Presupuestos autonómicos

Aguado desliza que puede no haber presupuestos en 2020 en la Comunidad de Madrid

Es partidario de negociar ya los de 2021 mientras que Ayuso cree que Madrid «es el objetivo a batir de Sánchez» y por eso «nos somete a una asfixia económica»

Igancio Aguado, en Onda Madrid ayer por la tarde
Igancio Aguado, en Onda Madrid ayer por la tardelarazon

El Gobierno de la Comunidad de Madrid podría optar por la fórmula catalana o la del propio Gobierno de España de seguir con los presupuestos de 2019 prorrogados este año y empezar a negociar los de 2021, la vía por la que se opta cuando un Gobierno no tiene apoyos suficientes para aprobar sus cuentas, como ocurriría en Madrid.

El vicepresidente regional, Ignacio Aguado, deslizó esta idea en una entrevista en Onda Madrid y se mostró partidario de que, antes de «tirarse a la piscina» y «jugar» a hacer los Presupuestos sin suficientes datos, preferiría elaborar los de 2021, informa Efe.

El actual Gobierno de coalición entre PP y Cs prorrogó el pasado mes de diciembre los presupuestos de 2019 por un importe de 20.000 millones de euros, que fueron aprobados con los votos del PP y Cs en la Asamblea y que son los más altos que ha tenido, hasta ahora, la Comunidad. Desde la consejería de Hacienda matizaron, no obstante, que «no hay una decisión tomada». Y es que la presidenta madrileña ha dicho que no quería hacer las Cuentas «sin saber cuánto dinero va a tener la Comunidad de Madrid para no incurrir en déficit y no depender del Estado». El argumento que se dio es que «se siguen estudiando varios escenarios ante la falta de certidumbre, pero la elaboración o no será una decisión colegiada que adopte el Consejo de Gobierno». El Gobierno de Díaz Ayuso no quiere dar pasos en falso. Ayer, la presidenta madrileña advertía en la Asamblea que «vamos a tener que luchar contra viento y marea porque somos el objetivo a batir para el Gobierno, nos somete a una asfixia económica insoportable por ser un Gobierno muy incómodo porque podemos contraponer sus políticas».

Mientras, se ha vuelto a escenificar en la Cámara de Vallecas que la negociación en materia presupuestaria no progresa y sigue atascada por el «pin parental» que Vox quiere que se implante. Su portavoz, Rocío Monasterio, volvió a preguntar por cuarta vez en menos de dos meses por este asunto. Monasterio acusó a Díaz Ayuso de «claudicar al consenso progre con el pin parental» partiendo de la «premisa equivocada» de que «defendiendo las ideas de la izquierda, ésta nunca llegará al poder». Más aún, la recriminó con dureza que «no tome las riendas y permita a la izquierda entrar desde la cuna hasta la tumba, porque quiere controlar qué niños nacen, qué niños no nacen, quiere controlar la educación de nuestros hijos y convertirles en sus soldados, quiere marcarnos hasta nuestra de caducidad». La culpó de pasar de la ira a la negación, a la aceptación y finalmente a la rendición con el «pin parental». Pero Díaz Ayuso no se arredró y despachó la pregunta de Monasterio con el mismo argumento que viene repitiendo en las últimas semanas convertido en leitmotiv: «los pactos están para cumplirse».

Ayuso quiso hacer ver a Monasterio la necesidad de entenderse, ahora «más que nunca», entre PP, Cs y Vox «si no queremos que la izquierda haga el mismo destrozo en Madrid que está haciendo en el resto de España». La presidenta regional pidió apoyo a la formación de Rocío Monasterio agitando la bandera del miedo a la izquierda porque «si llega a la Comunidad de Madrid, no va a haber ni pun, ni pin, ni puf, porque van a imponer directamente sus dogmas».