Imagen del momento en el que los restos fueron hallados, durante una reforma de la Casa de la Villa en 2018

Los restos del primer “ayuntamiento” de Madrid, una pieza de museo

Obras y Equipamientos acaba los trabajos de restauración de los vestigios del Concejo de la Villa, que datan del siglo XV. La sala podría haberse utilizado para impartir justicia

¿Cuál fue el primer «Ayuntamiento» de la ciudad de Madrid? Para encontrarlo, tenemos que retroceder unos 500 años. De hecho, no deberíamos hablar de «ayuntamientos», sino de «concejos». Y tampoco de «alcaldes», sino de «corregidores». Lo correcto sería referirnos al Concejo de la Villa, una institución que podríamos considerar el precedente más inmediato del actual Consistorio. Parece documentada su actividad desde el siglo XIV, formado por unos cuantos miembros destacados. Sin embargo, no fue hasta la llegada de los Reyes Católicos cuando se potenció su funcionamiento, estableciéndose la figura del «señor corregidor», de designación real. Hace ya tres años, unas simples obras de redistribución en el edificio de la Casa de la Villa, concretamente en el sótano del edificio sur, alumbraron un inesperado hallazgo: unos restos primitivos que parecían conformar una antigua sala de reuniones. Y así era: los análisis determinaron que pertenecían al primer concejo de Madrid del siglo XV.

Así, el Área de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento, que dirige Paloma García Romero, ha concluido recientemente las obras de reforma. Unos trabajos que, además de su excavación, han requerido su protección y musealización. De hecho, estos vestigios ya se encuentran preservados, visibles a través de un suelo transparente de vidrio. En todo caso, no se prevé que se vaya a convertir en una sala abierta al público.

Así ha quedado la sala tras la reforma, con los restos visibles gracias al suelo transparente
Así ha quedado la sala tras la reforma, con los restos visibles gracias al suelo transparenteAyuntamiento de Madrid

Las obras han abarcado unos cinco meses y han supuesto una inversión de 143.290 euros. El grueso ha estado centrado en la aplicación de un tratamiento consolidante destinado a recuperar la estructura original de las superficies deterioradas, estableciendo puentes de unión entre los materiales más deteriorados y los soportes más sanos. Para ello, se ha contado con la supervisión arqueológica de la Comisión Local de Patrimonio Histórico.

Pero, ¿qué es lo que se encontró? Los trabajos han podido documentar cuatro fases. En primer lugar, unos restos que corresponderían a principios o a mediados del XV: los muros que delimitan una sala de planta rectangular, posiblemente con cerramiento y techumbres abovedados, y que se encuentra delimitada por muros rectilíneos. Esta estancia se podría asociar también a un área de almacenamiento de productos alimenticios (granos, carnes, pescado, etc.) y también de cuero

Una segunda fase comprende de mediados y hasta finales del XV. En algún momento, el edificio sufrió una transformación. Ya no se utilizaba para el almacenamiento. Se derribó la techumbre abovedada, pero conservaba la base de los muros perimetrales; se rompen las bóvedas interiores y se instala un suelo de losas de cerámica con una disposición decorativa. Bajo el suelo se disponía de un sistema de calefacción, lo que en Castilla se conocía como «gloria». Se trataría de una sala con cierto confort, quizás relacionada con las reuniones de la audiencia del concejo de Madrid para impartir justicia.

En una tercera etapa, entre finales del XV y comienzos del XVI, la sala experimentó más reformas. Por un lado, en el extremo este se edificó un muro casi con forma de herradura y que se encuentra sobre el suelo de losas. A 1,20 metros al oeste se construyó otro muro en ábside. Esta sala continuaría siendo la posible sala de audiencias de Madrid, pero parece que se le dio otra disposición, construyendo un estrado o zona donde se pondría el presidente de la reunión y quizás sus ayudantes, separándolo del área donde se situarían los participantes en los juicios (en una grada en forma de ábside). Posiblemente, detrás del muro en ábside, estaría el público o los asistentes a los juicios.

Por último, se produjeron varios cambios desde el siglo XVII. El edificio de audiencias se derribó y los escombros taparon los muros en ábside, creando el nivel de uso donde se coloca el actual suelo del sótano de la Casa de la Villa, construida a finales del XVII. En resumen, los restos podrían responder a la antigua sala de justicia donde los corregidores tenían sus audiencias públicas para «escuchar y juzgar». De hecho, la presencia de esta sala en la plaza de San Salvador (ahora Plaza de la Villa) es mencionada por varios estudiosos. En los siglos XIV y XV era la plaza principal de Madrid y, como tal, tenía edificios de interés. Así, parece que el Concejo se reunía en la iglesia de San Salvador, a cuyas sesiones acudía Álvaro de Luján como representante de los caballeros. No en vano, en la fachada este de la plaza, se localiza las Casas de los Lujanes, construidas por orden de Álvaro de Luján y formadas por tres inmuebles.