Gastronomía
Tendrás que desplazarte hasta Sri Lanka para probar el postre de los 14.500 dólares
Nos referimos al “The Fortress Stilt Fisherman Indulgence” que se puede degustar en uno de los restaurantes del lujoso hotel The Fortress Resort and Spa en Sri Lanka.
Lo mejor de ir a un restaurante, al menos para los más golosos, es el momento del postre. Algo tan delicioso para lo que hay que reservarse un hueco después de la comida o cena.
Si además este postre tiene un desorbitado precio de 14.500 dólares, habría que plantearse que no quede ni una miga en el plato. Nos referimos al “The Fortress Stilt Fisherman Indulgence” que se puede degustar en uno de los restaurantes del lujoso hotel The Fortress Resort and Spaen Sri Lanka.
Este postre se presentó por primera vez en 2007 y, aún a día de hoy, se sigue elaborando cuidadosamente habiéndolo reservado con 24 horas de antelación. En 2018, por ejemplo, tan solo se vendieron dos unidades.
“The Fortress Stilt Fisherman Indulgence” rinde homenaje a la pesca tradicional que practican los lugareños y que han practicado durante décadas, desde la Segunda Guerra Mundial, a lo largo de la costa. Se trata de un especial método de pesca desarrollada por los ya famosos pescadores zancudos, que se suben a unos palos de aproximadamente tres metros de altura que se clavan entre los corales. Estos pescadores se sientan a dos metros de altura, sostienen al poste con una mano, mientras que la otra, la utilizan para disparar su caña.
Este postre se trata de una creación culinaria verdaderamente única que permite explosivos sabores equilibrados a la perfección.
Hecho con una base de Cassata italiana, que es un bizcocho redondo impregnado con licor o jugos de frutas, en este caso, el licor con el que se elabora es con Baileys Irish Cream, se sirve acompañado de una compota de mango y granada. Una salsa de champán sabayón iluminado con una hoja de oro le da el toque de sofisticación, y todo ello queda cubierto con queso ricota, fruta confitada y relleno azucarado que se usa con postres de cannoli.
Pero esto no es todo, el exclusivo postre queda coronado con una piedra aguamarina de nada menos que 80 quilates que se coloca tras la figura del típico pescador zancudo hecho en chocolate.
Esta piedra preciosa servía como amuleto de la suerte y de protección para los pescadores y marineros, pues creían que les otorgaba felicidad, previsión y coraje.
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