extremo suroeste de la remota isla de Islay, en las Hébridas, proceden cuatro espíritus únicos de esta bebida.
La filosofía de esta firma que, aunque ha ido cambiando de dueños con el paso de los años, se enfoca en mantener un whisky único con carácter y que con un primer sorbo se detecte su sensación de lugar y proveniencia. Se enorgullecen de ser inconformistas y de hacer las cosas a su manera.
Para Bruichladdich es primordial utilizar ingredientes crudos. Cebada 100% escocesa para su malta sin mezclar que se destila, madura y embotella en la isla con los métodos artesanos del arte antiguo utilizando gran parte de la maquinaria victoriana original. La destilería tampoco filtra el frío ni agrega colorante de caramelo a su whisky.
Su malta no es recubierta y su carácter es dulce, meloso y floral, aunque en el año 2000 surgieron las variantes mucho más ahumadas y diferenciadas como otros sellos de la propia marca Bruichladdich como son Port Charlotte, fuertemente recubierto, de capa media y Octomore, superpelado, de capa alta. Sin embargo, todos estos whiskies conservan la frescura y acidez inherentes de Bruichladdich.
Todos sus particulares principios y su cada vez más extenso catálogo han hecho que la firma tenga fieles clientes. Mucha culpa de ello también la tienen las innovaciones que ha incorporado su actual propietario, el grupo francés Rémy Cointreau.
La gama de Bruichaddich está compuesta actualmente por nueve maltas: El Clásico Laddie, el suave e icónico de la casa; Islay Barley 2011, de cebada cultivada en seis granjas de la zona; Bere Barley 2010, una variedad heredada de seis filas destilada de una cosecha de 2009; The Organic 2010, con cebada orgánica de Mid Coul; Black Art 1990, una composición críptica de barriles; Black Art 1994, la edición que rememora el momento en el que la destilería permaneció cerrada; El Laddie Eight, el clásico envejecido durante ochos años; 1988/30, el hito de la cosecha de 1988 que ha madurado más de 30 años en las barricas originales; y HB, la exclusiva edición del whisky destilado por generaciones anteriores y del que solo hay disponibles 12.000 unidades.
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