Bulos

«La mitad de lo que se dice del Zendal es mentira»

Un paciente relata su convalecencia en el hospital: «Todas la basura que se dice perjudican a los enfermos, que tienen que fiarse de la pastilla que les da su enfermera»

Hospital Isabel Zendal
Hospital Isabel ZendalRuben MóndeloLa Razón

Andrés Dulanto hace tan solo unos días que abandonó el Isabel Zendal después de ser derivado del Hospital de La Princesa para curarse de una neumonía bilateral provocada por covid-19. Cuando le preguntaron si tenía inconveniente en que le trataran en el nuevo hospital de pandemias, no puso objeciones. Hoy está contento porque ha logrado reponerse y ganar la batalla al virus, pero asegura que entre algunos enfermos con los que compartió su convalecencia había miedo e inseguridad sobre el tratamiento que podrían recibir después de algunas noticias divulgadaspor los medios de comunicación.

«Toda la basura que se está difundiendo perjudica al hospital pero, sobre todo, a la gente que está dentro ingresada y que escucha que si hay goteras, que si los médicos están enfadados porque no quieren ir allí... Todos tienen teléfono, tablets....Estamos hiperconectados y con lo que se ha contado en televisiones y algunos medios no se cae en la cuenta de que entre los que escuchan están personas que tienen que fiarse de la pastilla que les da su enfermera».

Dulanto asegura que «la mitad de las cosas negativas que se dicen del Zendal son mentira. Llegas allí y los espacios son diáfanos, el aire que corre, hay largos pasillos para pasear y evitar trombos. Las camas están lo suficientemente separadas las unas de las otras como para no pensar que invanden tu intimidad; hay gente que está tan enferma que no puede ni hablar, pero en una situación así no quieres sentirte aislado en una habitación privada, lo que quieres es que una enfermera pase cada 5 o 10 minutos para preguntarte por tu estado de salud y medirte la oxigenación y la temperatura, que esté encima tuyo, como ocurre en el hospital».

Dulanto dice que las instalaciones son nuevas, con todas las ventajas que ello conlleva y «los baños son espaciosos, separados con puertas individuales y con desinfección continua».

Por su experiencia, tampoco hay malestar entre el personal sanitario. «Si ha habido sabotajes, los pacientes no nos hemos enterado», pero lo cierto es que «la gente está harta de oír basura fuera, yo me he encontrado a personal que ha venido de manera voluntaria y a otros que lo han hecho porque les ha tocado y piensan pedir el traslado definitivo al Zendal. Los que critican al hospital, ¿qué prefieren, gente acumulada en los pasillos de los hospitales como vimos en la primera ola?».

Una hospital con un millar de altas

Desde el pasado mes de diciembre en el que el hospital Enfermera Isabel Zendal abrió sus puertas como un centro monográfico para tratar a enfermos de Covid-19, se ha atendido a más de 1.700 pacientes, se han dado más de 1.000 altas y ayer contaba con 475 pacientes ingresados. El miércoles, la víspera de la boda de Rossy y Fernando, se abrieron 140 camas más de cuidados intensivos y de cuidados respiratorios intermedios (UCRI), con lo que se ha triplicado la capacidad del hospital para atender a pacientes críticos. Ahora, podría abrirse también a otros enfermos de coronavirus derivados de otras comunidades autónomas debido a la saturación de los centros hospitalarios. Los procedentes de Castilla y León son los primeros a los que se podría prestar asistencia sanitaria, ya que esta comunidad prevé llegar al tope de ingresos en las Ucis el próximo 12 de febrero, según sus cálculos.